Volver

Aterosclerosis: cómo detectarla y tratarla a tiempo

Hombre con dolor fuerte en el pecho, síntoma de la aterosclerosis

La aterosclerosis es una de las enfermedades más silenciosas y peligrosas del sistema cardiovascular. 

Aunque se desarrolla lentamente, sus consecuencias pueden ser graves si no se detecta y trata a tiempo. 

Tu Seguro médico completo, sin copagos, con máximas coberturas y hospitalización 100% incluida

A continuación, desde Aegon, vamos a explicarte qué es la aterosclerosis, sus causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y cómo prevenirla con hábitos saludables.

¿Qué es la aterosclerosis?

La aterosclerosis es un trastorno que afecta a las arterias, los vasos sanguíneos que transportan la sangre rica en oxígeno desde el corazón hacia el resto del cuerpo. 

Con el paso del tiempo, grasas, colesterol o calcio pueden acumularse en las arterias, formando lo que se conoce como “placas”. 

Estas placas estrechan el espacio por donde circula la sangre, dificultando su paso y reduciendo el aporte de oxígeno a los órganos. Lo que conlleva signos de malestar y posibles enfermedades en el paciente que lo está padeciendo. 

Cuando la circulación se ve muy limitada o una placa se rompe, pueden producirse complicaciones graves como infarto, ictus o enfermedad arterial periférica. 

Por eso, conocer qué es la aterosclerosis y cómo se desarrolla resulta clave para detectarla a tiempo.

¿Cómo se diferencia de la arterioesclerosis?

A menudo se confunden los términos aterosclerosis o arterioesclerosis, pero en realidad no significan lo mismo.

  • La arterioesclerosis es un concepto general que describe el endurecimiento y pérdida de elasticidad de las arterias, algo que puede ocurrir con la edad o por diferentes causas.
  • La aterosclerosis, en cambio, se refiere a un tipo específico de ese proceso, en el que la acumulación de grasa y colesterol dentro de la pared arterial da lugar a las placas.

En resumen, la arterioesclerosis es el fenómeno global de rigidez arterial y la aterosclerosis es una de sus formas más comunes y peligrosas, porque implica obstrucción y daño inflamatorio en el interior de las arterias.

Causas principales de la aterosclerosis

No hay una única causa responsable de la aterosclerosis, sino un conjunto de factores que, combinados, van deteriorando lentamente los vasos sanguíneos. 

Entre los más frecuentes se encuentran:

  • Colesterol elevado: cuando el colesterol LDL aumenta, tiende a depositarse en las paredes arteriales.
  • Presión arterial alta: la tensión elevada daña el endotelio, la capa interna que protege las arterias.
  • Tabaquismo: las sustancias del tabaco inflaman y endurecen los vasos, además de reducir el oxígeno en sangre.
  • Diabetes y resistencia a la insulina: los altos niveles de glucosa alteran la estructura y función de las arterias.
  • Sedentarismo y obesidad: el exceso de peso y la falta de actividad física favorecen el desequilibrio de grasas en sangre.
  • Estrés crónico: eleva hormonas que pueden influir en el metabolismo del colesterol y la presión arterial.
  • Factores hereditarios: tener antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular aumenta el riesgo.

En los últimos años, varios estudios han encontrado que algunas bacterias intestinales producen una molécula en el intestino que favorece la inflamación de las arterias. 

Este descubrimiento ha llevado a considerar la salud intestinal como un nuevo actor en la prevención cardiovascular.

Síntomas de la aterosclerosis

Una de las características más engañosas de esta enfermedad es que puede avanzar durante años sin causar molestias. 

Sin embargo, cuando las arterias se estrechan de forma importante o se bloquean, aparecen señales cuya gravedad depende del lugar afectado.

Los síntomas de la aterosclerosis más habituales incluyen:

  • En el corazón: presión o dolor en el pecho (angina), dificultad para respirar, fatiga o palpitaciones.
  • En el cerebro: mareos, pérdida repentina de fuerza, problemas para hablar o visión borrosa.
  • En las piernas: dolor o calambres al caminar que desaparecen al descansar, un signo característico de aterosclerosis piernas.
  • En los riñones: aumento de la presión arterial o deterioro progresivo de la función renal.

Estos síntomas suelen ser un aviso de que las arterias ya presentan daño avanzado, por lo que acudir al médico de inmediato puede evitar complicaciones graves como un infarto o un accidente cerebrovascular.

Diagnóstico y pruebas médicas recomendadas

Detectar la aterosclerosis antes de que aparezcan síntomas es la mejor estrategia para controlarla. El diagnóstico combina una evaluación clínica completa con diferentes pruebas.

