Esclerosis múltiple: qué es y síntomas
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y autoinmune que afecta al sistema nervioso central (cerebro y espina dorsal) y cuyo avance, gravedad y síntomas, varían según la persona, sin poder predecirse.
Índice
- 1 ¿Qué es la esclerosis múltiple?
- 2 ¿Qué causa la esclerosis múltiple?
- 3 Síntomas de la esclerosis múltiple
- 4 ¿Cómo se diagnóstica la esclerosis múltiple?
- 5 Formas de evolución de la esclerosis múltiple
- 6 Esperanza de vida en la esclerosis múltiple
- 7 Últimos avances sobre la esclerosis múltiple
- 8 Concienciación sobre la esclerosis múltiple
- 9 Prevención
¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple es la enfermedad neurológica más frecuente entre adultos jóvenes, diagnosticándose habitualmente entre los 20 y 40 años. Como decíamos al inicio, sus síntomas varían mucho según el caso y la gravedad. Pueden aparecer y desaparecer, manifestarse en diferentes grados de gravedad y darse a través de distintas combinaciones. La esclerosis múltiple puede variar desde muy leve e intermitente hasta continuamente progresiva.
De hecho, algunas personas diagnosticadas con esclerosis múltiple padecen pocos ataques y acumulan poca o ninguna discapacidad a lo largo del tiempo. De ahí la importancia de valorar y analizar la enfermedad según el individuo.
Dentro de lo imprevisible de la enfermedad, algunos de sus síntomas más comunes están relacionados con el padecimiento de:
- Vértigo, fatiga y hormigueos
- Falta de equilibrio y adormecimiento
- Alteraciones visuales, cognitivas y urológicas
- Dificultades del habla
- Temblores y debilidad de los miembros
Puesto que la esclerosis múltiple afecta de manera muy diferente a cada persona, resulta muy complicado tener que generalizar sobre las discapacidades a las que conlleva en cuestión de movilidad.
La esclerosis múltiple también puede afectar directamente a la memoria y provocar dificultades para la concentración. Y en algunos casos también se asocian a la enfermedad cambios en el estado anímico, haciendo que las personas sean más susceptibles a sufrir una depresión.
¿Qué causa la esclerosis múltiple?
Pero, ¿cuál es su origen? Las causas que originan la esclerosis múltiple se desconocen, si bien hay indicios para considerarla una enfermedad autoinmune, por la cual el sistema inmunológico ataca a sus propias células sanas. En este caso, las defensas del paciente atacan directamente a la mielina o materia blanca del cerebro; un tejido adiposo que sirve para proteger la fibra nerviosa del sistema nervioso central. Esto conlleva la perdida de habilidad de los nervios para conducir los impulsos eléctricos desde y al cerebro, produciendo la aparición de síntomas.
Síntomas de la esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple puede provocar muy pocos síntomas o síntomas muy leves, y pueden remitir completamente durante largos periodos de tiempo (remisión), pero también pueden presentarse brotes con síntomas de mayor intensidad.
La esclerosis múltiple puede presentar alguno de los siguientes síntomas, aunque la mayoría de los pacientes solo experimenta alguno de ellos:
- Fatiga: presente en aproximadamente el 80% de las personas con esclerosis múltiple. Puede interferir notablemente con las actividades diarias y ser el síntoma más importante en personas que, por lo demás, no padecen otros problemas derivados de la enfermedad.
- Disfunciones intestinales o de la vejiga: se ha calculado que las alteraciones en el funcionamiento de la vejiga afectan al 80% de los pacientes con esclerosis múltiple, pero suelen manejarse con medicación. El estreñimiento es otro síntoma típico, que puede manejarse con dieta, actividad física y medicación.
- Debilidad: puede resultar del deterioro de los músculos o del daño a los tejidos nerviosos que estimulan los músculos. Se puede manejar con técnicas de rehabilitación y diversas estrategias de apoyo para facilitar la vida diaria.
- Mareo y vértigo: se puede experimentar sensación de falta de equilibrio o vértigo.
- Dolor: los síndromes dolorosos son relativamente frecuentes como síntomas de esclerosis múltiple. En un estudio, el 55% de los pacientes declararon haber sufrido dolor “en grado clínicamente significativo” en algún momento, y casi la mitad padecía dolor crónico. El dolor de los pacientes con EM puede manifestarse como dolor neuropático (causado por el daño que la EM provoca en el sistema nervioso) o como dolor musculoesquelético en la espalda, el cuello o las articulaciones causado de forma indirecta por las dificultades para moverse que sufren algunos pacientes.
- Entumecimiento y hormigueo: el entumecimiento del rostro, el cuerpo o las extremidades es muchas veces el primer síntoma que experimentan las personas que finalmente son diagnosticadas.
- Espasticidad: este síntoma de esclerosis múltiple consiste en una sensación de rigidez y una variedad de espasmos musculares involuntarios. Puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, pero es característica en las piernas.
