¿Qué es el linfoma de Hodgkin?
Un linfoma es un cáncer que empieza en los linfocitos, que son glóbulos blancos que combaten las enfermedades y forman parte del sistema inmunitario. Esto ocurre cuando los linfocitos anormales se acumulan en los ganglios y vasos linfáticos, así como en otros órganos.
Según informa la Asociación Española Contra el Cáncer, el linfoma de Hodgkin supone un 10% de los linfomas en España, con un diagnóstico aproximado de 8.765 personas y una incidencia mundial de alrededor de 80.000 casos.
Pese a que la gran mayoría de pacientes diagnosticados se curan, sigue siendo un cáncer y, por ello, es necesario un diagnóstico y tratamiento precoz. Así que es imprescindible conocer cuáles son las causas, síntomas y tipos de linfoma de Hodgkin que existen para poder acudir al médico al menor indicio.
A continuación, desde Aegon Seguros, te lo explicamos todo. Porque tu bienestar y el de tu familia son nuestra prioridad.
Índice
¿Qué es el linfoma de Hodgkin?
El linfoma de Hodgkin es uno de los tipos de cáncer con mejor pronóstico en los pacientes, ya que alrededor del 75% pueden curarse tras recibir el tratamiento y más del 90% siguen con vida 10 años después de recibir el diagnóstico.
Pese a ello, existen ciertos casos en los que hay complicaciones, por lo que los expertos siguen estudiando cuáles son los mejores tratamientos y prevenciones para evitar que las personas afectadas sufran dichas complicaciones.
Es un cáncer que afecta a un tipo de glóbulos blancos en concreto, los linfocitos. Las células del sistema linfático empiezan a crecer de forma anormal y es cuando se produce el linfoma, afectando al sistema inmunitario.
Los linfocitos son los encargados de crear los anticuerpos necesarios para que el cuerpo humano cuente con las defensas necesarias para identificar y vencer a los virus o bacterias que puedan atacar y, al crecer de forma anormal, se inflaman los ganglios y no pueden detectar a los microorganismos extraños, por lo que no se generan los anticuerpos.
Los ganglios que suelen verse afectados son los de las axilas, ingles y cuello. Pero que un ganglio esté inflamado no siempre es indicativo de que exista un linfoma, sino que también puede deberse a una infección puntual, por lo que es imprescindible acudir con rapidez a un especialista que analice el porqué de la inflamación y tome las acciones pertinentes según los resultados.
¿Cuáles son los síntomas del linfoma de Hodgkin?
Como se ha nombrado anteriormente, el linfoma de Hodgkin es un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático. Sus síntomas pueden variar según la etapa y la extensión de la enfermedad.
El síntoma más habitual es la aparición de una protuberancia en el cuello, debajo del brazo o en la ingle, que corresponde a un ganglio linfático inflamado. Normalmente son indoloros o sensibles al tacto, aunque pueden ocasionar molestias después de consumir alcohol.
Hay otro tipo de síntomas, llamados síntomas B, que se reproducen en algunos pacientes:
- Los pacientes con linfoma de Hodgkin pueden experimentar fiebre intermitente sin causa aparente.
- Las sudoraciones nocturnas excesivas, especialmente que empapan la ropa de cama, son un síntoma común.
- Los pacientes pueden experimentar pérdida de peso significativa sin una razón aparente.
Otros síntomas generales que se pueden padecer son:
- Fatiga, sensación de cansancio extremo y debilidad persistente.
- Sensación de picazón en la piel sin erupción cutánea visible.
- En casos más avanzados, el linfoma de Hodgkin puede afectar los ganglios linfáticos en el tórax y causar dolor en el pecho o dificultad para respirar.
Es importante destacar que estos síntomas no son exclusivos del linfoma de Hodgkin y pueden ser causados por otras afecciones. Si experimentas alguno de estos síntomas de forma persistente o preocupante, es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir tratamiento en caso de ser necesario. El linfoma de Hodgkin es altamente tratable, especialmente cuando se detecta temprano.
Tipos existentes
La Asociación Española de Oncología Médica recoge los dos tipos y clasificaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace en referencia al linfoma de Hodgkin. Quedando del siguiente modo:
Predominio linfocítico nodular
El linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico nodular representa a una minoría de los pacientes, siendo estos solo el 5% de los casos. Por tanto, es poco común, y su crecimiento es mucho más lento que en el tipo clásico. Las personas afectadas no presentan otro tipo de síntomas o signos en el momento del diagnóstico.
Este tipo se caracteriza por la presencia de células malignas llamadas ‘palomitas de maíz’ y su comportamiento es muy poco agresivo, ofreciendo una respuesta muy favorable ante los tratamientos.
Sin embargo, puede volver a aparecer con los años, por lo que es imprescindible llevar a cabo controles médicos periódicos para poder controlarlo.
Linfoma de Hodgkin clásico
El otro tipo de linfoma de Hodgkin es el clásico, que representa al otro 95% de los casos existentes. Es el más común y se caracteriza por la presencia de células descomunales con varios núcleos celulares, llamadas células de Reed-Sternberg.
El tipo clásico, a su vez, se divide en 4 subgrupos;
- El linfoma de Hodgkin con esclerosis nodular
- El linfoma de Hodgkin con celularidad mixta
- El linfoma de Hodgkin con agotamiento linfocítico
- El linfoma de Hodgkin con predominio en linfocitos
El estudio del tipo está orientado a conocer cuál es la localización exacta del tumor y poder reaccionar según las necesidades de cada uno de ellos, aunque el tratamiento seguirá siendo el mismo e igual de efectivo.
¿Cuál es el pronóstico del linfoma de Hodgkin?
