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Artrosis de rodilla: Síntomas, diagnóstico y tratamiento para el dolor articular

dolor provocado por artrosis de rodilla

A lo largo de la vida pueden aparecer enfermedades y dolencias relacionadas con el desgaste o el envejecimiento y la artrosis de rodilla es una de ellas.

Tener un buen diagnóstico facilita que se pueda aplicar el tratamiento adecuado para paliar los síntomas y el dolor, por lo que es fundamental acudir a la consulta médica para que se puedan hacer las pruebas que correspondan antes de que la enfermedad evolucione.

¿Cómo saber si tengo artrosis de rodilla?

La rodilla es una articulación que está formada por el fémur, la tibia, la rótula y el peroné y envuelta por un cartílago articular que los protege. 

Con el paso del tiempo o los sobreesfuerzos, éste cartílago articular se va deteriorando, lo que provoca dolor, rigidez, dificultad para caminar o realizar las actividades cotidianas e incluso una ligera deformidad en la zona. A todos estos síntomas se les llama artrosis de rodilla y debe ser valorada, analizada, diagnosticada y tratada por un médico reumatólogo

Por norma general, la artrosis de rodilla aparece a partir de los 50 años, por lo que se considera una enfermedad degenerativa, pero de forma excepcional también hay jóvenes que pueden sufrirla. La realización de deportes de contacto y/o sobrecarga de forma continuada facilitan la aparición de artrosis en pacientes más jóvenes

Por tanto, para saber si padeces artrosis de rodilla debes tener en cuenta que, inicialmente, el dolor y la rigidez se producen al levantarse tras haber pasado un tiempo sentado, pero que desaparece al volver a ponerse en marcha y, tras caminar un poco más, vuelve a aparecer. 

Si aparecen estos síntomas debes acudir a la consulta médica para que valore el estado de tu rodilla y el cartílago articular y, de este modo, poder saber cuál es el estado del desgaste y tomar las medidas oportunas para cada caso en particular. 

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¿Qué no se debe hacer cuando hay artrosis de rodilla?

Cuando aparece una lesión en la rodilla hay que tratarla correctamente para no provocar más daños innecesarios y si de lo que se trata es de la aparición de artrosis de rodilla, es vital evitar ciertas cosas para que no aumente el dolor, no empeorar la situación y poder llevar a cabo una vida más o menos normal. 

Algunas de las cosas que no deben hacerse cuando se padece artrosis de rodilla son:

  • Hacer ejercicios que provoquen dolor
  • Caminar mucho sin hacer reposo
  • Mantenerse en un estado de sobrepeso
  • Caminar por zonas empinadas o con terreno irregular
  • Utilizar zapatos con tacones altos o que no sujeten bien el pie
  • Permanecer mucho tiempo sentado en una misma posición 
  • Hacer movimientos bruscos
  • Subir y bajar escaleras
  • Estar mucho rato con las rodillas flexionadas
  • Ponerse en cuclillas o incluso arrodillarse
  • Coger peso o hacer sentadillas con peso
  • Hacer giros inesperados mientras los pies se mantienen fijos

¿Qué examen se hace para saber si tengo artritis?

Ante la aparición de cualquier síntoma de los que hemos descrito en el apartado anterior, hay que acudir al médico para que pueda hacer una valoración, hacer las pruebas que sean necesarias y, así, aplicar el tratamiento correcto. 

El examen para saber si existe la artrosis de rodilla es fácil y se basa en:

  • Preguntas del médico sobre los diferentes síntomas que han aparecido.
  • Exploración física de la rodilla con movimientos.
  • Radiografía de la zona en la que el médico podrá ver cualquier signo inconfundible de la aparición de artrosis en la rodilla, como el estrechamiento en el espacio articular, la deformación de los huesos, la aparición de espolones…
  • También se llevará a cabo un análisis de sangre con el que llevar a cabo las pruebas reumáticas.
  • Y, si son necesarias, también se pueden realizar resonancias magnéticas o escáneres para poder determinar cómo están los tejidos blandos.
  • Si con todo esto el médico sigue teniendo algún tipo de duda o prefiere corroborar más en detalle el diagnóstico, también puede solicitar una artroscopia y, así, poder tener una visión más clara. 

¿Cuál es el mejor ejercicio para la artrosis de rodilla?

Existen diferentes ejercicios para la artrosis de rodilla que ayudan a calmar el dolor y evitar que el cartílago articular se deteriore con mayor rapidez. 

El ejercicio, por tanto, es bueno, y es que provoca efectos antiinflamatorios que ayudan a tener una mejor calidad de vida. 

La mejor solución, sin duda, es seguir la orientación del médico especialista y llevar a cabo un programa de ejercicios que esté pensado y efectuado para cada persona y su grado de artrosis.

Este programa debe contar con ejercicios aeróbicos, como nadar, andar, caminar o ir en bicicleta, algunos ejercicios de resistencia y, muy importante, también ejercicios de equilibrio. 

Un paciente que sufre artrosis de rodilla, por norma general, tiene la sensación de que en cualquier momento le va a fallar la rodilla y se va a caer y, por tanto, hacer ejercicios de equilibrio le ayudará a mantener una mejor postura, mayor seguridad y, por supuesto, estabilidad. 

Algunos de los mejores ejercicios que se deben realizar, siempre con aprobación médica, por supuesto, son:

  • Ejercicio 1

Ponerse de puntillas sobre ambos pies.  Mantener la posición durante 30 segundos y volver a poner los pies planos. Repetir este ejercicio 10 veces.

  • Ejercicio 2

Levantar la pierna en extensión para trabajar también el cuádriceps. Para hacer este ejercicio debes tumbarte en el suelo, doblar una de las piernas y mantener el pie en el suelo recto. 

La otra pierna debes mantenerla recta, estirar los dedos del pie mirando hacia arriba y, poco a poco, levantarla.  Cuando esté en el aire, aprieta todos los músculos de la pierna y mantén la posición durante 10 segundos. 

Baja lentamente hasta volver a tocar el suelo. 

Relaja la pierna y descansa por 10 segundos más y repite la operación 10 veces con la misma pierna. 

Cuando termines, cambia y ejercita la otra. 

  • Ejercicio 3

Apretar los muslos uno contra el otro.

Con este ejercicio conseguirás llevar a cabo una contracción estática del muslo y trabajar los abductores. 

El ejercicio es muy sencillo. Y consiste en que debes estirarte en el suelo y doblar las rodillas.

En esta posición coloca una almohada entre las piernas y aprieta durante 5 segundos. Relaja y vuelve a repetir. Así durante 10 veces.

Además, este ejercicio lo puedes hacer sentado también. 

Existen medicamentos para la artrosis de rodilla que ayudan a calmar el dolor y que los médicos recetan a sus pacientes para facilitarles poder mantener una vida normal. Y si, además, se lleva a cabo una dieta sana y saludable y se realizan los ejercicios correctos, los pacientes pueden mantener una buena calidad de vida. 

Una vez realizado un buen diagnostico, además de evitar sobrecarga de rodilla y de fortalecer la musculatura de cuádriceps, isquiotibiales y aductores, puede ser beneficioso el hacer alguna infiltración ocasional de acido hialurónico que nos ayude a ralentizar el envejecimiento articular, pero siempre bajo control médico y sin abusar, ya que dichas infiltraciones no dejan de suponer una pequeña agresión en la propia articulación de la rodilla

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Fuentes:

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