Infiltración: qué es y cuándo se recomienda
Es habitual escuchar que uno u otro deportista de élite ha jugado infiltrado. Sin embargo, una infiltración va más allá del deporte de élite. Sin ser un tratamiento generalizado, es una herramienta para tratar el dolor o acelerar recuperaciones, especialmente en problemas de hombro, rodilla y lumbar.
Hoy a través de este artículo quiero contarte todos los detalles sobre este tratamiento. ¡Sigue leyendo!
Índice
¿Qué es una infiltración?
Una infiltración es un procedimiento médico en el cual se administra un medicamento o sustancia terapéutica directamente en una parte específica del cuerpo, generalmente mediante una inyección. El objetivo de una infiltración es proporcionar un tratamiento localizado en una zona específica, como una articulación, un músculo o un tejido blando, para aliviar el dolor, reducir la inflamación, mejorar la movilidad o tratar una afección específica.
El médico o especialista realiza la infiltración con precisión, generalmente utilizando técnicas de guía, como ecografía o radiografía, para asegurar que el medicamento se administre en el lugar correcto.
Las infiltraciones son comúnmente utilizadas en el tratamiento de condiciones musculoesqueléticas, como:
- Artritis
- Tendinitis
- Bursitis
- Lesiones deportivas
- Trastornos inflamatorios
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¿Cuándo es recomendable infiltrarse?
¿Por qué se hace una infiltración? Esta técnica se usa en momentos y situaciones puntuales como:
- Cuando es necesario un alivio más rápido o intenso que el de los analgésicos tradicionales.
- Cuando hay un dolor intenso que no evoluciona bien con el tratamiento médico o la rehabilitación.
- Para dolores en regiones del cuerpo muy localizadas como el hombro, codo, rodilla o cadera, por ejemplo.
- En lesiones de larga duración para estimular la curación o aliviar el dolor durante un tiempo más prolongado.
En las infiltraciones articulares se diferencia entre enfermedades degenerativas como la artrosis, e inflamatorias, como la artritis. Las infiltraciones articulares más comunes son:
- Infiltración de hombro
- Infiltraciones de cadera
- Infiltraciones de rodilla
- Infiltraciones de columna, que suelen realizarse con anestesia local por lo delicado de la zona
Por otro lado, las infiltraciones relacionadas con el deporte suelen tener como objetivo:
- Hombro por tendinitis
- Rodilla por tendinitis, pata de ganso y esguinces
- Tobillo por lesiones crónicas o graves
- Codo en tenistas y golfistas
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¿Qué contraindicaciones tiene una infiltración?
Las infiltraciones, aunque son generalmente seguras, pueden tener algunas contraindicaciones y riesgos asociados. Algunas de las más comunes son infección activa, alergias, trastornos de la coagulación, embarazo, inestabilidad articular grave y fracturas no estabilizadas.
Las vemos:
- Infección activa: si hay signos de infección en la zona objetivo de la infiltración, se debe posponer el procedimiento hasta que la infección haya sido tratada y resuelta.
- Alergias o reacciones adversas conocidas: si existen antecedentes de alergias graves o reacciones adversas al medicamento que se va a inyectar, se debe evitar la infiltración.
- Trastornos de la coagulación: si la persona tiene trastornos de la coagulación, existe un mayor riesgo de sangrado excesivo en el sitio de la infiltración.
- Inestabilidad articular grave: si la articulación objetivo de la infiltración presenta inestabilidad significativa o laxitud ligamentaria, la infiltración puede no ser efectiva y podría empeorar los síntomas o causar lesiones adicionales.
- Fracturas no estabilizadas: si hay una fractura en la zona a tratar y no está adecuadamente estabilizada, la infiltración puede interferir con la cicatrización adecuada de la fractura y empeorar la condición.
- Embarazo: en general, las infiltraciones no se recomiendan durante el embarazo debido a la posible transferencia de medicamentos al feto.
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¿Cuanto tarda en hacer efecto una infiltración?
La respuesta dependerá del tipo de infiltración, como es lógico. Como término general, en un plazo de entre 48 y 7 días se empezarán a notar sus efectos. Ese es el plazo en el que desaparecerá el dolor después de una infiltración, que pueden alargarse entre 8 y 12 meses para infiltraciones de rodilla, por ejemplo.
En cualquier caso, no es recomendable exponer a una articulación a más de 3 infiltraciones de corticoides al año ni cuatro en general, salvo en las infiltraciones regenerativas.
¿Y si persiste el dolor después de una infiltración? En ese caso habría que estudiar otras alternativas como rehabilitación o cirugía.
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¿Qué se inyecta en una infiltración?
Las sustancias que se usan en las infiltraciones dependerán del tipo de procedimiento y de su objetivo. Las infiltraciones más comunes son las analgésicas y de corticoides, pero hay otras que usan sustancias como el ácido hialurónico, concentrados celulares o plasma rico en plaquetas con factores de crecimiento.
Las infiltraciones de corticoides se usan en infiltraciones intraarticulares cuando la rehabilitación o los medicamentos que se están tomando no son suficientes. Por su parte, las de ácido hialurónico se usan por su efecto antiinflamatorio y analgésico y sus propiedades de cicatrización y reparación.