El pronóstico del linfoma de Hodgkin dependerá, principalmente, de la extensión del tumor. Por lo que, para poder acotarlo, se clasifica en diversos grupos según el número de los ganglios, su localización, la afectación de otros órganos y la existencia de síntomas.
Para ello se utiliza la clasificación de Lugano, que divide los linfomas en 4 estadios que sí condicionan el tipo de tratamiento que deberá recibir el paciente:
- Estadio I: Cuando el linfoma afecta a una sola zona o a una sola estructura linfoide
- Estadio II: Cuando afecta a dos o más regiones pero que estas están situadas a un mismo lado del diafragma, es decir del tórax y hacia arriba o del abdomen hacia abajo.
- Estadio III: Cuando el linfoma afecta a regiones ganglionares o estructuras linfoides situadas a ambos lados del diafragma.
- Estadio IV: Cuando el linfoma afecta a más de una zona extra ganglionar, con o sin afectación de los ganglios.
Pero, además, dentro de esta clasificación se vuelven a dividir en la siguiente:
- A. Si no se producen síntomas.
- B. Si se sufre una pérdida inexplicable de peso superior al 10% en 6 meses, si existe una sudoración nocturna excesiva o se tiene fiebre intermitente de más de 38ª.
Y teniendo todo esto en cuenta, el médico recomendará un tratamiento más o menos intenso.
Causas del linfoma
Las causas del linfoma de Hodgkin son las mismas que ante cualquier otro tipo de cáncer, y los médicos siguen investigando cuáles pueden ser las que se enfoquen más hacia este tipo.
Por norma general pueden ser el tabaco, el sobrepeso… todas ellas modificables, aunque también otras que no lo son como la edad, ya que suele ser diagnosticado entre los 15 y los 30 años y en los mayores de 55. Los posibles antecedentes familiares de linfomas, ser hombre, ya que las personas de este género suelen tener más probabilidades, o incluso haber estado infectado anteriormente por el virus Epstein-Barr.
¿El linfoma de Hodgkin tiene cura?
El linfoma de Hodgkin se cura cuando reacciona favorablemente al tratamiento. Y, en la mayoría de los casos, se consigue una remisión completa.
En el caso de existir recaídas, estas serían durante los 2 o 3 primeros años, tras recibir el tratamiento, pero pasados los 5 suelen ser muy raras.
A continuación, abordamos los tratamientos existentes para el linfoma de Hodgkin, así como para las recaídas, pero cabe resaltar que contar con una asistencia médica rápida y de calidad es un elemento decisivo para conseguir remitir completamente la presencia de un linfoma de Hodgkin o cualquier enfermedad o dolencia que aparezca. Por ello, desde Aegon Seguros ponemos a tu disposición los seguros de salud que mejor se adaptan a tus necesidades y a las de tu familia, para que podáis recibir la atención necesaria de un especialista, el acceso a las pruebas diagnósticas y tratamientos médicos pertinentes, segundas opiniones médicas…
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Tratamientos para el linfoma de Hodgkin
El tratamiento del linfoma de Hodgkin depende del estadio y la extensión de la enfermedad, así como de la edad y el estado de salud general del paciente.
El principal tratamiento para la mayoría de los pacientes con linfoma de Hodgkin es la quimioterapia, que consiste en el uso de medicamentos para destruir y evitar que crezcan las células cancerosas. La quimioterapia a menudo se combina con la radioterapia, que utiliza la radiación de alta energía para destruir o dañar las células cancerosas en zonas concretas del cuerpo.
Otro tratamiento para tratar el linfoma de Hodgkin es la inmunoterapia, que ayudan al sistema inmunológico a identificar y atacar las células cancerosas
También es posible realizar terapia dirigida, que utiliza medicamentos que atacan específicamente las características únicas de las células cancerosas, reduciendo el daño a las células normales.
Si el linfoma de Hodgkin resulta resistente al tratamiento, o es recurrente, se puede considerar la realización de un trasplante de células madre que reemplacen las células sanguíneas dañadas por células madre sanas.
El tratamiento para el linfoma de Hodgkin se basa en un enfoque multidisciplinario y puede requerir la colaboración de oncólogos, radioterapeutas y otros especialistas en el cuidado del cáncer. Es importante que los pacientes dispongan de todas las opciones de tratamiento para determinar con el equipo médico el plan más adecuado para su situación específica.
¿Qué pasa si vuelve el linfoma de Hodgkin?
Si el linfoma de Hodgkin regresa después de un período de remisión, se considera una recidiva. La recidiva del linfoma de Hodgkin puede ser una situación complicada y preocupante para los pacientes, pero es importante recordar que existen opciones de tratamiento disponibles para abordar esta situación.
El tratamiento dependerá de factores, como la ubicación y extensión de la recidiva, el tipo de tratamiento previamente recibido y el estado de salud general del paciente.
Se pueden utilizar quimioterapia de salvamento, que trata de diferentes regímenes de quimioterapia más agresivos o combinaciones de medicamentos para tratar de eliminar las células cancerosas. La radioterapia de consolidación es otra opción si la recidiva se limita a área específica para eliminar las células cancerosas de esa zona.
Otra opción es el trasplante de células madre para que las células madre sanas reemplacen las dañadas.
Es importante mencionar que la recidiva del linfoma de Hodgkin no significa necesariamente que el tratamiento previo haya sido ineficaz o que la situación sea desesperada. El manejo de la recidiva del linfoma de Hodgkin requiere un enfoque individualizado, por ello, los pacientes que la experimentan deben trabajar con el equipo médico para determinar el mejor plan de tratamiento basado en su situación específica.