Todo sobre los analgésicos y su efecto en el cuerpo

Índice
¿Qué son los analgésicos y cómo funcionan?
Los medicamentos utilizados para reducir o eliminar el dolor sin que haya una pérdida del conocimiento, se denominan medicamentos analgésicos. Su acción puede ser a nivel local o bien a nivel sistémico y su efecto variará en función del tipo de analgésico utilizado, la dosis empleada y también el motivo o causa del dolor. La función de los analgésicos consiste en la interferencia en las señales del dolor en el sistema nervioso central o en los receptores del dolor presentes en el organismo.
Diferencias entre analgésicos y antiinflamatorios
La principal diferencia entre analgésicos y antiinflamatorios es que los analgésicos reducen el dolor sin que sea necesario reducir la inflamación y sin embargo los antiinflamatorios (AINES o antiinflamatorios no esteroideos) a la vez que disminuyen el dolor también reducen la inflamación. Por ejemplo, el paracetamol es un fármaco analgésico que no tiene efecto antiinflamatorio y el diclofenaco es un antiinflamatorio con acción analgésica.
Tipos de analgésicos según su acción
En función de su mecanismo de acción, podemos clasificar los analgésicos como:
- Analgésicos opioides: morfina y sus derivados, codeína y tramadol. Empleados en dolor moderado y/o severo.
- Analgésicos no opioides: antiinflamatorios no esteroideos y paracetamol. Se utilizan en dolor de tipo leve a moderado.
- Analgésicos adyuvantes: incluimos en este grupo antidepresivos y anticonvulsivos y son empleados en el dolor neuropático.
- Analgésicos tópicos: se utilizan sobre la piel, suelen ser textura gel-crema o spray, y se utilizan en dolores localizados.
¿Cuándo se recomienda tomar analgésicos?
Los analgésicos se utilizan cuando el dolor disminuye la calidad de vida del paciente o interfiere en sus actividades diarias. Su uso debe estar controlado por una prescripción médica, sobre todo si se trata de dolor crónico, post-operatorio y/o enfermedades crónicas como por ejemplo la artritis. También hay analgésicos que se utilizan en dolores más leves como el dolor leve de cabeza, dolor de muelas o dolores musculares.
💙 El consumo de medicamentos siempre debe realizarse de forma moderada, y preferiblemente bajo supervisión de un médico. Con el seguro de salud de Aegon tendrás acceso a profesionales de la salud que te guiarán en todo momento.
¿Qué efectos secundarios pueden tener?
Los efectos secundarios de los analgésicos son:
- Heptatotoxicidad: aparece cuando hay un consumo muy elevado de analgésicos como por ejemplo con el paracetamol.
- Los Antiinflamatorios no esteroideos (AINES) pueden generar ciertos efectos secundarios como alteraciones gástricas y problemas renales.
- Los analgésicos opiáceos provocan estreñimiento, somnolencia, náuseas y dependencia.

¿Qué precauciones debes tener al tomar analgésicos?
Antes de tomar medicamentos analgésicos es importante tener en cuenta ciertos factores como las alergias, otras patologías y la medicación habitual en el paciente. Por ello es fundamental la supervisión médica durante el tratamiento con analgésicos ya que el médico debe controlar la duración del tratamiento, sus efectos secundarios a nivel de hígado o riñón y el riesgo de dependencia que puede generar algunos analgésicos de tipo opioide.
Efectos prolongados y tolerancia a los analgésicos
Hay analgésicos en los que, si su uso es prolongado en el tiempo, pueden perder efectividad y aparece lo que se conoce como tolerancia. La tolerancia aparece sobre todo en los analgésicos de tipo opioide ya que el organismo se adapta al medicamento y cada vez necesita una mayor dosis para alcanzar el mismo efecto. Esto puede desencadenar una gran dependencia física y por ello el uso de este tipo de analgésicos está supervisado siempre por un médico especializado.
Otros analgésicos como por ejemplo el paracetamol, si se consume a dosis elevadas y durante un largo periodo de tiempo puede afectar a nivel hepático (hepatotoxicidad).
El uso crónico de AINES como por ejemplo el ibuprofeno, puede provocar úlceras de estómago, alteraciones renales y aumento en el riesgo cardiovascular.
Por ello, existen numerosas alternativas para el tratamiento del dolor. Algunas incluso pueden ser complemento o sustituir el uso de analgésicos, sobre todo en el tratamiento del dolor leve a moderado.
- Terapia física: fisioterapia, masajes, ejercicios de estiramiento para aliviar el dolor muscular y en articulaciones, electroestimulación, etc.
- Psicoterapia: se utiliza cuando hay dolor neuropático o está relacionado con la fibromialgia. Es importante controlar el estrés y se emplean terapias cognitivo-conductuales.
- Acupuntura: técnica de la medicina tradicional china que se utiliza para aliviar el dolor.
- Terapia frío-calor: en función del tipo de dolor, la alternancia de compresas calientes o frías puede ayudar a disminuir la inflamación y la percepción del dolor.
- Meditación y mindfulness: estas técnicas de relajación mejoran la percepción del dolor y disminuye la necesidad del uso de fármacos analgésicos.

Recomendaciones para un uso responsable de analgésicos
Para que el uso de analgésicos sea seguro y eficaz, es importante tener en cuenta estos aspectos:
- Consulta médica previa: es importante no automedicarse sobre todo en enfermedades crónicas o cuando ya tengas algún tratamiento farmacológico. Hay presentaciones que no necesitan receta médica y el farmacéutico puede aconsejarte.
- Dosis prescrita: hay que respetar la posología y la duración del tratamiento. Es importante no duplicar la dosis, aunque persista el dolor ya que puede aparecer toxicidad.
- No mezclar medicamentos: hay analgésicos que no deben combinarse entre si ni con alcohol
- Lee el prospecto: es importante conocer los posibles efectos secundarios y las contraindicaciones de los medicamentos que tomas.
- Uso puntual/uso crónico: utiliza los analgésicos en momentos puntuales y emplea otras estrategias para el dolor crónico.
El uso adecuado de analgésicos mejora la calidad de vida de la persona que sufre la dolencia. Sin embargo, un uso inadecuado puede tener mayores riesgos que beneficios. Por ello es importante que haya una correcta supervisión médica y un correcto uso de dichos medicamentos.