¿Cuáles son los síntomas del cáncer de mama?

Según los últimos datos recogidos por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se diagnosticarán 36.395 nuevos casos de cáncer de mama, siendo este tipo de tumor más frecuente entre las mujeres en nuestro país por delante del cáncer colorrectal, de pulmón, cuerpo uterino, tiroides y páncreas.
El 19 de octubre es el día que la OMS dedica al Día Mundial del Cáncer de Mama. Es el momento de la concienciación y visibilización de un cáncer que afecta aproximadamente a una de cada ocho mujeres, siendo el tumor maligno más frecuente en la población femenina. Se celebra con un símbolo que ya lleva ya muchos años: el lazo rosa.
Detectarlo a tiempo es clave para la pronta recuperación de las pacientes y vuelta a su estilo y calidad de vida. En este artículo queremos hablar de cuáles son sus síntomas, el mejor tratamiento, la esperanza de vida de las pacientes que lo sufren, así como mostrar cómo hacerte una exploración mamaria a ti misma.
Índice
¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama es una enfermedad maligna que se origina en las células del tejido mamario. Para entender en qué consiste esta enfermedad, es importante conocer la anatomía de la mama. La mama está compuesta principalmente por tejido glandular, que produce leche durante la lactancia, y tejido conectivo y graso. Las células que componen la mama pueden volverse cancerosas cuando experimentan cambios genéticos o mutaciones que alteran su capacidad para crecer y dividirse de manera controlada. Estas células malignas pueden formar un tumor, que puede ser benigno o maligno.
A continuación, detallaremos los aspectos clave del cáncer de mama:
- Tumores Malignos: En el caso del cáncer de mama, el tumor que se forma es maligno, lo que significa que las células cancerosas tienen la capacidad de invadir los tejidos circundantes y propagarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o la sangre, un proceso conocido como metástasis.
- Metástasis: La metástasis es uno de los aspectos más peligrosos del cáncer de mama. Cuando las células cancerosas se desprenden del tumor original en la mama, pueden viajar a través del sistema linfático o sanguíneo y establecer tumores en otros órganos, como los pulmones, el hígado, los huesos y el cerebro.
- Diversidad de tipos: Existen varios tipos de cáncer de mama, dependiendo de las células específicas en las que se origina el cáncer. Los dos tipos principales son el carcinoma ductal, que comienza en los conductos de la mama, y el carcinoma lobulillar, que comienza en los lobulillos mamarios.
- Etapas del cáncer de mama: La etapa del cáncer de mama se determina según el tamaño del tumor, si se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos y si ha habido metástasis a órganos distantes. Las etapas van desde el estadio 0 (carcinoma in situ, cuando las células cancerosas están confinadas en el sitio original) hasta el estadio IV (cáncer avanzado con metástasis).
- Factores de Riesgo: Varios factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de mama, como la edad, los antecedentes familiares, las mutaciones genéticas, la exposición a hormonas y la obesidad.
En resumen, el cáncer de mama es una enfermedad maligna que comienza en las células de la mama y puede propagarse a otros órganos a través de la metástasis. La detección temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para mejorar las tasas de supervivencia, por lo que es fundamental que las mujeres estén atentas a los síntomas y se sometan a exámenes regulares de detección.
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Síntomas de cáncer de mama
Las señales de alarma pueden ser diferentes según la persona, incluso algunas ni siquiera los presentan. Algunos de los síntomas del cáncer de mama pueden ser:
- Secreción del pezón que no sea leche, incluso puede ser sangre.
- Dolor en cualquier parte de la mama.
- Irritación o hundimientos de la piel de la mama.
- Cualquier cambio en la morfología de la mama.
- Un bulto nuevo en la mama o en la axila.
- Enrojecimiento o descamación en el pezón u otras zonas de la mama.
- Aumento de grosor o hinchazón en cualquier zona de la mama.

Es importante no alarmarse demasiado en caso de tener alguno de estos síntomas, puesto que existen otras posibles afecciones diferentes al cáncer en las que también se presentan estos signos, como la enfermedad fibroquística. Además, los cambios en las mamas son relativamente habituales según el momento del ciclo menstrual en el que nos encontramos, la edad, la maternidad, ciertos medicamentos o el aumento de peso. Por ello, recomendamos acudir al especialista antes de llegar a ninguna conclusión y, sobretodo, realizarse un examen anual de las mamas, sobretodo en caso de tener antecedentes familiares.
