Qué son los ejercicios aeróbicos y cómo practicarlos

La actividad física regular es uno de los pilares de una vida saludable, y dentro de ella, los ejercicios aeróbicos ocupan un papel protagonista. No solo ayudan a mantener un peso adecuado, sino que fortalecen el corazón, mejoran la capacidad pulmonar y contribuyen al equilibrio mental. Caminar, correr o nadar son ejemplos clásicos, pero su verdadero valor radica en la constancia y en la adaptación al nivel de cada persona. Además, la variedad de opciones disponibles facilita alcanzar diferentes objetivos de salud y bienestar.
Cumplir con estas recomendaciones no solo reduce el riesgo de enfermedades crónicas, sino que también mejora la calidad de vida, el ánimo y la energía diaria. Por ello, resulta esencial conocer sus características y beneficios.
Índice
Qué son los ejercicios aeróbicos y para qué sirven
Los ejercicios aeróbicos son aquellas actividades físicas que requieren un uso continuo del oxígeno para generar energía. Durante su práctica, el organismo utiliza principalmente grasas y carbohidratos para mantener el esfuerzo prolongado, lo que los convierte en una herramienta eficaz para adelgazar, mejorar la resistencia cardiovascular y preservar la salud metabólica.
Pero su propósito va mucho más allá del control del peso corporal:
- Fortalecen el corazón y los pulmones.
- Optimizan la circulación sanguínea.
- Reducen el estrés.
- Favorecen la recuperación física.
En definitiva, permiten que el cuerpo funcione de manera más eficiente y que mantenga un equilibrio adecuado entre esfuerzo y recuperación.
Diferencias entre ejercicio aeróbico y anaeróbico
Aunque a menudo se confunden, los ejercicios aeróbicos y anaeróbicos responden a procesos energéticos distintos. El primero depende del oxígeno para sostener la actividad durante varios minutos, mientras que el segundo utiliza reservas inmediatas de energía sin requerir oxígeno, por lo que se realiza en intervalos breves e intensos.
- Ejercicio aeróbico: sostenido, de intensidad moderada, orientado a la resistencia. Ejemplos: caminar, correr, nadar o montar en bicicleta.
- Ejercicio anaeróbico: explosivo, de alta intensidad, centrado en la fuerza y la potencia. Ejemplos: levantamiento de pesas, sprints o entrenamiento HIIT.
Ambos son complementarios: el aeróbico mejora la salud cardiovascular, mientras que el anaeróbico potencia la fuerza y la masa muscular.
Beneficios de los ejercicios aeróbicos para la salud
Como ya se ha mencionado, los beneficios del ejercicio aeróbico son amplios. Su práctica regular ayuda a prevenir enfermedades, mantener la vitalidad y promover la longevidad. Incluso sesiones cortas, si se realizan con constancia, pueden generar mejoras notables en la salud.
Entre los principales beneficios destacan:
- Fortalecimiento del sistema cardiovascular: reduce la presión arterial y mejora la circulación.
- Control del peso corporal: aumenta el gasto calórico y favorece la pérdida de grasa.
- Mayor capacidad pulmonar y mejor oxigenación.
- Prevención de enfermedades metabólicas: como la diabetes tipo 2 o el síndrome metabólico.
- Mejora del estado de ánimo y reducción del estrés: gracias a la liberación de endorfinas.
- Aumento de la energía diaria y de la calidad del sueño. Practicar ejercicio aeróbico tres veces por semana puede mejorar significativamente el descanso y reducir los síntomas de ansiedad o depresión, especialmente en adultos jóvenes y de mediana edad.
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Tipos de ejercicios aeróbicos más comunes
Existen múltiples formas de practicar ejercicio aeróbico, lo que permite adaptarlo a cada edad, nivel físico o preferencia personal. Puede realizarse al aire libre, en gimnasios o incluso desde casa, con o sin material. Lo importante es mantener una intensidad moderada y constante durante al menos 20 minutos.