- Problemas de movilidad: guardan una estrecha relación con otros síntomas, como la debilidad, la espasticidad y la afectación del sentido del equilibrio, que pueden tener consecuencias en la movilidad. Además de la terapia de rehabilitación, hay medicamentos que pueden ayudar a controlar estos problemas.
- Problemas de visión: para muchas personas, es el primer síntoma de esclerosis múltiple: visión borrosa, falta de contraste o apreciación del color, así como dolor.
- Cambios cognitivos y de aprendizaje: hace referencia a un amplio espectro de funciones cerebrales que afecta a más de la mitad de los pacientes con esclerosis múltiple. Puede manifestarse en dificultades para asimilar información, organizarla o resolver problemas, centrar la atención o percibir lo que ocurre alrededor con precisión.
- Disfunciones sexuales: son bastante frecuentes en la población general, y también en personas que viven con esclerosis múltiple. En estos síntomas influye tanto la actividad de la enfermedad en el sistema nervioso como los factores psicológicos.
Otro síntoma de la esclerosis múltiple, aunque menos frecuente, es:
- Dificultad al tragar o hablar: la dificultad para tragar, denominada disfagia, es consecuencia de lesiones en los tejidos nerviosos que controlan los músculos de la garganta y la boca. Lo mismo ocurre con los síntomas de esclerosis múltiple que afectan al habla. También guardan relación con la fatiga cuando esta
¿Cómo se diagnóstica la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple está presente en todo el mundo (con más de 2.3 millones de personas afectadas) siendo una de las enfermedades neurológicas más comunes entre la población de 20 a 40 años. Se trata de una enfermedad en la que no es fácil el diagnóstico.
No existe ningún examen neurológico o prueba que pueda por sí sola confirmar o descartar una esclerosis múltiple, de ahí que su diagnóstico definitivo pueda conllevar varios meses. Se realiza por la historia clínica y teniendo en cuenta que la resonancia magnética (RM) ha sido la técnica con mayor impacto en su diagnóstico.
Formas de evolución de la esclerosis múltiple
Como ya hemos mencionado a la hora de hablar de los síntomas de la esclerosis múltiple, existen diferentes formas de presentación de la enfermedad. Principalmente se diferencian tres formas:
- Formas recurrentes-remitentes: cuando se producen periodos de recaídas seguidos de otras etapas estables. Generalmente estas recaídas se deben a una nueva lesión en el sistema nervioso central. La recuperación tras la caída puede ser total o parcial.
- Formas secundariamente progresivas: los pacientes empeoran de forma progresiva independientemente de que tengan o no recaídas.
- Formas primariamente progresivas: en estos casos el paciente no ha sufrido recaídas sino un aumento paulatino de su discapacidad.
Esperanza de vida en la esclerosis múltiple
La esperanza de vida es de unos 25 años tras el diagnóstico de la enfermedad, aunque es importante señalar que existen bastantes diferencias individuales. La supervivencia depende del grado de discapacidad que adquiere cada persona, siendo menor cuanto mayor es el grado de discapacidad. Por ello la atención médica es una prioridad en estos casos, para prolongar la vida y mejorar su calidad.
Además hay que destacar que se puede continuar realizando las actividades que solíamos realizar antes de este diagnóstico. Se ha demostrado que un 70% de los pacientes están en condiciones de trabajar en los primeros 5 años, aunque este porcentaje se reduce al 35% al cumplirse los 20 años de la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad. Esto se debe a que esta enfermedad afecta con severidad variable a la marcha y el equilibrio, teniendo como consecuencia un deterioro en la movilidad y requiriendo por ello ayudas para caminar.
Según datos recogidos por algunos estudios estadísticos, 2 de cada 3 pacientes pueden convivir con la enfermedad siendo capaces de caminar durante toda su vida, mientras otros pacientes acaban necesitando valerse de un bastón u otro tipo de apoyo, como una silla de ruedas.
Consejos prácticos para mejorar la calidad de vida
Si tienes esclerosis múltiple, te ofrecemos una serie de consejos que pueden ayudarte a mejorar tu calidad de vida:
- En el plano laboral, es necesaria una adaptación del puesto de trabajo a la nueva condición física, reduciendo horarios y esfuerzo físico.
- Aprender a reconocer nuestros propios límites puede ser de gran ayuda para mantener un grado de actividad acorde en el trabajo, estudios, vida social y aficiones.
- Establecer visitas periódicas al neurólogo para hacer un seguimiento de tu enfermedad. Es muy importante que tengas plena confianza en tu médico: Si no recibes la información o el trato necesarios para tu tranquilidad, cambia de especialista.
- El aislamiento es un mal compañero. Apóyate en tus amigos y familia y también en asociaciones de personas afectadas, ya que su experiencia personal te puede servir de gran apoyo.
- Mantén una dieta equilibrada, ejercicio físico moderado (natación o caminar) y evita los cambios bruscos de temperatura. Estas recomendaciones pueden mejorar la fatiga y debilidad tan habituales en la EM.
Actualmente los pacientes de esclerosis múltiple conviven con la enfermedad usando fármacos paliativos de los síntomas y también gracias a la ayuda de grupos multidisciplinares que prestan apoyo a los pacientes. En estos grupos se trabaja en el aspecto anímico y psicológico de la enfermedad, enseñando a los pacientes a mejorar diversos aspectos de su día a día.
Últimos avances sobre la esclerosis múltiple
En los últimos años se han producido una serie de avances muy esperanzadores para las personas que sufren esclerosis múltiple. Actualmente los pacientes de la enfermedad conviven con ella usando fármacos paliativos de los síntomas y con la ayuda de grupos multidisciplinares que prestan apoyo a los pacientes, trabajando en el aspecto anímico y psicológico de la enfermedad y enseñándoles a mejorar diversos aspectos del día a día.
Factores que podrían afectar
Entre dichos avances encontramos diversas investigaciones que han concluido que factores ambientales como las infecciones, el consumo de sal, el tabaco y los niveles de vitamina D afectan al desarrollo de la esclerosis múltiple y al curso de la enfermedad.
Del mismo modo los cambios estacionales afectan en la actividad de la enfermedad. Varios estudios han descubierto que la inflamación es mayor en las estaciones de primavera y verano.
Avances en tratamientos
Hasta el momento no existía ningún tratamiento capaz de detener, ralentizar o frenar el avance de las formas progresivas de la Esclerosis Múltiple. Las personas afectadas por este tipo de EM solo tenían a su disposición tratamientos sintomáticos y rehabilitadores para paliar los efectos adversos provocados por la enfermedad, y no existía ninguno capaz de modificar su curso.
Sin embargo un estudio evidencia que existe un fármaco que consigue disminuir la progresión de la discapacidad provocada por la esclerosis múltiple progresiva, lo cual podría suponer un auténtico cambio en la vida de las personas que conviven con esta enfermedad.
Cambios genéticos
En los últimos años, estudios genéticos que incluyeron a miles de personas afectadas de todo el mundo han identificado un gran número de cambios genéticos que podrían incrementar el riesgo de padecer esclerosis múltiple. Hoy se conocen más de 110 genes que ya forman parte de la historia de la enfermedad.
Ahora que esos cambios genéticos han sido identificados, los estudios en curso se están concentrando en investigar el papel de esos cambios con más detalle. Dos estudios recientes han hecho justo eso, intentar descubrir pistas que permitan el uso de la genética para predecir el curso clínico de la enfermedad en un paciente, o discriminar entre opciones terapéuticas.
Concienciación sobre la esclerosis múltiple
Según la OMS, los trastornos neurológicos afectan a millones de personas en todo el mundo. El 18 de diciembre este organismo estableció el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple. Un evento ideado para concienciar a la sociedad acerca de las dificultades que supone vivir con esta enfermedad crónica, que ya afecta ya a más de 47.000 personas solo en nuestro país. En estas fechas se recuerda la necesidad de invertir más en su investigación y tratamiento con el objetivo de pode mejorar la esperanza de vida de estos pacientes.
Prevención
Hasta la fecha, no existe una forma conocida de prevenir la esclerosis múltiple de manera definitiva. La causa exacta de la EM no se comprende completamente, lo que dificulta la identificación de medidas preventivas específicas. Sin embargo, se han observado ciertos factores de riesgo y patrones que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad. Aquí hay algunos puntos clave:
- Factores genéticos: Existe una predisposición genética a la EM. Si tienes antecedentes familiares de EM, tu riesgo puede ser ligeramente mayor.
- Factores ambientales: Se ha especulado que la exposición a ciertos factores ambientales, como infecciones virales durante la infancia, la deficiencia de vitamina D y la exposición al tabaco, podría aumentar el riesgo de desarrollar EM en personas genéticamente predispuestas. Sin embargo, no se ha establecido una relación definitiva.
- Sexo y edad: La EM afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres y suele diagnosticarse en adultos jóvenes, generalmente entre los 20 y 40 años.
Dado que no hay una prevención definitiva conocida para la EM, es esencial centrarse en el manejo de la enfermedad una vez que se diagnostica. Los tratamientos y terapias pueden ayudar a controlar los síntomas, prevenir recaídas y retrasar la progresión de la enfermedad. Desde Aegon te recomendamos que si tienes un riesgo genético o estás preocupado por desarrollar EM debido a factores ambientales, es importante hablar con un profesional de la salud.
Con los seguros de Salud Aegon estarás en manos de los mejores profesionales que pueden proporcionarte orientación sobre cómo reducir ciertos riesgos potenciales, como mantener un estilo de vida saludable y evitar el tabaco.