¿Qué es la nomofobia o el miedo a perder el móvil?
¿Sabes qué es la nomofobia? Puede que no. Lo que sí es seguro es que a día de hoy ya no concebimos nuestras vidas sin ese pequeño aparato que siempre llevamos con nosotros y que nos facilita la inmediatez de la comunicación y la conexión con los demás.
El teléfono móvil ya no falta en la vida de nadie. Una herramienta imprescindible en nuestro día a día, pero que en algunas ocasiones puede convertirse en un problema psicológico, por ejemplo, cuando sentimos angustia por dejarnos el móvil en casa, o nos pasamos el día consultando los mensajes cada pocos segundos.
Índice
Significado de nomofobia
Nomofobia proviene de “no-mobile-phone phobia”. Es decir, la fobia a no tener el teléfono móvil. Una dependencia extrema que puede ser la consecuencia de otros problemas psicológicos. Se produce una esclavitud absoluta al móvil, consultándolo cada poco, incluso por la noche, por lo que también puede producir insomnio.
La nomofobia afecta a más de la mitad de las personas usuarias de los teléfonos móviles.
Los teléfonos móviles nos hacen la vida más fácil y práctica. Tenemos toda la información y la comunicación en nuestras manos. ¿Quién no tiene un teléfono móvil? Los usamos para comunicarnos, buscar información, escuchar música o ver vídeos, hacer fotos, etc…
Pero su uso de manera adictiva puede ocasionar un gran impacto en la salud mental, incluso llegando a desarrollar trastornos mentales o de personalidad, problemas de autoestima, de felicidad, puede repercutir en el rendimiento académico o laboral, y puede afectar a las relaciones sociales y afectivas.
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Así, podemos observar cómo las relaciones de pareja, por ejemplo, se pueden ver afectadas por el uso permanente del teléfono móvil. Haciendo incluso que no seamos capaces de mostrarnos cómo somos nosotros mismos cara a cara y prefiriendo la comunicación a través de los smartphones; sobre todo en el caso de las personas inseguras. Esto puede convertirse en un verdadero problema cuando se deja de ser capaz de trasladar las relaciones creadas a través de las aplicaciones móviles a la realidad.
¿Cómo podemos saber si padecemos de nomofobia?
Algunos síntomas característicos de la nomofobia son:
- Quitar tiempo a otras actividades (estudiar, trabajar, salir con amigos, etc.) para dedicar cada vez más tiempo al uso del teléfono móvil. Mayor distracción y menor rendimiento tanto en los estudios como en el trabajo.
- Sentir angustia y ansiedad cuando no se puede utilizar el teléfono móvil, por no tenerlo disponible, por no poder usarlo en ciertas situaciones, porque no hay conexión, porque se ha quedado sin batería….
- Utilizar el móvil de manera continuada en situaciones en las que está prohibido (cine, teatro,…) o es peligroso (conduciendo, caminando, …).
- Estar constantemente atento a la pantalla del teléfono para comprobar si se han recibido mensajes o llamadas.
- Disminuir las interacciones sociales cara a cara, prefiriendo la comunicación a través de las aplicaciones y las nuevas tecnologías. Aislamiento social.
- Disponer de dos o más smartphones y llevar siempre un cargador o batería externa.
- Acumular deudas o grandes gastos económicos por el uso del teléfono móvil y aplicaciones asociadas.
- Realizar intentos continuados para controlar, reducir o para el uso del teléfono móvil.
- Síntomas de cualquier otra adicción: agitación, irritabilidad, angustia, desorientación, dificultades de concentración, pensamientos obsesivos, agresividad, e incluso síntomas físicos como: taquicardias, temblores, alteraciones en la respiración, dolor de cabeza, dolor de estómago……
Causas de la nomofobia
El miedo a no poder utilizar el teléfono móvil puede ocurrir por cuatro razones:
- la imposibilidad de comunicarse con otras personas
- la pérdida de conexión
- la incapacidad para acceder a la información
- la renuncia a la comodidad
Por ejemplo, un caso de nomofobia puede ser una persona que llega a su trabajo y se da cuenta de que se olvidó el móvil en casa. Entonces comienza a agobiarse, a sentir miedo o a encontrarse mal porque no puede comunicarse con otros, o no sabe si alguien se está intentando comunicar con él. Además de no poder consultar inmediatamente las aplicaciones instaladas en el smartphone.
Algunas causas de la nomofobia pueden ser:
- Dependencia de los demás: el teléfono móvil es una manera de estar constantemente conectado con otras personas.
- Problemas de autoestima: la inseguridad personal es el factor más común de la nomofobia.
