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Herpes zóster: qué es, cómo se contagia y tratamiento

herpes zoster

Culebrilla, fuego de San Antonio… estos son los nombres coloquiales que recibe el herpes zóster en nuestro país, del que todo el mundo en algún momento a lo largo de la vida ha oído hablar y que muchas personas han padecido o padecen.

Pero, ¿qué es exactamente el herpes zóster? ¿Cómo se contagia? Y, sobre todo, ¿cómo se trata?

En Aegon Seguros velamos por tu salud y la de tu familia y por eso, a continuación, te explicamos todo cuanto debes saber sobre el herpes zóster.

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¿Qué es el herpes zóster?

El herpes zóster es una enfermedad que aparece con la reactivación del virus varicela zóster (VVZ). Afecta, principalmente, a los nervios periféricos, ganglios nerviosos y a la piel, causando ampollas muy dolorosas tras producirse ciertas circunstancias en la salud del paciente relacionadas con la disminución de la inmunidad celular, provocada de forma natural por el envejecimiento propio de las personas o como consecuencia a enfermedades o tratamientos que provocan inmunosupresión.

La varicela es la fase aguda de la primera infección con el virus, generalmente en la infancia, y posteriormente el virus permanece inactivo en las fibras nerviosas hasta que se reactiva y produce el herpes zóster.

Esta enfermedad afecta, actualmente, a más del 20% de la población, y aunque puede surgir a cualquier edad, suele aparecer en adultos, principalmente mujeres, mayores de 50 años, según informa el Ministerio de Sanidad de España.

Se estima que 30% de las personas padecerán esta afección en su vida, y el 50% en los mayores de 85 años.

El herpes zóster en niños o adolescentes que cuenten con un sistema inmunitario sano es muy poco frecuente. Y si apareciera, se trataría de una leve erupción cutánea provocada por una infección viral de los nervios de fácil y rápida curación.

Etapas del herpes zóster

Se pueden distinguir tres etapas en la evolución del herpes zóster. Por un lado, la fase prodrómica, que es cuando se lleva a cabo la reactivación del virus y, aunque el paciente pueda iniciar con algún malestar como febrícula, cefalea o malestar general, físicamente no se detecta nada. Esta etapa se sucede entre 48 y 72h antes de la erupción.

La segunda fase es la erupción cutánea, que es cuando aparecen las ampollas y el dolor y, por último, llegado el caso, la fase de las complicaciones, donde la neuralgia post-herpética (NPH) es la secuela más frecuente, aunque también puede ser la pérdida de visión, infecciones en la piel, problemas neurológicos…

Causas, contagio y diagnóstico

Según la Sociedad Española de Medicina Interna, los pacientes que padecen herpes zóster suelen contagiarse en la infancia con la enfermedad que se conoce como varicela. Una vez pasada la varicela, el virus queda latente en el organismo pero ‘dormido’ en los ganglios de los nervios dorsales.

Existen dos causas principales que reactivan al virus:

  1. La alteración de la inmunidad, ya sea por la edad o por situaciones debilitantes como el estrés, la mala nutrición…
  2. La alteración del sistema inmune a través de tratamientos o enfermedades.

El herpes zóster en embarazadas no supone ningún riesgo para el feto, pero es conveniente no tratarlo con los antivirales típicos que se usarían en casos normales.

Es importante saber que la enfermedad en sí no puede contagiarse de una persona a otra pero que sí puede contagiarse el virus varicela-zóster a través del contacto directo con las secreciones de las lesiones de la piel. Por tanto, el enfermo debe evitar que cualquier otra persona toque las lesiones de su piel de ningún modo. Antes de la aparición de las ampollas no se puede contagiar y una vez han secado las ampollas y aparecido las costras, tampoco.

virus de la varicela herpes zoster

Síntomas

Como se ha explicado anteriormente, los síntomas del herpes zóster pueden aparecer 48 o 72 horas antes de la aparición de las ampollas. Y puede aparecer:

  • Febrícula
  • Dolor de cabeza
  • Malestar general
  • Cansancio o inflamación de los ganglios
  • Sensibilidad al tacto
  • Hormigueo
  • Ardor
  • Entumecimiento
  • Picazón

Tras estos posibles síntomas, el herpes zóster se muestra en forma de erupción cutánea, con enrojecimiento y aparición de pequeñas vesículas o ampollas, con dolor, picor o sensación de quemazón.

Posteriormente, las lesiones se transforman en costras, unos 4-5 días más tarde.

¿Dónde se manifiesta?

Su manifestación puede darse en cualquier parte del cuerpo presentándose en forma de un herpes labial, genital, en el torso, en el brazo, la espalda, la barriga, la cara, las piernas o cerca de los ojos o el oído. Aunque las zonas más frecuentes en las que se manifiesta el herpes zóster son el tronco y la zona lumbar.

Se suele resolver de forma espontánea en una semana, aunque a veces se complica con dolor (neuralgia postherpética).

Tratamiento del herpes zóster

El tratamiento para el herpes zóster, según el Ministerio de Sanidad, se basa en mejorar los síntomas que causan dolor en el paciente. Pero, a día de hoy, no existe ningún medicamento que elimine el virus del organismo. Por tanto, el tratamiento consiste en el cuidado de las lesiones y en la ingesta de analgésicos para paliar el dolor y evitar que haya consecuencias.

Pueden usarse antivirales específicos en casos de pacientes ancianos e inmunodeprimidos, pero debe hacerse en fases tempranas para que sean realmente efectivos en la prevención de complicaciones.

Sea como sea, la recomendación de todos los especialistas es acudir, ante la aparición de cualquier síntoma, al médico de cabecera que será quien observará, analizará, valorará la situación y diagnosticará la enfermedad presente.

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La principal medida es la prevención, con la vacunación durante la infancia (15 meses y 4 años).

Con el herpes zóster cada minuto cuenta para evitar el dolor, por eso en Aegon Seguros ponemos a tu disposición un amplio cuadro médico de médicos especialistas que atenderán tus consultas y te ayudarán a mejorar tu salud y la de tu familia.

Preguntas sobre el herpes zóster

¿Es bueno el sol?

No, es recomendable evitar la exposición solar hasta que las lesiones desaparezcan. El sol favorece la aparición de manchas en las zonas afectadas durante el proceso de cicatrización de las heridas provocadas por el herpes zóster.

¿Es peligroso?

El herpes zóster no es una enfermedad que por sí sola ponga en riesgo la vida del paciente. Pero es importante que el médico lleve a cabo un control del proceso del virus para poder evitar complicaciones que sí puedan resultar peligrosas para mantener una vida sana.

El herpes zóster es una enfermedad que puede afectar a muchas personas y, aunque no revista de una gran gravedad, su proceso puede llegar a ser muy doloroso y derivar en complicaciones. Por ello es imprescindible contar con la atención médica necesaria rápida y de calidad que evalúe la situación y lleve a cabo un diagnóstico precoz. Con el herpes zóster cada minuto cuenta para paliar el dolor.

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Alvar Ocano
Doctor especialista en Medicina Familiar

Licenciado en Medicina y Cirugía, en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, con más de 29 años de experiencia. En mi formación cuento además con un Máster en Salud Pública y Epidemiología y con un Máster en Cuidados paliativos.

Nº de Colegiado: 282834486