Tratamientos para el cáncer de mama
El tratamiento del cáncer de mama es llevado a cabo por un equipo multidisciplinar de profesionales que se coordinan para brindar el mejor plan de tratamiento posible para cada mujer: cirujanos, radiooncólogos, oncólogos, enfermeros de oncología, psicooncólogos, farmaceúticos, trabajadores sociales, auxiliares médicos, nutricionistas u otros.
Además, la biología y comportamiento del cáncer de mama influyen en su tratamiento, es decir, no sólo importa el tamaño del tumor, sino sobre todo el ritmo de crecimiento del mismo. Por ello, las opciones de tratamiento son muy variadas y dependen de factores como los que enumeramos a continuación:
- La presencia de mutaciones conocidas en los genes heredados del cáncer de mama.
- El estadio del tumor.
- El subtipo de tumor, que incluye el estado de los receptores de hormonas y un gen llamado receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano, implicado en la proliferación del cáncer.
- Marcadores genómicos.
- Edad de la paciente, estado de salud general, el estado de la menopausia y las preferencias de la paciente.
Algunas generalidades en el tratamiento
- Los médicos por lo general recomiendan la cirugía para extirpar el tumor, junto a una porción de tejido normal que lo rodea, a fin de asegurarle el extirparlo íntegramente.
- Para los cánceres más grandes o con un ritmo de crecimiento más rápido, los médicos pueden recomendar un tratamiento más sistémico como la quimioterapia o una terapia hormonal antes de la cirugía (denominada terapia neoadyuvante), con el fin de que la cirugía sea más eficaz.
- Es importante examinar si alguno de los ganglios linfáticos cercanos a la mama presenta cáncer para determinar el tratamiento y el pronóstico. Por ello se realiza una biopsia del ganglio linfático centinela que, en caso de dar negativo, evitará la extirpación de varios ganglios linfáticos.
- Después de la cirugía, el siguiente paso es reducir al máximo el riesgo de recurrencia y eliminar cualquier célula cancerosa restante. Estas células son imperceptibles, por lo que se aplica una terapia llamada adyuvante. Ésta incluye radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o terapia hormonal.
- Finalmente, se recomienda a las mujeres que hayan sido intervenidas de una mastectomía, se sometan a una reconstrucción de la mama por un cirujano plástico. En estas cirugías se emplean técnicas diferentes a elección conjunta con la paciente.

¿Cómo se diagnóstica el cáncer de mama?
El diagnóstico del cáncer de mama implica una serie de pasos y pruebas médicas diseñadas para identificar la presencia de células cancerosas en la mama, determinar el tipo de cáncer, su etapa y su extensión. A continuación te contamos los principales métodos y pasos utilizados en el diagnóstico del cáncer de mama:
- Autoexamen de mama: Si bien el autoexamen de mama no es una prueba de diagnóstico en sí misma, es una práctica importante para que las mujeres se familiaricen con sus mamas y puedan detectar cambios inusuales, como bultos o deformidades. Si se encuentra un cambio, se debe buscar atención médica de inmediato. En la siguiente sección de nuestro artículo, te contamos con mayor detalle cómo proceder para hacerte esta auto exploración.
- Examen clínico de mama: Un profesional de la salud, como un médico o una enfermera, realiza un examen físico de los senos para buscar cualquier anormalidad, como bultos o cambios en la piel o el pezón.
- Mamografía: La mamografía es una radiografía de las mamas y es una de las herramientas más efectivas para la detección temprana del cáncer de mama. Se recomienda como prueba de detección rutinaria para mujeres de ciertas edades o con factores de riesgo. Durante una mamografía, la mama se comprime brevemente entre dos placas de rayos X para obtener imágenes detalladas.
- Ecografía mamaria: La ecografía utiliza ondas sonoras para crear imágenes de la mama. Se utiliza a menudo para evaluar un bulto o anormalidad detectada en una mamografía o durante un examen clínico. Puede ayudar a distinguir si un bulto es sólido o líquido.
- Resonancia magnética (RM) mamaria: La RM utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes detalladas de la mama. Se usa en situaciones especiales, como para evaluar a mujeres con alto riesgo de cáncer de mama o para determinar la extensión del cáncer en casos diagnosticados.