  1. Historia clínica y exploración física: el médico analiza los antecedentes familiares, los hábitos de vida y los posibles factores de riesgo. Además, examina los pulsos y busca signos de mala circulación.
  2. Análisis de sangre: sirven para medir los niveles de colesterol, triglicéridos, glucosa y marcadores inflamatorios.
  3. Electrocardiograma: detecta alteraciones en el ritmo cardíaco que pueden estar relacionadas con falta de riego en el corazón.
  4. Ecografía Doppler: permite observar el flujo sanguíneo y detectar obstrucciones en arterias de cuello o extremidades.
  5. Pruebas de imagen (TAC o resonancia): muestran el grado de estrechamiento y calcificación arterial.
  6. Índice tobillo-brazo: compara la presión arterial entre brazos y piernas, útil para identificar enfermedad arterial periférica.

Estas pruebas ayudan a valorar el alcance de la enfermedad y a diseñar un tratamiento adaptado a cada caso.

 💡 Nuestro seguro de salud cuenta con las mejores coberturas sanitarias y acceso a un cuadro médico con más de 50.000 especialistas.   

Tratamiento de la aterosclerosis

El tratamiento de la aterosclerosis busca frenar la progresión de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones. 

Se basa en tres pilares: cambios en el estilo de vida, medicación y, en casos graves, procedimientos médicos.

1. Cambios en los hábitos

Adoptar una rutina saludable es la herramienta más poderosa contra la aterosclerosis:

  • Comer de forma equilibrada, con frutas, verduras, legumbres y grasas saludables como el aceite de oliva o los frutos secos.
  • Reducir el consumo de ultraprocesados, azúcar y grasas trans.
  • Realizar actividad física de manera regular: caminar al menos 30 minutos al día mejora la circulación y el metabolismo.
  • Mantener un peso adecuado, dormir bien y controlar el estrés.
  • Dejar el tabaco por completo.

2. Tratamiento médico

Cuando los cambios de hábitos no son suficientes, el especialista puede recetar:

  • Estatinas u otros fármacos para reducir el colesterol.
  • Medicamentos antihipertensivos si existe presión alta.
  • Antiplaquetarios (como aspirina) para evitar coágulos.
  • Tratamiento para la diabetes, en caso de niveles elevados de glucosa.

3. Procedimientos intervencionistas

Si la obstrucción es muy severa, se pueden realizar técnicas como la angioplastia (colocación de un stent) o una cirugía de bypass para restablecer el flujo sanguíneo. 

Estas intervenciones suelen aplicarse en arterias coronarias o periféricas.

En algunas situaciones, la aterosclerosis puede provocar un aneurisma, una dilatación anormal de una arteria que requiere atención médica urgente.

Hombre realizando ejercicio físico como medida preventiva contra la aterosclerosis

Prevención y cuidados para evitar su progresión

Prevenir la aterosclerosis es mucho más sencillo que tratar sus consecuencias. 

Algunas de las medidas más eficaces son:

  • Seguir una dieta cardiosaludable: rica en fibra, frutas y verduras, y baja en sal y azúcares.
  • Practicar ejercicio físico de forma constante, al menos cinco días por semana.
  • Evitar el tabaco y moderar el alcohol.
  • Controlar la tensión, el colesterol y la glucosa con revisiones periódicas.
  • Cuidar la salud intestinal, ya que la microbiota puede influir en la formación de placas.
  • Reducir el estrés mediante técnicas de relajación, respiración o meditación.

Pequeños cambios sostenidos en el tiempo tienen un impacto enorme en la salud arterial y reducen la probabilidad de sufrir complicaciones cardiovasculares.

El seguro de salud con las máximas coberturas para ti y los tuyos al precio que buscas
Calcula tu precio

Conclusión

La aterosclerosis es una enfermedad grave, progresiva pero prevenible. Conocer sus causas, prestar atención a los síntomas de la aterosclerosis y adoptar hábitos saludables son pasos decisivos para mantener las arterias limpias y funcionales. L

a detección temprana y el cuidado diario son las mejores herramientas para proteger tu corazón y tu bienestar a largo plazo.

Fuentes:

NIH

Organización Mundial de la Salud

Medline Plus

Mayo Clinic

Clínica Universidad de Navarra

Etiquetas:
Aegon

Aegon es uno de los mayores grupos aseguradores del mundo, fundado en Holanda hace más de 160 años, cuenta con una plantilla de más de 29.000 empleados en todo el mundo. Esta variedad de culturas aseguradoras nos ha permitido conocer, y mejorar la gama de productos y servicios ofrecidos a nuestros clientes durante más de 30 años en España.

Nuestra misión es ayudar a personas a proteger lo que más importa durante toda su vida.