¿Qué hábitos de vida reducen el riesgo de cáncer de mama?

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en mujeres a nivel mundial. Aunque existen factores de riesgo que no se pueden modificar, como la edad, los antecedentes familiares o la genética, sí hay una parte muy importante en la que podemos influir: nuestros hábitos de vida.
Adoptar un estilo de vida saludable no solo ayuda a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama, sino que también mejora la calidad de vida en general. A continuación repasamos los hábitos más recomendados por especialistas en salud para prevenir el cáncer de mama.

Índice
Mantener un peso saludable
El sobrepeso y la obesidad están directamente relacionados con un mayor riesgo de cáncer de mama, especialmente después de la menopausia. El exceso de tejido graso puede aumentar la producción de estrógenos y favorecer cambios hormonales que incrementan las posibilidades de desarrollar la enfermedad.
- Procura mantener tu índice de masa corporal (IMC) en niveles saludables.
- Realiza revisiones periódicas con tu médico para llevar un control de tu peso.
Practicar actividad física de forma regular
El ejercicio es uno de los pilares fundamentales de la prevención. Realizar actividad física de manera habitual ayuda a controlar el peso, regular las hormonas y fortalecer el sistema inmune.
- Se recomienda al menos 150 minutos de actividad moderada (como caminar a paso rápido o montar en bicicleta) o 75 minutos de ejercicio intenso (como correr o nadar) a la semana.
- Además, combinarlo con ejercicios de fuerza mejora la salud ósea y muscular.
💙 La detección precoz sigue siendo la herramienta más efectiva contra el cáncer de mama, por lo que acudir a un profesional ante cualquier sospecha es fundamental. Con el seguro Aegon Contigo tendrás acceso a un amplio cuadro médico con especialistas que te arroparán en todo momento, con la máxima agilidad y precisión.
Seguir una alimentación equilibrada
La dieta es clave para cuidar la salud y también puede influir en el riesgo de cáncer de mama. Una alimentación basada en productos frescos, naturales y variados aporta nutrientes esenciales y reduce la exposición a sustancias poco saludables.
- Prioriza frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, ricos en fibra y antioxidantes.
- Incluye pescados varias veces por semana, fuente de ácidos grasos omega-3.
- Limita el consumo de carnes procesadas, ultraprocesados y azúcares añadidos.
- Reduce la ingesta de alcohol, ya que incluso cantidades bajas se han relacionado con un aumento del riesgo.
Evitar el tabaco y moderar el alcohol
El tabaco contiene sustancias cancerígenas que afectan a todo el organismo y también al tejido mamario. Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que puedes tomar para mejorar tu salud a corto y largo plazo.
El alcohol, incluso en pequeñas cantidades, está asociado a un mayor riesgo de cáncer de mama. Lo más recomendable es evitarlo, y si se consume, hacerlo de forma muy moderada.

Cuidar el descanso y reducir el estrés
Dormir lo suficiente y mantener una buena calidad del sueño es esencial para el equilibrio hormonal y el funcionamiento del sistema inmunitario. Intenta dormir entre 7 y 8 horas diarias.
Además, el estrés crónico puede debilitar las defensas y afectar al organismo. Técnicas como la meditación, el yoga o la respiración consciente pueden ayudarte a gestionarlo mejor.
💙 Si quieres profundizar más en el tema, puedes descargarte de forma completamente gratuita nuestra guía sobre el cáncer de mama, donde encontrarás de manera detallada toda la información que necesitas conocer sobre esta enfermedad.
Realizar revisiones médicas periódicas
Aunque los hábitos saludables son fundamentales, no sustituyen a la detección precoz, que sigue siendo la herramienta más eficaz contra el cáncer de mama. Por esta razón, prestar atención a los posibles síntomas es esencial:
- Acude a tus revisiones ginecológicas.
- Sigue las recomendaciones de cribado de tu comunidad autónoma, como las mamografías en mujeres a partir de los 50 años (o antes si hay antecedentes familiares).
- Aprende a realizar la autoexploración mamaria para detectar posibles cambios.

En conclusión, adoptar hábitos de vida saludables puede marcar una gran diferencia en la prevención del cáncer de mama. Mantener un peso adecuado, hacer ejercicio, seguir una dieta equilibrada, evitar el tabaco y el alcohol, cuidar el descanso y acudir a revisiones periódicas son pasos sencillos que pueden ayudarte a reducir el riesgo.
La prevención está en gran parte en nuestras manos. Pequeños cambios en el día a día pueden tener un gran impacto en tu salud a largo plazo.
Fuentes:
Mayo Clinic – Breast cancer prevention: How to reduce your risk
American Cancer Society – American Cancer Society guideline for diet and physical activity
Centers for Disease Control and Prevention – Reducing risk for breast cancer
National Cancer Institute – Breast cancer prevention