- Biopsia: La biopsia es el procedimiento definitivo para confirmar el diagnóstico de cáncer de mama. Durante una biopsia, se extrae una muestra de tejido o líquido de la mama para su análisis en el laboratorio. Los tipos de biopsias incluyen la biopsia con aguja fina, la biopsia con aguja gruesa (core biopsia) y la biopsia quirúrgica.
- Estudios de estadificación: Si se confirma el cáncer de mama, se realizan pruebas adicionales, como tomografías, resonancias magnéticas o gammagrafías óseas, para determinar la etapa del cáncer y si se ha propagado a otras partes del cuerpo.
- Pruebas de laboratorio: Se pueden realizar pruebas de laboratorio para analizar los receptores hormonales y el receptor HER2 en las células cancerosas. Esto ayuda a guiar el tratamiento y la elección de terapias dirigidas específicas.
El diagnóstico preciso del cáncer de mama es fundamental para determinar el tratamiento adecuado. Una vez que se ha confirmado el diagnóstico y se ha determinado la etapa y el tipo de cáncer, el equipo médico trabajará en conjunto con la paciente para desarrollar un plan de tratamiento personalizado. La detección temprana a través de las pruebas de detección y la búsqueda de atención médica inmediata en caso de cambios en los senos son pasos fundamentales en la lucha contra el cáncer de mama.
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¿Cómo hacerte una autoexploración mamaria?
Una autoexploración mamaria puede ser crucial para detectar por ti misma cambios en las mamas que puedan ser significativos. Esto nos puede ayudar a realizar una detección precoz de un posible cáncer de mama, así como de otras afecciones que podemos presentar en las mamas (en el 90% de los bultos que detectamos son benignos). Algunas indicaciones para realizarlo son:
- La autoexploración mamaria se recomienda realizarla una vez al mes después de haber terminado el periodo de regla. En caso de haber pasado la menopausia, establece un día concreto del mes para llevarla a cabo.
- La primera autoexploración ha de ser minuciosa, a fin de poder conocer la morfología de las mamas y, posteriormente, reconocer con mayor facilidad una posible anomalía o cambio. Se recomienda además, que la primera sea llevada a cabo al lado de una persona experimentada que nos sirva de modelo.
Un cáncer de mama detectado al inicio del mismo puede disminuir altamente la probabilidad de muerte, por lo que la autoexploración mamaria resulta fundamental. En la siguiente guía, encontrarás los pasos a seguir para realizarla correctamente:

¿Qué hacer para reducir el riesgo?
Si bien no existe una fórmula mágica para prevenir el cáncer de mama por completo, existen medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo y mejorar la salud mamaria.
- Autoexamen de mama: Tómate unos minutos al mes para auto explorarte y estar alerta a cualquier cambio. Si sientes algo inusual, consulta a tu médico.
- Mamografías regulares: Si tienes 40 años o más, las mamografías son tu aliado número uno para la detección temprana. Sigue las recomendaciones de tu médico sobre cuándo y con qué frecuencia debes hacerlas.
- Conoce tus factores de riesgo: Entiende tu historia familiar y personal de cáncer de mama. Si tienes antecedentes o factores de riesgo, habla con tu médico sobre cómo cuidarte mejor.
- Vida sana: Mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y garantizar una alimentación adecuada son algunos de los pilares de la prevención del cáncer de mama. Pero es importante recordar que limitar el consumo de tabaco y alcohol también es fundamental.
- Lactancia materna: Si eres mamá o planeas serlo, considera la lactancia materna. Además de ser excelente para tu bebé, también puede ayudarte a reducir el riesgo de cáncer de mama.
- Terapia de prevención: En casos especiales, tu médico podría sugerirte medicamentos preventivos. Habla con él sobre tus opciones si tienes un alto riesgo.
- Información y comunicación: Comparte lo que aprendes sobre el cáncer de mama con tus amigas y familiares. Fomentar la conciencia es una forma poderosa de cuidar a quienes queremos.
En conclusión, la prevención y la detección temprana son fundamentales en la lucha contra el cáncer de mama. Adoptando una serie de hábitos de vida, podemos reducir altamente el riesgo y mejorar las posibilidades de un diagnóstico temprano y un tratamiento exitoso.