Entre los tipos más habituales se encuentran: caminar a paso rápido, correr, nadar, montar en bicicleta, bailar, remar o subir escaleras. Todos ellos activan grandes grupos musculares y estimulan la función cardiorrespiratoria con diferentes niveles de impacto.
Ejercicios de bajo, medio y alto impacto
La clasificación por impacto permite escoger la actividad más adecuada según el estado físico y los objetivos personales:
- Bajo impacto: ideales para principiantes, personas mayores o con molestias articulares. Ejemplos: caminar, nadar, yoga dinámico o ciclismo suave.
- Impacto medio: requieren mayor esfuerzo y mejoran la resistencia. Ejemplos: senderismo, aerobic moderado, subir escaleras o patinaje.
- Alto impacto: recomendados para quienes buscan aumentar su rendimiento y el gasto calórico. Ejemplos: correr, saltar la cuerda o realizar entrenamientos HIIT.
Elegir correctamente el nivel de impacto es clave para progresar sin lesiones y disfrutar de la actividad a largo plazo.

10 ejercicios aeróbicos fáciles para principiantes
Comenzar a hacer ejercicio aeróbico no requiere experiencia previa ni una gran inversión. Lo esencial es mantener la constancia y aumentar la intensidad de forma progresiva. Durante las primeras semanas conviene centrarse en la técnica y en crear una rutina estable.
Algunos ejercicios sencillos para iniciarse son:
- Caminar a paso ligero durante 20-30 minutos.
- Subir y bajar escaleras a ritmo constante.
- Bailar con música energética durante 15 minutos.
- Marcha en el sitio elevando las rodillas.
- Trote suave o carrera ligera.
- Saltos de tijera (jumping jacks).
- Bicicleta estática o paseo en bici.
- Saltar a la cuerda suavemente.
- Subir y bajar un escalón o plataforma (step).
- Clases online de zumba o aerobic básico.
Estas actividades pueden combinarse en sesiones de 25 a 40 minutos, tres o cuatro veces por semana, incrementando el tiempo o la intensidad según la progresión.
Ejercicios aeróbicos para hacer en casa
Entrenar en casa es una opción excelente para quienes disponen de poco tiempo o prefieren un entorno cómodo. Con un espacio reducido y algo de organización, es posible realizar rutinas completas que mejoran la condición física y el bienestar mental.
Las rutinas domésticas de ejercicio aeróbico son una alternativa eficaz para combatir el sedentarismo, mantener la salud cardiovascular y liberar tensiones. Además, no requieren material adicional, lo que las hace accesibles para todos.
Rutinas sin material para entrenar en poco tiempo
Una de las formas más prácticas de ejercitarse en casa son las rutinas cortas de alta repetición y descansos breves. En apenas 20 minutos se puede trabajar todo el cuerpo:
- Calentamiento (3 min): movilidad articular, marcha en el sitio y estiramientos suaves.
- Bloque principal (15 min):
- 1 min de jumping jacks
- 1 min de sentadillas
- 1 min de trote en el sitio
- 1 min elevando rodillas
- 1 min de descanso
(Repetir el bloque 3 veces)
- Vuelta a la calma (2 min): respiración profunda y estiramientos ligeros.
Este tipo de entrenamiento demuestra cómo los ejercicios aeróbicos pueden ser la base de una vida activa y saludable. Su versatilidad permite practicarlos en cualquier lugar, adaptarlos a cualquier edad y convertirlos en un hábito sostenible. La clave está en la regularidad y la progresión, no en la intensidad inicial: basta con empezar despacio y mantenerse constante para avanzar hacia una vida más vital y equilibrada.
Fuentes:
Ejericio aeróbico. Medline Plus. https://medlineplus.gov/spanish/ency/esp_imagepages/19383.htm
Ejercicio aeróbico: los 10 motivos más importantes para hacer actividad física. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/fitness/in-depth/aerobic-exercise/art-20045541
La diferencia entre ejercicio aeróbico y anaeróbico. The European Food Information Council. https://www.eufic.org/es/vida-sana/articulo/la-diferencia-entre-ejercicio-aerobico-y-anaerobico