¿Qué es la tosferina y cómo proteger a tu familia?

La tosferina es una enfermedad respiratoria infecciosa que, aunque puede afectar a personas de todas las edades y géneros, es especialmente peligrosa para los más pequeños. Esto se debe a que no tienen aún un sistema inmunológico completamente desarrollado y, en ciertas edades, están a la espera de recibir las vacunas necesarias para luchar contra diversas infecciones.
Para ayudarte a identificar los síntomas y que te mantengas alerta, es esencial saber qué es la tosferina y cómo se transmite.
A continuación, desde Aegon, vamos a explicarte qué es y qué tratamientos puedes tomar para curar la tosferina.
Índice
¿Qué es la tosferina y cómo se transmite?
Entender qué es la tosferina puede ayudar a prevenirla y tratarla a tiempo para evitar posibles complicaciones o secuelas.
La tosferina es una infección respiratoria provocada por bacterias, por lo que el contagio de la tosferina suele darse a través del aire por estar en contacto con personas contagiadas.
Síntomas de la tosferina en bebés y adultos
Los síntomas de la tosferina no son iguales en todos los pacientes, los factores más determinantes para ellos son la edad y el estado inmunológico de cada uno, por lo que la gran diferencia es cómo se presenta en adultos y en bebés.
En el caso de los niños, especialmente de los bebés menores de seis meses:
- La tos puede no estar presente, pero hay que prestar especial atención a la respiración, ya que pueden sufrir apneas y tener un color azulado en la piel, debido a la falta de oxígeno.
- El bebé puede tener dificultad para alimentarse.
- Un aumento del cansancio y la aparición de un llanto débil.
Que los bebés no puedan comunicarnos claramente su estado, hace que sea esencial estar muy atento a cualquier cambio, para evitar que la tosferina avance y se agrave.
Por otro lado, los síntomas de la tosferina en adultos, especialmente en la fase inicial, pueden confundirse con otras infecciones, como con una gripe leve:
- Fiebre leve, con ataques prolongados de tos en su estado inicial.
- Si continúan evolucionando los ataques de tos se alargan, llegando a provocar vómitos o ahogos.

Fases de la enfermedad
Una vez el paciente está contagiado de tosferina, la enfermedad se desarrolla en tres fases diferenciadas, cada una de ellas con unos síntomas y duraciones distintas:
- Fase catarral: Es la etapa más corta en duración, que puede llegar a las 2 semanas y puede confundirse con un simple resfriado. Se presenta mucosidad, tos ligera y fiebre leve. Esta fase, pese a ser la más contagiosa, es difícil de identificar, ya que los síntomas son muy similares a otras enfermedades comunes en niños.
- Fase paroxística: Con una duración de entre 2 y 6 semanas, los ataques de tos se intensifican, llegando a provocar vómitos y agotamiento. En el caso de los bebés, al ser más grave, pueden aparecer problemas respiratorios.
- Fase de convalecencia: La fase final de la enfermedad, puede prolongarse hasta durar diversos meses mientras los síntomas se van reduciendo paulatinamente. Durante esta etapa de la tosferina, hay que mantener la alterta para evitar complicaciones y posibles secuelas.
¿Es contagiosa?
Como indica su propia definición, sí, la tosferina es una enfermedad infecciosa con una alta tasa de contagio especialmente en personas sin vacunar.
En la primera fase de la enfermedad se presenta una sintomatología leve, sin embargo el nivel de contagio está en su máximo, complicando el control de los brotes en centros como por ejemplo las escuelas.
Como los bebés y los niños son los pacientes que más pueden sufrir los efectos, en el caso de que la aparición de tosferina en adultos, es una medida clave prevenir al máximo el contacto si tenemos sospechas.
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Prevención: vacunas y medidas en casa
La herramienta más eficaz para prevenir esta enfermedad es la vacuna triple bacteriana. Se incluye en el calendario de vacunación infantil y protege diversas enfermedades, como por ejemplo, la difteria, además de la tosferina. Gracias a esto, se ha logrado reducir significativamente la enfermedad, aunque no ha desaparecido por completo.
Es muy beneficioso conocer los tipos de vacunas disponibles, ya que hay distintas formulaciones para niños, adolescentes, embarazadas y adultos. De hecho, en algunos casos puede ser recomendable una dosis de refuerzo de algunas vacunas. Si vas a visitar un país como Tailandia, por ejemplo, es conveniente consultar el calendario de vacunas para Tailandia para asegurarse de contar con la protección necesaria.
Es muy importante para las personas que quieran ser madres, conocer los casos de tosferina en el embarazo. Las autoridades sanitarias recomiendan vacunar a todas las embarazadas entre las semanas 27 y 36 de gestación. Con esto, se busca que el bebé, mientras se encuentra en el útero materno reciba a través de la placenta los anticuerpos, para que esté protegido hasta que llegue a la edad de poder empezar a recibir vacunas.
Otras medidas útiles en casa incluyen:
- Ventilar las habitaciones con frecuencia
- Evitar el contacto directo con personas enfermas
- Mantener una buena higiene de manos
- Usar mascarilla si hay síntomas respiratorios
- Evitar el humo del tabaco, especialmente en presencia de niños
Y aunque no es una solución mágica, algunos estudios muestran que la inmunidad cruzada entre ciertas enfermedades podría ofrecer cierta protección indirecta contra la tosferina, aunque esto aún se investiga.

Tratamientos y cuándo buscar ayuda médica
En el caso de ser diagnosticado con tos ferina, el tratamiento a seguir es con antibióticos, teniendo en cuenta que si se inicia el tratamiento durante la fase del catarro, es más probable que la evolución sea más favorable y el riesgo de contagio se vea disminuido.
Por otro lado, en la segunda fase, la paroxística, a pesar de estar tomando los antibióticos, los síntomas no se reducen, lo que se logra es la reducción del contagio.
En bebés, sobre todo si tienen menos de tres meses, es frecuente que requieran hospitalización para monitorizar su respiración y asegurar una buena oxigenación.
Aunque con el uso de antibióticos, puede tratarse desde casa, es esencial estar atento a los síntomas y a los posibles cambios, y en caso de que ocurra alguna de las siguientes situaciones, no dudes en buscar ayuda médica:
- Si tras el ataque de tos hay vómitos.
- Si la tos continúa igual tras días de tratamiento.
- En el caso de que el paciente sea un bebé, presenta un color azulado en la piel o tiene dificultad respiratoria.

Recuerda que lo más importante es realizarse controles en todos los aspectos de la salud, por eso mismo ante la aparición de alguna señal de alarma, no dudes en acudir a tu doctor.
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Fuentes: