Pie diabético: causas, síntomas y tratamiento
Enlace copiadoEl pie diabético se da en los pacientes con diabetes mellitus y se estima que un 15% de las personas que sufren esta afección acaban por desarrollar importantes problemas en los pies.
La diabetes en sí misma es una enfermedad que consta de diversos tipos y, en función del tipo y de cada persona, los síntomas pueden ser unos u otros.
A continuación, desde Aegon queremos explicarte todo lo que necesitas saber sobre sobre el pie diabético, para que puedas estar preparado y poder identificar sus síntomas lo antes posible para recibir el tratamiento adecuado.
¡Empecemos!
Índice
¿Qué es el pie diabético?
El pie diabético es cuando empiezan a aparecer úlceras en los pies o se produce una infección o destrucción en los tejidos profundos de los pies, todo ello relacionado con enfermedades intravenosas o una neuropatía.
Aunque el pie diabético puede desembocar en complicaciones serias, hay que tener en cuenta que si el paciente sigue con las indicaciones médicas, realizando controles periódicos con su médico y llevando a cabo un estricto control de su grado de diabetes, el pie diabético tiene fácil prevención y tratamiento.
Causas
El pie diabético aparece a consecuencia de la aparición de unos niveles altos de azúcar en sangre, lo que afecta a la circulación de la sangre en el cuerpo, en este caso, en los vasos sanguíneos y nervios de los pies.
Suele presentarse en pacientes que no están siendo tratados o que no sigan correctamente las pautas de su tratamiento, pero cualquier paciente con diabetes tiene riesgo a padecerlo.
Todo esto acaba derivando en malestar en la zona, dolor, úlceras, y en casos avanzados, la aparición de gangrena, pudiendo provocar la amputación parcial o total de la extremidad.
Síntomas
Los síntomas del pie diabético pueden presentarse de diferentes formas pero hay una serie de síntomas principales que suelen ser comunes:
- Entumecimiento de los pies.
- Hormigueo.
- Pérdida de sensibilidad e incapacidad para percibir cambios de temperatura.
- Dolor, tanto en reposo como al caminar.
- Sequedad y grietas.
- Cambios en el color de la piel.
- Inflamación.
- Incomodidad al caminar
- Infecciones en heridas.
- Úlceras.
- Gangrena
Estos son los principales síntomas de riesgo a los que hay que estar especialmente atento, de todas maneras, ante cualquier malestar o cambio en tus extremidades siempre es recomendable acudir a tu centro médico para realizar una revisión.
Estos síntomas se presentan de forma paulatina, empezando por el hormigueo en la primera etapa de la enfermedad, hasta llegar a las úlceras y gangrena cuando se encuentra en estado avanzado.
Etapas del pie diabético
Las etapas del pie diabético se dividen en 5 grados diferentes y, en cada una de ellos, nos vamos a encontrar con diferentes síntomas, que van a apareciendo en función de la fase de la enfermedad en la que se encuentre el paciente.
Grado 0:
Es la primera etapa de la enfermedad. No se localizan lesiones, pero pueden empezar a sentirse hormigueos, empezar a perder sensibilidad y observar la aparición de grietas.
Grado 1:
En esta fase se observan los primeros síntomas de alerta, como las heridas y su dificultad a la hora de cicatrizar o el dolor. Es en este punto donde se observan las úlceras superficiales y el momento en el que es urgente acudir al médico para que valore la situación y se empiece a llevar a cabo un tratamiento adecuado.
Grado 2:
En esta fase las úlceras profundizan y aparecen las infecciones, que pueden poner en riesgo la extremidad afectada.
Grado 3:
Aparecen abscesos, que son úlceras profundas que afectan al hueso destruyendo los tejidos afectados.
Grado 4:
En el penúltimo grado de la enfermedad aparece la gangrena localizada, requiriendo cirugía y posiblemente la realización de una amputación localizada.
Grado 5:
En el último grado, la gangrena aparece extendida a lo largo del pie, provocando un aumento de las posibilidades de tener que realizar una amputación mayor.
Tratamiento
El tratamiento del pie diabético dependerá de la gravedad en cada paciente. Cuando aparecen las úlceras, el tratamiento pasa por el desbridamiento para eliminar la piel y los tejidos muertos. Además, también puede limpiarse el tejido muerto mediante una jeringa y un catéter, aplicar ciertos aparatos también se utiliza para retirar el tejido e incluso el uso de químicos específicos, pero todo esto ha de ser realizado siempre por un médico experto y especialista.
El uso de antibióticos para tratar las infecciones es necesario, al igual que en algunos casos la intervención quirúrgica es indispensable.
Otro tratamiento que se aplica es el uso de la cámara hiperbárica, que mediante el aumento de la oxigenación consigue reducir los niveles de azúcar, aumentando el flujo sanguíneo para acelerar la recuperación de la lesión.
Es una técnica que, a pesar de ser poco conocida por el público en general, cada vez es más utilizada en casos de pie diabético, mostrando unos resultados muy esperanzadores.
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Medidas de prevención
Tanto para pacientes diabéticos como para el resto de la población, los pies son una parte del cuerpo a la que desgraciadamente no le prestamos la importancia necesaria ni dedicamos los cuidados adecuados. Por eso mismo, te vamos a dar unas pautas básicas para realizar un buen cuidado y prevenir la aparición del pie diabético:
- Revisar los pies de forma diaria en búsqueda de grietas, cortes, cambios en el color de las uñas o la piel, etc..
- Llevar una correcta higiene de los mismos.
- En caso de presentar callos, llagas o cualquier otra afección, acudir a un experto para eliminarlo de forma segura.
- Cortar las uñas con periodicidad y de forma recta, en caso de no saber cómo hacerlo correctamente, siempre puedes acudir a un podólogo.
- El calzado, incluyendo los calcetines, ha de ser el adecuado a tus pies.
- Mantener los pies a una buena temperatura. Protegerlos del sol en verano utilizando crema solar cuando estén expuestos, y en invierno o épocas de frío utilizar calcetines gruesos.
- Mantener una correcta circulación sanguínea. Hacer ejercicios con ellos, mover los pies y los dedos en concreto.
Pero lo más importante de todo, sin duda alguna, es acudir a las visitas médicas con regularidad y que te revisen los pies, incluso si no tienes ningún dolor o molestia. La prevención es siempre la mejor solución con el pie diabético y con cualquier otro tipo de enfermedad o afección que pueda aparecer.
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Fuentes:
