Aneurismas: Tipos y síntomas de esta condición vascular
Entender qué es un aneurisma es imprescindible para poder reaccionar de forma inmediata ante cualquier pequeño síntoma que pueda aparecer. Aunque son mucho más comunes de lo que pensamos, en muchas ocasiones no presentan síntomas ni impiden llevar a cabo una rutina normal, pero ello no descarta la necesidad de llevar a cabo las revisiones médicas pertinentes para poder detectar y atajar el problema con rapidez.
Índice
¿Qué es un aneurisma y qué lo provoca?
Los aneurismas son ensanchamientos o dilataciones anormales de una parte de las arterias. Pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo y es la consecuencia de la debilidad heredada de la pared del vaso sanguíneo.
Aunque no existen estudios que puedan demostrar qué es lo que los provoca, algunos de los factores más comunes que pueden aumentar la posibilidad de sufrirlos son los siguientes:
- Hipertensión
- Aterosclerosis
- Inflamación de los músculos lisos de cualquier otro origen que causa distensión de la pared del vaso.
¿A qué órganos afecta un aneurisma?
Los aneurismas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero la mayoría de ellos se producen en la aorta, que es la arteria principal que va del corazón hacia el pecho y el abdomen. Por tanto, el aneurisma de aorta suele ser el más común y se clasifica en 3 tipos:
- Fusiforme, que es cuando afecta a todo el contorno de la aorta.
- Sacular, que es cuando sólo se dilata una parte del contorno de la aorta.
- Pseudoaneurisma, que aparece en la capa interna de la pared de la aorta y como consecuencia se produce una dilatación lateral en la capa externa de la misma.
También pueden originarse en el cerebro, que recibe el nombre de aneurisma cerebral o aneurisma intracraneal. Se forma como consecuencia del flujo de sangre hacia una zona débil de la pared del vaso sanguíneo, ejerciendo una gran presión.
Otra de las zonas más comunes es el abdomen, el pecho, las piernas, la parte de atrás de las rodillas, la ingle, el cuello, el intestino o las arterias del bazo.
¿Cuáles son los síntomas de un aneurisma?
Dependiendo de dónde se produzca, los síntomas del aneurisma pueden ser diversos. Además, cada persona puede padecer algunos de ellos o todos a la vez, o incluso resultar completamente asintomáticos.
Pero, por lo general, los principales síntomas que pueden aparecer cuando el aneurisma crece o se rompe son los siguientes:
- Dolor de cabeza muy intenso
- Náuseas
- Vómitos
- Convulsiones
- Rigidez en el cuello
- Pérdida de conocimiento
- Vértigos
- Visión doble
- Frecuencia cardíaca rápida
- Presión arterial baja
- Mareos
- Dolor en la parte posterior del ojo, si se trata de un aneurisma cerebral
- Dilatación de las pupilas
- Caída del párpado
- Debilidad
- Dificultad para hablar
- Entumecimiento general
- Somnolencia
- Hipersensibilidad a la luz
- Convulsiones
- Dificultad para caminar
¿Qué posibilidades hay de sobrevivir a un aneurisma?
La mayoría de los pacientes no saben que tienen un aneurisma hasta que este se hace muy grande o se rompe y, según la zona en la que se haya producido la rotura puede llegar a ser mortal, ya sea en los aneurismas cerebrales, abdominales o cualquier otro tipo. Y es que, al producirse la rotura, la sangre acumulada invade la zona afectada causando daños que pueden tener consecuencias muy perjudiciales para la salud.
Pese a ello, según el estudio realizado por la revista Neurology, sólo 7% de los pacientes tratados por un aneurisma cerebral sufren secuelas a largo plazo. Por lo que la esperanza de recuperación de un paciente que ha sufrido un aneurisma no tiene por qué ser la muerte, sino que puede tratarse y, con suerte y un buen tratamiento, incluso llegar a eliminar todas las consecuencias que se hayan podido producir.
¿Qué diferencia hay entre un aneurisma y un ictus?
Como hemos explicado en este artículo, una aneurisma es un ensanchamiento o deformación de una arteria que tiene las paredes débiles y se produce al recibir la presión del flujo sanguíneo. Si no se trata adecuadamente, va creciendo, llegando al punto en el que incluso puede romperse.
El ictus, por su parte, es una enfermedad cerebrovascular relacionada con los vasos sanguíneos que riegan al cerebro con sangre. Cuando se produce un ictus puede ser isquémico, es decir, que los vasos sanguíneos se obstruyen y forman trombos o embolismo cerebral. O un ictus hemorrágico, que es cuando el vaso sanguíneo se rompe y la sangre acumulada pasa al cerebro.
Los expertos consideran que el aneurisma puede provocar un ictus hemorrágico y, por este motivo, es tan importante acudir al médico ante cualquier síntoma que pueda aparecer.
Un diagnóstico rápido puede ayudar a atajar el problema llevando a cabo revisiones periódicas e incluso con la prescripción de medicamentos especializados en los aneurismas.
El aneurisma cerebral, el aneurisma de aorta o el aneurisma abdominal suelen ser los más comunes, y todos ellos pueden tratarse adecuadamente, e incluso eliminar las posibles secuelas que puedan dejar, si se acude rápido al médico y se siguen las indicaciones que éste dé. Una buena y rápida asistencia sanitaria es fundamental para poder tener una buena salud, y por ello es importante contar con un buen seguro médico privado de salud como el que te ofrecemos en Aegon.
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Fuentes consultadas:
Medicina general y de familiar Caso clínico