Tipos de infiltraciones
Existe más de un tipo de infiltración según el objetivo que se persiga. Es posible clasificarlas en cuatro grandes grupos:
- Antiinflamatorias y analgésicas de acción rápida: que usan corticoides y fármacos antiinflamatorios no esteroideos y anestésicos y también corticoides. El efecto de estas infiltraciones dura menos tiempo pero calman más rápido el dolor.
- Moduladoras del ambiente inflamatorio de las articulaciones: que serían las que usan, por ejemplo, el ácido hialurónico.
- Terapias analgésicas moduladoras del dolor con anestésicos: cuyo objetivo es disminuir la irritabilidad del dolor en casos crónicos.
- Terapias regenerativas: que buscan estimular los procesos naturales de curación. Aquí es donde se usan sustancias como el plasma rico en plaquetas o los concentrados celulares.
¿Qué hay que hacer después de una infiltración?
El proceso de rehabilitación tras una infiltración no suele ser largo. Con carácter general se recomienda un periodo máximo de 24 horas de reposo y tomar algún analgésico sólo si el dolor persiste. A partir de ahí, es habitual una revisión a los 7 días para asegurarse de que la infiltración ha tenido éxito.
Los cuidados después de una infiltración de rodilla van un poco más allá. En este caso se recomienda un reposo de la articulación durante 24 horas, así como aplicar frío. Del mismo modo, no se recomiendan realizar actividades intensas las primeras 48 horas después de la infiltración.
Por su parte, los cuidados después de una infiltración lumbar son un poco más específicos. Además de que se recomienda acudir a la cita acompañado, conviene guardar reposo durante un día y no cargar la zona.
En cualquier caso, es normal sentir dolor después de la infiltración, pero si se trata de dolor intenso o hay algún cambio de color en la articulación, se recomienda acudir al médico.
¿Cuánto tiempo de reposo debo tener después de una infiltración?
El tiempo de reposo necesario después de una infiltración puede variar según el tipo de infiltración y la condición del paciente. En general, se recomienda evitar actividades físicas intensas, levantar objetos pesados y aplicar calor o frío en la zona infiltrada durante las primeras 24 horas.
El reposo ayuda a que la medicación o tratamiento haga efecto y facilite la recuperación. Es importante evitar manipular o masajear el área tratada. Siempre es aconsejable comunicarse con el médico si hay preguntas o inquietudes adicionales.
En resumen, el reposo post-infiltración varía según el caso, pero se deben seguir las indicaciones médicas para una recuperación adecuada.
¿Qué puedo tomar para el dolor después de una infiltración?
Después de una infiltración, es normal sentir dolor o molestia en el área tratada. Puedes tomar medicamentos de venta libre como AINEs o paracetamol para aliviar el dolor, siempre consultando con un médico o farmacéutico debido a posibles contraindicaciones o alergias.
💡 El naproxeno es un antiinflamatorio que forma parte de la familia de los AINEs, te enlazo nuestro artículo al respecto por si quieres saber más sobre él.
Además de los medicamentos, puedes aplicar compresas frías o calientes, descansar y elevar la extremidad si es necesario, y evitar actividades que puedan empeorar el dolor.
Sigue las indicaciones específicas del médico que realizó la infiltración y consulta con él si el dolor persiste o empeora.
¿Se puede caminar después de una infiltración?
En la mayoría de los casos, se puede caminar después de una infiltración, pero la capacidad y nivel de actividad física recomendados pueden variar según el tipo de infiltración, el área tratada y las indicaciones del médico.
En ocasiones, se puede recomendar limitar la carga de peso y usar muletas en infiltraciones en extremidades inferiores, como rodilla o tobillo. En casos de infiltraciones en la columna vertebral u otras partes del cuerpo, se puede sugerir limitar la actividad física y evitar movimientos bruscos.
Ventajas y desventajas
Las principales ventajas de las infiltraciones son:
- Rápidas y duraderas
- Puede realizarse en cualquier articulación
- No son dolorosas
¿Y los puntos negativos? El principal es que, salvo que se trate de una terapia regenerativa, no van a curar la lesión, solo a prevenir el dolor. Además, existen una serie de contraindicaciones para pacientes con hipertensión o cardiopatías, durante el embarazo o personas con diabetes.
En resumen, las infiltraciones son un método eficaz de prevenir y tratar el dolor, tanto puntual como crónico.
¿Qué efectos secundarios tiene una infiltración?
Algunos efectos secundarios comunes de una infiltración incluyen dolor temporal en el lugar de la inyección, enrojecimiento o irritación, aumento temporal del dolor y riesgo poco común de infección.
En casos raros, puede haber daño a los tejidos blandos cercanos o cambios en los niveles de azúcar en la sangre, especialmente en personas con diabetes. Estos efectos secundarios son generalmente poco frecuentes y la mayoría de las personas toleran bien las infiltraciones.
Es importante hablar con el médico antes del procedimiento para discutir los posibles riesgos y beneficios en cada caso específico.
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