- Perfeccionismo: necesidad de hacer todo sin darse permiso a cometer fallos. Miedo a decepcionar a los demás, por ejemplo, si no respondemos inmediatamente cuando nos escriben o nos llaman.
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¿Cómo se puede evitar la nomofobia?
Algunos consejos que nos pueden ayudar a entender cómo se puede evitar la nomofobia son:
- Anotar lo que sería un uso razonable del móvil y disminuir progresivamente su uso, limitando el tiempo de conexión. Aprender a graduar el tiempo que pasamos con el teléfono móvil.
- Apagar el teléfono móvil durante las comidas familiares, reuniones de trabajo, horarios de estudio, y por las noches, o utilizar el modo avión.
- Evitar desbloquear el teléfono cada vez que vemos el aviso de una nueva notificación y/o desactivar las notificaciones inmediatas de las aplicaciones.
- No sustituir nunca la comunicación personal por la virtual. Establecer relaciones cara a cara más frecuentes que a través de las aplicaciones móviles. Eliminar las aplicaciones innecesarias.
- Pedir ayuda especializada si observamos que al dejar el móvil en casa nuestra ansiedad se descontrola.
Tratamiento de la nomofobia
Si dudamos de nuestra capacidad para gestionar el buen uso de las tecnologías y del teléfono móvil y vemos que se nos escapa de las manos, es aconsejable pedir ayuda con un profesional especializado en dependencias y en el tratamiento de la autoestima y la seguridad personal.
El mal uso y el abuso del teléfono móvil está relacionado, en muchas ocasiones, con un exceso de presión en algunos aspectos de la vida de la persona que deberán ser tratados desde la psicología para ayudar a su gestión saludable. De cara al tratamiento de las nomofobia, destacamos dos opciones:
Terapia cognitivo – conductual
Uno de los métodos más utilizados para el tratamiento psicológico de la adicción a los teléfonos móviles y a las nuevas tecnologías en la terapia cognitivo-conductual. Se trata de una terapia breve con sesiones estructuradas y objetivos específicos donde tanto el paciente como el terapeuta tienen papeles activos.
Algunos objetivos que busca este tipo de psicoterapia son:
- Reducir el tiempo que se le dedica al smartphone
- Ampliar las estrategias de distracción
- Mejorar las relaciones sociales cara a cara
- Hacer otras actividades que sustituyan el tiempo dedicado al teléfono móvil.
En este contexto también se trabajan los pensamientos negativos relacionados con el estar sin el teléfono móvil durante un largo periodo de tiempo, así como los miedos y temores asociados y las conductas de evitación de éstos.
Para ello, se trabaja con el registro diario de datos sobre el uso del smartphone, lo que hace que la persona tome conciencia del tiempo que dedica al uso del teléfono y qué actividades se está perdiendo de disfrutar en ese tiempo, además de analizar la finalidad de su utilización y su comportamiento al respecto.
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Terapia de aceptación y compromiso
Otra terapia que está teniendo gran éxito en el tratamiento de la nomofobia es la Terapia de Aceptación y Compromiso. Desde este modelo, el cambio de los pensamientos, sentimientos y sensaciones aversivas no es el objetivo primario del cambio terapéutico, sino alterar su función cambiando el contexto en el que dichos
pensamientos y sentimientos ocurren. De esta forma se rompe la reacción ineficaz entre lo que se piensa, lo que se siente y lo que se hace, surgiendo una reacción más flexible y ajustada; donde no sea necesario escapar de lo que siente/piensa, sino que se pueda elegir responsablemente qué hacer en cada situación. Siempre según lo que sea relevante para uno mismo.
Mediante el trabajo con la Terapia de Aceptación y Compromiso en el tratamiento de la nomofobia la persona no sólo tendrá que aprender a tomar contacto con el centro de sus dificultades y debilidades, sino que será preciso flexibilizar su reacción ante el conjunto de reacciones internas repletas de malestar derivadas de la abstinencia (urgencia por conectarse, nerviosismo, ansias, problemas de sueño, irritabilidad, tristeza, dudas, etc.), y estar dispuesta a sentir los efectos de no usar el teléfono móvil, e incluso la cascada de pensamientos que emergerán en relación con ello. Se trataría de aprender a aceptar ese malestar, reconociéndolo, tomando conciencia de él, y eligiendo qué hacer incluso sintiendo ese malestar.
Pero tan importante como el tratamiento es la prevención. Por ello es necesario el desarrollo de programas educativos desde la infancia para saber utilizar de una manera racional los dispositivos móviles, donde se trabaje la implementación de una adecuada competencia digital y una conciencia crítica respecto a la utilización de las nuevas tecnologías.
Y, recuerda, la vida es eso que pasa mientras estás mirando tu teléfono móvil.