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¿Qué ocurre si aumentan las transaminasas?

transaminasas altas laboratorio

Hay enfermedades y condiciones médicas que pueden impactar en la esperanza y la calidad de vida de quienes las padecen. Las transaminasas son un ejemplo de ello, y pese a que no afectan directamente la esperanza de vida, sí pueden comprometer seriamente la calidad de vida de los pacientes, especialmente cuando su estado de salud empeora. 

A lo largo de este post vamos a hablarte de qué son las transaminasas, en qué consisten y qué tratamientos pueden ayudar a aliviar los síntomas asociados. 

Recuerda que ante cualquier señal de que algo no va bien en tu salud, es crucial consultar a tu médico de confianza para obtener un diagnóstico preciso y así poder iniciar con los tratamientos que sean necesarios. 

¿Qué son las transaminasas?

Las transaminasas, también llamadas aminotransferasas, son enzimas presentes en las células de diferentes órganos, como el corazón, el hígado, los músculos o los riñones. Son enzimas inducibles, es decir, su actividad puede aumentar debido a ciertas hormonas como los glucocorticoides y hormonas tiroideas.

Su función principal es facilitar una reacción entre un aminoácido y un αcetoácido, un proceso que es fundamental en la síntesis de proteínas. 

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En un análisis de sangre de rutina se mide la concentración de transaminasas para poder valorar los niveles presentes de transaminasas. Las transaminasas altas sugieren la presencia de un daño hepático, que suele estar vinculado a diferentes tipos de condiciones como el alcoholismo, la hepatitis B, o la hemocromatosis, por ejemplo. 

Transaminasa AST o GOT

La transaminasa AST, aspartato aminotransferasa, o la transaminasa GOT, transaminasa glutámico oxalacética, son enzimas presentes en varios tejidos, especialmente en el hígado, el corazón y los músculos. Su aumento en sangre está relacionado con diversas causas, como lesiones hepáticas, infarto de miocardio, miopatías o ciertos medicamentos. 

El resultado que se obtiene de la transaminasa AST sirve como indicativo de la evolución de la enfermedad hepática, lo que facilita que los facultativos puedan tomar decisiones más precisas. 

Los valores normales de AST varían entre 8 y 33 U/L, siendo de 8 a 40 en hombres y de 6 a 34 en mujeres.

La transaminasa GOT se usa, también, para establecer el nivel de la lesión cardíaca, como por ejemplo en un infarto de miocardio.

La prueba de transaminasas en sangre puede recomendarse para personas con antecedentes familiares de enfermedad hepática, consumo excesivo de alcohol, obesidad, diabetes y síntomas similares a los de la hepatitis. También puede ser necesaria para monitorear a quienes toman medicamentos con posibles efectos secundarios hepáticos.

Transaminasa ALT o GPT.

La transaminasa ALT o GPT, conocida como alanina aminotransferasa o alanina transaminasa, se encuentra principalmente en las células del hígado y los riñones y ayuda en la conversión de los alimentos en energía. 

Un nivel elevado en sangre puede indicar la presencia de daño hepático provocado por la destrucción de las células hepáticas (hepatocitos). 

Los valores normales en sangre varían en función del sexo del paciente, oscilando entre 4 y 36 unidades por litro (U/L), siendo de 10 a 40 en hombres y de 7 a 35 en mujeres.

 ¿Qué significa tener el GPT alto?

Cuando los niveles de transaminasas GPT están elevados, suele indicar un problema en hígado o riñones, siendo el hígado el más comúnmente afectado. Sin embargo, también podría señalar problemas en el páncreas o la vesícula biliar. 

Entre los trastornos hepáticos que podrían estar causando esto se encuentran condiciones menores como el hígado graso, así como afecciones más graves como la cirrosis o la hepatitis, que implican la inflamación del hígado. Es importante realizar más pruebas médicas para determinar la causa específica y recibir el tratamiento adecuado.

Síntomas de las transaminasas altas

Cuando las transaminasas están elevadas, los síntomas que se experimentan son los asociados con la enfermedad subyacente que las está causando. Por lo tanto, algunas personas pueden no presentar síntomas y descubrir sus niveles altos en un análisis de rutina. Sin embargo, los síntomas comunes que pueden estar relacionados con las transaminasas altas incluyen:

– Náuseas

– Vómitos

 – Fatiga

– Sudoración excesiva

– Orina oscura

– Heces claras

– Ictericia

– Dolor abdominal 

– Sensibilidad en las articulaciones

Es esencial realizar más pruebas para identificar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado, por lo que antes cualquier síntoma que pueda aparecer, hay que acudir al médico para que éste pueda valorar la situación.

¿Cuáles son las patologías más frecuentes con un aumento de transaminasas?

Las patologías relacionadas con el aumento de transaminasas incluyen:

– Hepatitis crónica: Puede ser viral o autoinmune.

– Enfermedades metabólicas: Como la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), vinculada al sobrepeso y al síndrome metabólico.

– Hepatopatías tóxicas: Causadas por sustancias perjudiciales para el hígado.

– Enfermedades del páncreas.

– Tumor hepático.

Las principales pruebas diagnósticas por las que suelen optar los médicos son aquellas no invasivas, pero cuando con ellas no se logra alcanzar un diagnóstico, se puede considerar una biopsia hepática. 

Es fundamental señalar que la hipertransaminasemia asintomática es un motivo común de consulta al hepatólogo y se detecta frecuentemente en análisis por diversas indicaciones.

¿Qué nivel de transaminasas es preocupante?

Tener niveles altos de transaminasas indica la posibilidad de una afección hepática, pero no constituye una enfermedad en sí misma. Estos niveles se pueden evaluar mediante un análisis de sangre que muestra los valores de ALT (Alanina Transaminasas) y AST (Aspartato Transaminasa).

Normalmente, las concentraciones de transaminasas están por debajo de 30-40 UI. Los valores normales en sangre oscilan entre 10 y 40 UI/L en hombres, y de 7 a 35 UI/L en mujeres.

¿Qué se puede hacer para bajar las transaminasas?

Dependiendo de la enfermedad que esté afectando a los niveles de transaminasas, el tratamiento será uno u otro, y dependerá de las decisiones médicas que el experto considere necesarias. 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que muchas de estas afecciones están relacionadas con una mala dieta y hábitos poco saludables, por lo tanto, para reducir los niveles de transaminasas, se sugiere:

– Hacer ejercicio regularmente.

– Evitar alimentos grasos y optar por una dieta rica en frutas y verduras.

– Mantener una dieta equilibrada.

– Beber al menos 2 litros de agua al día.

– Consumir infusiones que ayuden a limpiar el hígado.

– Abstenerse de consumir alcohol, tabaco y drogas.

Es fundamental seguir las recomendaciones médicas y llevar a cabo el tratamiento prescrito por el médico especialista para poder reducir el nivel de las transaminasas

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Identificar la causa de los niveles elevados de transaminasas cuanto antes, permitirá iniciar el tratamiento adecuado y prevenir posibles complicaciones.

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Fuentes:

  • ELSEVIER. M. Brugueraa, JM. Barreraa, F. Corradia, A. Masa. Hipertransaminasemia superior a 400 U/l en adultos atendidos en un hospital terciario. Estudio prospectivo de su etiol.
    DOI: 10.1157/13070378
  • SCIELO. María de los Ángeles Avaria, María de los Ángeles Beytía, Karin Kleinsteuber, Eliana Rodillo, Sylvia Alegría. Aumento de transaminasas: una manifestación de distrofia muscular de Duchenne.
     
  • SCIELO. R.B. Cortés Marina. Del síntoma a la enfermedad: elevación de transaminasas.

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