¿Qué es la alimentación sostenible? Consejos para implementarla en casa
Una buena salud general pasa, sin lugar a dudas, por llevar a cabo una dieta sana y saludable. La concienciación social por el cuidado al medioambiente es un hecho, lo que también incluye a realizar un análisis del impacto que causa nuestra forma de consumo alimentario en el planeta, buscando impulsar lo que se conoce como alimentación sostenible.
Y es que, además de proteger nuestra salud, alimentarnos correctamente y evitar el uso de químicos que resulten dañinos para nuestro cuerpo, con la alimentación sostenible ayudamos a que nuestro planeta esté mejor cuidado, protegido y conservado para nosotros mismos y las próximas generaciones.
En este artículo explicaremos qué es este tipo de alimentación, sus múltiples ventajas y algunos consejos para que apliquemos cada uno en nuestra casa. ¡Sigue leyendo!
Índice
¿Qué es la alimentación sostenible?
Para entender qué es la alimentación sostenible hay que saber que se trata de aquellas dietas basadas en una alimentación que repercute positivamente en la salud de las personas y, a su vez, en la salud de nuestro planeta. Es un enfoque consciente hacia la producción, distribución y consumo de alimentos que busca minimizar el impacto negativo en el medio ambiente.
Se considera sostenible porque los procesos de producción utilizados reducen significativamente el impacto medioambiental causado, se evita que se agoten los recursos naturales y, a su vez, se respeta la biodiversidad y los ecosistemas presentes. Se centra en equilibrar la necesidad de alimentar a la población mundial con la responsabilidad de preservar los recursos naturales y la biodiversidad para el futuro.
Características de la alimentación sostenible
El Ministerio para la Transformación Ecológica y el Reto Demográfico, remite al informe realizado por la comisión EAT-Lancet ‘Alimentos, Planeta, Salud. Dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles’ para que la ciudadanía pueda entender en profundidad la importancia de llevar a cabo una alimentación sostenible y saludable.
En este informe se destacan las principales características que deben cumplirse y que, a continuación, explicamos:
- Uso de químicos: en el proceso de producción no se deben utilizar productos químicos para acabar o prevenir las posibles enfermedades que puedan surgir en las plantaciones.
- Ingeniería genética: los suelos, plantas y animales deben pertenecer a la cadena de vida biológica. Por lo tanto, está completamente prohibida la aplicación de organismos de ingeniería genética que den como resultado alimentos transgénicos o animales artificiales.
- Respetar la ley: la alimentación sostenible debe respetar las leyes vigentes de protección en el trato y manejo de los animales criados para el consumo.
- Aditivos alimenticios: no pueden utilizarse saborizantes, colorantes ni aromas artificiales, antibióticos ni otras sustancias químicas que influyan de forma alguna en el desarrollo o crecimiento del animal ni los cultivos.
- Certificación homologada: los alimentos que hayan sido producidos bajo las normativas de desarrollo sostenible y alimentación deben contar con la certificación de agricultura ecológica emitida por la empresa certificadora debidamente homologada, englobando todos los grupos alimenticios existentes; verduras, frutas, bebidas, embutidos, carnes, quesos, etc.
Efectos en el medio ambiente
La producción de la alimentación es una de las principales actividades humanas que causan un mayor impacto medioambiental, puesto que es la responsable de más del 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Además, en los diferentes procesos de producción se utiliza un 48% de recursos naturales disponibles, lo que provoca deforestación y pérdida de biodiversidad.
Con la incorporación de la sostenibilidad en la alimentación se consigue, por tanto, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, calculando hasta en un 64% en el 2050. También se protegen los bosques, al evitar la deforestación para ampliar la tierra destinada a la ganadería. Y, por supuesto, se protege y se favorece a aquellas especies en peligro de extinción de mamíferos y aves. Además, la alimentación sostenible también ayuda a preservar los recursos hídricos, puesto que se necesita menos agua y se reduce la contaminación de ríos y zonas costeras.
Ventajas de un sistema alimentario sostenible
La transición hacia un sistema alimentario sostenible conlleva una serie de ventajas que impactan positivamente en el medio ambiente, la sociedad y la salud humana. Aquí profundizamos en algunas de las ventajas clave:
- Reducción de la huella de carbono: al favorecer la producción y el consumo local, se reduce la distancia que los alimentos recorren desde el campo hasta el consumidor. Esto disminuye la huella de carbono asociada con el transporte y la refrigeración de productos, ayudando a mitigar el cambio climático.
- Apoyo a la biodiversidad: la diversificación de cultivos y la implementación de prácticas agroecológicas fomentan la biodiversidad en las explotaciones agrícolas.
- Resiliencia ante el cambio climático: los sistemas alimentarios sostenibles están diseñados para ser más resilientes ante los efectos del cambio climático. La diversificación de cultivos y la adopción de técnicas agrícolas adaptativas ayudan a mitigar los impactos negativos de eventos climáticos extremos.
- Mejora de la salud humana: una dieta basada en alimentos frescos y locales, con menos procesamiento y menos productos químicos, contribuye a una mejora en la salud humana. Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados y promover una mayor ingesta de productos frescos y nutritivos tiene beneficios directos para la salud.
