Síncope: tipos, síntomas y cómo prevenirlo

El síncope es lo que, comúnmente, conocemos como desmayo. Y aunque a veces no le damos la importancia que merece, es fundamental valorar a la persona que se ha desmayado para saber qué es lo que ha provocado ese síncope. Por ello, la atención médica es necesaria. Estés donde estés y en el momento que sea necesaria. A continuación vamos a hablarte sobre el síncope, los tipos que hay e incluso cómo puedes prevenirlos. Así que sigue leyendo y descubre cómo actuar cuando tu salud se debilite.
Índice
¿Qué es un síncope?
El síncope, más comúnmente conocido como desmayo, es un episodio de pérdida temporal del conocimiento. Es transitorio y puede ser breve, leve o grave. Pudiendo ir desde unos segundos hasta los 4 o 5 minutos hasta que la persona se recupera. Se produce por una disminución transitoria del flujo de sangre al cerebro y suele ir acompañado de otros síntomas como piel fría, sudoración fría, palidez o respiración superficial y agitada. Las causas que provocan esta disminución del flujo sanguíneo al cerebro pueden ser muchas, por lo que es importante acudir a urgencias para ser valorado por un especialista médico.
¿Qué tipos de síncope hay?
Entre los síncopes más comunes existen 3:
Síncope vasovagal o neuromediado.
El síncope vasovagal es cuando el cuerpo del paciente reacciona de forma muy brusca y exagerada a un desencadenante en concreto, que pueden ser diversos. Por ejemplo, dolor intenso, ansiedad o permanecer demasiado tiempo de pie.
Este suele ser el tipo de síncope más común. Suele producirse en personas jóvenes y también es conocido como lipotimia. Ya que otro de sus desencadenantes puede ser el intenso calor, el cansancio, el estrés, problemas de presión o tener el azúcar bajo.
Síncope por hipotensión ortostático
Este síncope se da cuando la presión arterial sistólica está por encima de 20 mm Hg y la presión diastólica en más de 10 mm Hg. Y puede pasar al ponerse rápidamente de pie o al levantar la cabeza bruscamente. Por lo que el síncope por hipotensión ortostática va asociado a los cambios de posición. Y es debido a que hay un descenso de sangre en las extremidades inferiores y por tanto el flujo sanguíneo que retorna al corazón baja. Lo que provoca una bajada súbita en la presión arterial.
Síncope cardiogénico o cardíaco.
El síncope cardíaco se produce cuando, por las razones que sean, se ejerce una presión sobre la arteria carótida. Esto hace que se produzca el desmayo. La carótida está en el cuello, así que puede darse por una presión al afeitarse, al llevar accesorios muy apretados o por manipulación brusca del cuello. A este síncope se le asocia con un mayor casos de mortalidad y un gran riesgo de muerte súbita. Ya que se produce por las arritmias que sufre el cuerpo, principalmente por la taquicardia y la bradicardia.
Pero, además de estos 3 tipos, que como hemos dicho suelen ser los más comunes, también existen otros más raros de encontrar como el síncope defecatorio, el miccional, el tusígeno, el deglutorio…
Principales causas y síntomas del síncope neurocardiogénico o vasovagal
Las causas que provocan el síncope neurocardogénico o vasovagal son todavía desconocidas. Pero sí se sabe que suele afectar de forma mucho más frecuente a personas jóvenes. Puede darse debido al estrés, la ansiedad, el miedo, el dolor intenso, la exposición a sol directo, mucho calor, aprensión a la sangre…
Y sus principales síntomas son:
- Palidez de la piel
- Sudoración fría
- Piel fría
- Mareos
- Ganas de vomitar
- Mantenerse de pie durante demasiado tiempo
- Hacer ejercicio físico intenso
¿Cómo actuar ante un episodio de síncope?
Ante todo, lo más importante es no ponerse nervioso y procurar mantener la calma en todo momento. Cuando el paciente empieza sentir signos de que no se encuentra bien:
- Sentarse
- Llevar una respiración lenta y profunda
Una vez el paciente ha sufrido el síncope:
- Tumbarlo boca arriba
- Ponerle la cabeza hacia un lado por si vomita
- Subirle las piernas
Una vez vuelva a tener conciencia:
- Reincorporarse lentamente con movimientos suaves
- Sentarse con la cabeza baja
- Pasado un rato, sentarse normal
- Unos minutos después, intentar andar
- Darle a la persona afectada bebidas azucaradas
Cuando todo haya pasado, es conveniente acudir al médico de urgencias para que haga una revisión del paciente y pueda esclarecer que el síncope no es a causa de un problema de corazón u otro motivo que pueda suponer un riesgo para la vida del paciente.

¿Cómo prevenir el síncope y cuándo acudir al médico?
Prevenir un síncope no siempre es sencillo, y es que según el tipo de síncope el paciente no puede detectar los síntomas antes de que suceda.
Pero, en algunos casos, es importante controlar las causas, si se pueden, evitando el estrés, la ansiedad o los nervios, llevando a cabo respiraciones lentas y profundas. Evitar exposiciones al sol muy largas o permanecer demasiado tiempo de pie es otra de las previsiones que se pueden hacer. Y, por supuesto, es importante acudir al médico cuando se detecte que algo en la salud del paciente no funciona como debería o hay cambios en el estado de salud.
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Fuentes: