¿Cómo saber si tengo botulismo? Síntomas y señales de alerta

El botulismo es una enfermedad poco común entre la población mundial, pero grave en las personas que la padecen.
Está causada por una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum.
Aunque no es frecuente escuchar hablar del botulismo, los pacientes que la padecen pueden presentar síntomas severos que afectan principalmente el sistema nervioso, por lo que se ve afectada su calidad de vida.
Por ello es tan importante detectar a tiempo y de forma temprana esta enfermedad, porque así se puede aplicar con rapidez el tratamiento efectivo y evitar complicaciones que pueden poner en peligro la vida de la persona que sufre la enfermedad.
En este artículo, abordaremos todo lo que necesitas saber sobre el botulismo que es, cómo se origina, cuáles son los alimentos que pueden provocarlo, sus síntomas en adultos y niños, las formas de prevención y las opciones que existen hoy en día de tratamiento.
Pero recuerda que ante cualquier síntoma anormal, es clave acudir al médico cuanto antes.
Índice
¿Qué es el botulismo y cómo se produce?
El botulismo, es una intoxicación muy grave que está provocada por una toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. Esta toxina puede provocar parálisis muscular progresiva.
Esta bacteria se encuentra comúnmente en el suelo, el polvo y ambientes con bajo contenido de oxígeno. Cuando las condiciones son adecuadas, por ejemplo, en alimentos mal conservados, la bacteria puede multiplicarse y producir toxinas.
La infección puede aparecer tras el consumo de alimentos contaminados o, en casos menos frecuentes, por contacto con heridas abiertas o en el intestino de lactantes.
Tipos de botulismo
Existen diferentes tipos de botulismo, y cada uno de ellos tiene sus propias características particulares:
- Botulismo alimentario: es el tipo más común. Se contrae al comer alimentos que están contaminados.
- Botulismo infantil: afecta principalmente a bebés menores de un año. La bacteria se instala en el intestino y produce la toxina dentro del cuerpo del bebé.
- Botulismo por heridas: ocurre cuando la bacteria entra en una herida y produce toxina en el sitio.
- Botulismo iatrogénico: relacionado con un uso inapropiado de toxinas botulínicas con fines médicos o estéticos.
- Botulismo por inhalación: extremadamente raro y generalmente relacionado con exposiciones en laboratorios.
¿Qué alimentos pueden provocar botulismo?
Una de las preguntas más importantes para prevenir esta enfermedad es: ¿el botulismo qué lo provoca?
Y la respuesta es que los alimentos contaminados son la principal causa en la mayoría de los casos.
Entre los productos más asociados con el botulismo alimentario se encuentran:
- Conservas caseras de vegetales, como pimientos, espárragos y judías verdes.
- Pescados mal conservados, especialmente el atún en conserva, lo que ha dado lugar a alertas sanitarias como los casos recientes de atunes botulismo en Europa.
- Embutidos mal curados o ahumados.
- Miel (especialmente peligrosa para los bebés por su posible contenido en esporas).
- Alimentos enlatados industrialmente que presentan abolladuras, fugas o inflado en la tapa.
El riesgo de transmisión alimentaria es mucho mayor cuando no se manipulan los alimentos correctamente o cuando no se lleva a cabo una buena higiene en su preparación.
Síntomas del botulismo en adultos y niños
Los síntomas del botulismo pueden aparecer entre las 6 horas y las 36 horas después de haberse producido la intoxicación.
En adultos
Los principales síntomas incluyen:
- Visión doble
- Visión borrosa.
- Dificultad para hablar.
- Dificultad para tragar.
- Debilidad muscular que empieza en la cara y se va trasladando al resto del cuerpo.
- Párpados caídos.
- Sequedad en la boca.
- Dificultad para respirar en fases avanzadas.
En bebés (botulismo infantil)
Los síntomas en bebés son mucho más sutiles que en los adultos, debidos a la corta edad del paciente afectado.
Algunos de ellos son:
- Estreñimiento persistente.
- Dificultad para succionar y alimentarse.
- Llanto débil.
- Flacidez generalizada.
- Letargo o somnolencia excesiva.
El botulismo infantil requiere atención médica inmediata, ya que puede evolucionar rápidamente hacia insuficiencia respiratoria.

Cómo prevenir el botulismo
Para revenir esta enfermedad es necesario tomar buenas medidas de higiene y conservación:
- Evitar conservas caseras mal esterilizadas. Usa técnicas de presión y calor adecuadas al preparar alimentos en casa.
- No consumir alimentos de latas hinchadas o que estén dañadas.
- Refrigerar los alimentos después de abrir los envases.
- Evitar dar miel a niños menores de 1 año. No es nada aconsejable.
- Evitar almacenar alimentos preparados a temperatura ambiente durante mucho tiempo.
- Revisar lotes y alertas sanitarias, especialmente en productos cárnicos o del mar como los atunes botulismo que han generado casos recientes de intoxicación.
La higiene personal, el lavado de manos y utensilios, y la correcta cocción son también prácticas fundamentales para evitar cualquier tipo de botulismo alimentario.
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Tratamiento del botulismo
El tratamiento del botulismo dependerá del tipo que presente cada paciente y de la gravedad de cada caso en concreto.
Pero lo que todos tienen en común es que es fundamental detectarlo con rapidez para poder actuar cuanto antes.
Los principales tratamientos que el médico valorará poner en funcionamiento son:
- Antitoxina botulínica: neutraliza la toxina si ésta aún no ha sido absorbida por el cuerpo. Es muy eficaz, pero se debe administrar en las primeras 24-48 horas tras la contaminación.
- Hospitalización y cuidados intensivos: en casos de insuficiencia respiratoria, puede requerirse ventilación mecánica.
- Antibióticos: sólo en casos de botulismo por heridas. No se recomiendan para el botulismo infantil.
- Rehabilitación neuromuscular: la recuperación puede tardar semanas o meses, y puede requerir fisioterapia.
El diagnóstico precoz y el tratamiento inmediato son imprescindibles para evitar que se produzcan secuelas graves o incluso que el paciente pueda morir.
Conclusión
El botulismo es una enfermedad que debe tomarse muy en serio puesto que, aunque es raro que se produzca, puede tener consecuencias graves en los pacientes que lo padecen, incluso provocar su muerte.
Su origen es bacteriano, y los efectos se desarrollan sobre el sistema nervioso con rapidez, por lo que se trata de una urgencia médica.

Si tú o alguien cercano presenta síntomas que inducen a pensar que podría estar afectado, es de vital importancia que vayáis a urgencias para ser diagnosticados por un médico. Y es que la detección temprana puede marcar la diferencia entre una recuperación total o complicaciones de por vida.
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Fuentes consultadas
- Sobel, J. (2005). Botulism. Clinical Infectious Diseases, 41(8), 1167–1173.
- Arnon, S. S., Schechter, et al. (2001). Botulinum toxin as a biological weapon: medical and public health management. JAMA, 285(8), 1059–1070.
- Mayo Clinic. (2023). Botulism.
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2023). Botulismo.