Variante Delta del coronavirus: lo que sabemos hasta ahora
Enlace copiadoLa variante Delta del coronavirus se está extendiendo rápidamente por Europa. Tanto en Portugal como en Reino Unido ya representa cerca del 90% de los nuevos casos de Covid-19 registrados, por poner dos ejemplos.
Como ocurre con el propio virus, todavía son más las incertidumbres que las certezas acerca de la variante Delta del COVID. En este artículo vamos a repasar cuáles son y a responder a las dudas más frecuentes sobre esta mutación del COVID original.
Índice
¿Qué es la variante Delta de la Covid?19?
La variante delta o B.1.617.2 es un sublinaje de una variación del SARS-CoV-2 que se detectó en India por primera vez a finales de 2020. Existen un segundo sublinaje, la variante Kappa o B.1.617.1.
Esta es una de las vertientes del COVID que más se ha extendido. Su nombre proviene del alfabeto griego siguiendo las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de dar nombres neutros a las nuevas variantes. El objetivo es evitar hablar de variante india o de cualquier otro país para evitar que se estigmatice a ninguna nación.
¿Por qué preocupa esta variante?
Todos los virus mutan y la variante Delta no es la primera mutación del COVID (más adelante verás qué otras variantes hay en circulación).
Cada una de estas mutaciones puede alterar los efectos y transmisibilidad del virus. En otras palabras, puede tener síntomas más agresivos o transmitirse con más facilidad. Esto último es lo que parece que ocurre con la variante Delta. Por eso preocupa más que otras.
¿Qué se sabe de la variante Delta?
Ahora que ya sabes cuál es la variante Delta del coronavirus es el momento de descubrir qué se sabe de ella
La rapidez con la que avanzan estas mutaciones del COVID hace que todavía haya camino por recorrer. Hay unas cuantas certezas, pero, sobre todo, varias incógnitas. Empezamos con las primeras. Esto es lo que sabemos:
1. Se transmite más rápido
La variante Delta y la nueva Delta Plus son más transmisibles que el COVID en su forma original y que la variante Alfa.
Según los datos y estimaciones del gobierno británico, donde antes se detectó y más rápido ha crecido, sería entre un 40% y un 60% más transmisible que la variante Alfa. Por su parte, un estudio publicado en la revista Sciencie estima que sería entre un 43% y un 90% más transmisible que la variante original.
A efectos prácticos, esto quiere decir que es más fácil contagiarse y que este contagio se produce en menos tiempo. Según los cálculos del gobierno de Australia que toman como referencia los 15 minutos de contacto que hacían falta para contagiarse con el COVID de Wuhan, con esta bastarían entre 5 y 10 segundos. Todavía no hay evidencia científica que avale este dato.
2. Es la que prevalecerá en Europa
La variante Delta se extiende con tanta rapidez que será la dominante en Europa en el corto plazo. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) estima que a finales de agosto podría representar el 90% de los nuevos casos en el Viejo Continente.
En Francia el número de casos de la variante Delta se ha duplicado de una semana a otra y suponen cerca del 20%. Mientras, en Alemania alcanzan el 36% d ellos nuevos contagiados y crece a tasas superiores del 15% semanal en términos de prevalencia.
En España todavía no se han alcanzado estas cifras y existen muchas diferencias entre comunidades autónomas. En algunas prácticamente no tiene incidencia, pero en otras supera el 10%.
Sin embargo, también se espera que la variante B.1.617.2 termine siendo la prevalente, sobre todo tras la relajación de medidas y el final del uso de la mascarilla en espacios abiertos.
3. Síntomas ligeramente diferentes
Uno de los cambios de esta mutación del virus es que los síntomas son ligeramente diferentes a los del COVID original. La tos seca, pérdida del gusto y del olfato ya no son los principales síntomas de la variante Delta.
De hecho, los síntomas serían más parecidos a los un resfriado común. El estudio Zoe Covid Symptom llevado a cabo en Reno Unido descubrió que los síntomas más habituales son:
- Primero, dolor de cabeza (el síntoma más común).
- Después, dolor de garganta.
- Mocos y fiebre.
En otras palabras, lo más parecido a un resfriado común. Esta es, según los expertos, uno de los motivos de su mayor propagación, sobre todo entre las personas más jóvenes.
4. Más posibilidades de acabar en el hospital
La variante Delta es algo más agresiva que las anteriores. Un estudio del Instituto Robert Koch en Alemania estima que hay un 11% más de posibilidades de ser hospitalizado frente a la variante Alfa.
Al mismo tiempo, un estudio escocés publicado en The Lancer habla de que este riesgo puede ser casi del doble, si bien los datos no son concluyentes.
La vacuna es eficaz ante la variante Delta
Las vacunas para el coronavirus siguen siendo efectivas contra la variante Delta del COVID. Un estudio preliminar del Servicio de Salud de Inglaterra ha analizado la efectividad de las vacunas Pfizer y AstraZeneca. Según sus datos, la vacunación es más efectiva contra esta cepa que frente a otras variantes. En concreto:
- Pfizer evita la hospitalización en un 96% de los casos con dos dosis.
- AstraZeneca evita la hospitalización en un 92%, también con dos dosis.
Como con el resto de curas, es necesario recibir las dos dosis de la vacuna para estar inmunizado rente a la variante Delta.
Hasta aquí las certezas sobre el coronavirus. ¿Y las dudas? La más importante tiene que ver con la mortalidad. ¿Es más mortal que otras variantes? La realidad es que todavía no hay datos suficientes que avalen un mayor índice de mortalidad, como tampoco si será necesario una tercera dosis para lograr una mayor inmunidad.
La Delta no es la única variedad activa del virus. De hecho, habría que ver si puede hablarse de variante o de otra modalidad. Y es que los científicos diferencian entre variante, linaje y cepa para identificar las mutaciones del virus.
Es normal que los virus muten con el tiempo. De hecho, lo hacen nada más entrar en nuestro organismo. Una variante del virus se refiere a la agrupación de estas mutaciones, que después se dividen entre ramas y linajes.
Estas variaciones pueden y suelen ofrecer algún tipo de ventaja diferencial. En el caso de la Delta sería que se transmite más rápido, por ejemplo. Hasta el momento se han detectado muchas variaciones del COVID, aunque pocas con gran incidencia. Estas son las más importantes:
- Variante Alfa (B.1.1.7), que se originó en Reino Unido.
- Variante Beta (B.1.351), que proviene de Sudáfrica.
- Variante Gamma (P1), originada en Brasil.
- Variante Delta (B.1.617.2), de India.
A estas variantes se suman las variantes de interés, que son menos intensas o no preocupan tanto a los organismos internacionales. Son las siguientes:
- Épsilon (B.1.427/B.1.429), de Estados Unidos en California.
- Zeta (P.2), de Brasil y más concretamente, Río de Janeiro.
- Eta (B.1.525), que se originó en Nigeria.
- Iota (B.1.526), proveniente de Nueva York.
- Kappa B.1.617.1), de India.
- Lambda (C.37), que apareció por primera vez en Perú.
Frente a las variantes están las nuevas cepas, que se trataría de un grupo de variantes consolidadas. Estos cambios ya otorgarían al virus una característica biológica diferente, algo que no ha sucedido todavía con la Covid-19.