- Fomento de economías locales: la compra directa a productores locales fortalece las economías regionales. Esto crea empleo local, apoya a pequeños agricultores y reduce la dependencia de las grandes cadenas de distribución.
- Equidad social: un sistema alimentario sostenible aboga por prácticas éticas en toda la cadena de suministro, asegurando condiciones de trabajo justas y salarios dignos para los agricultores y trabajadores. Esto promueve la equidad social y contribuye a la lucha contra la explotación laboral.
- Seguridad alimentaria: al diversificar los cultivos y fomentar la producción local, los sistemas alimentarios sostenibles mejoran la seguridad alimentaria. Reducen la dependencia de unos pocos cultivos y regiones, disminuyendo la vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos o crisis globales.
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Ejemplos de alimentación sostenible
La alimentación sostenible se manifiesta en una variedad de elecciones y prácticas que realizamos en nuestro día a día. A continuación, se detallan ejemplos concretos de cómo se puede incorporar la alimentación sostenible en la vida diaria:
- Elección de alimentos de temporada y locales: optar por alimentos de temporada y cultivados localmente es una forma efectiva de reducir la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos. Además, los productos de temporada tienden a ser más frescos y nutritivos.
- Reducción del consumo de carne: la disminución del consumo de carne, especialmente de carne roja y procesada, contribuye a la sostenibilidad ambiental. Optar por fuentes de proteínas vegetales y animales sostenibles, como pescado de captura responsable, promueve prácticas pesqueras éticas.
- Consumo consciente de mariscos: elegir mariscos que sean pescados o cultivados de manera sostenible ayuda a proteger los océanos y las poblaciones de los distintos animales.
- Reducción del desperdicio de comida: planificar las comidas, almacenar los alimentos adecuadamente y utilizar las sobras de manera creativa son formas efectivas de reducir el desperdicio de alimentos. Además, el compostaje puede convertir los restos de alimentos en nutrientes para el suelo.
- Elección de alimentos con envases sostenibles: elegir productos con envases ecoamigables o utilizar bolsas reutilizables y contenedores reciclables ayuda a minimizar el impacto de los envases en el medio ambiente.
- Limitar la ingesta de comida basura: estos alimentos suelen estar asociados con envases no sostenibles, altos niveles de procesamiento y, a menudo, contienen ingredientes que pueden tener un impacto negativo en la salud.
Estos ejemplos ilustran cómo cada elección individual puede tener un impacto significativo en la sostenibilidad de nuestro sistema alimentario. Al integrar estas prácticas en la vida diaria, contribuimos a la construcción de un sistema alimentario más equitativo y respetuoso con el medio ambiente.
Como mencionábamos, la comida basura no solo tiene efectos negativos sobre nuestra salud, también los tiene sobre el medioambiente. Precisamente de ello hablamos en uno de los vídeos de #PrevenirEsCuidar, nuestra línea de contenidos en la que pretendemos inspirarte para que logres tu bienestar.
7 consejos para llevar una alimentación sostenible en casa
Como ya los hemos tratado a lo largo del artículo de forma más extensa, aquí te dejamos resumidos algunos consejos para llevar un alimentación más sostenible en casa:
- Reducir el consumo de alimentos de origen animal.
- Evitar el desperdicio de alimentos y, de esta forma, poder cumplir también con el ODS número 12 (Objetivos de Desarrollo Sostenible para la Agenda 2030).
- Decantarse por el consumo de carne que se obtenga de la ganadería extensiva.
- Consumir productos de temporada, así se reducen las emisiones de gases efecto invernadero y la sostenibilidad de la tierra de los cultivos.
- Consumir productos locales, de este modo se reduce el impacto ambiental y se ayuda a mejorar e incentivar la economía local. Además, para el consumo resultan, también, más económicos.
- Decantarse por los productos a granel, de este modo se reduce el uso de envases y, sobre todo, plásticos.
- Reducir la compra de los productos procesados.
Ideas para comer de forma sostenible
Introducir la alimentación sostenible y saludable en el hogar es posible y mucho más sencillo de lo que parece, un ejemplo de menú sostenible basado en alimentos frescos y variados podría ser el siguiente:
Desayuno:
- Smoothie de frutas tropicales: piña, mango, plátano, leche de coco y un toque de jengibre.
Comida:
- Wraps vegetarianos: tortilla de trigo integral, hummus, espinacas, tomate, pepino y aguacate.
Merienda:
- Yogur con granola y frutas frescas: yogur natural, granola casera (avena, nueces, miel), rodajas de plátano y arándanos.
Cena:
- Risotto de champiñones y espárragos: arroz, champiñones, espárragos, caldo de verduras, vino blanco y queso parmesano.
- Brochetas de frutas y chocolate amargo: trozos de piña, fresas y plátano, bañados en chocolate amargo derretido.
El desarrollo sostenible y alimenticio es un reto a conseguir para todos. El medioambiente lo agradecerá y, además, nuestro cuerpo y salud también. El bienestar de tu familia pasa, en muchas ocasiones, por la toma de buenas decisiones y, sin duda, el estilo de alimentación y la dieta a seguir en el hogar tiene una gran influencia.
Así que apúntate al reto de conseguir una vida mejor y más sana en un mundo mucho más feliz y disfruta de las recompensas que la naturaleza ofrece.
