¿Qué es el apego desorganizado? Ejemplo y cómo cambiarlo
El apego es un proceso biológico y natural que tiene relación con todo lo que hacemos en la vida, teniendo gran influencia en lo que tiene que ver con las relaciones con las demás personas. El apego desorganizado es una forma de apego inseguro que se desarrolla como respuesta a unos progenitores o cuidadores principales que han sido amenazantes o temerosos la mayor parte del tiempo.
Existen distintos tipos de apegos, por ejemplo, el apego evitativo, el apego afectivo o el apego seguro, pero del que hablamos hoy es el más complejo de todos, pues está muy relacionado con el instinto de supervivencia.
Índice
¿Qué es el apego desorganizado?
Este estilo de apego tiene como característica principal un exceso de miedo. Cuando un niño enferma, se pone nervioso o tiene miedo busca protección y seguridad de forma natural en sus progenitores. Pero cuando esos progenitores, o uno de ellos, son la fuente de miedo y angustia, el niño se queda anclado en una respuesta a la amenaza u oscilando entre la evitación y la ambivalencia.
El apego desorganizado se desarrolla como resultado de una sensación de incertidumbre en los niños que viven en un ambiente hostil, con unos padres o cuidadores cuyo comportamiento es impredecible, siendo vistos como una fuente de peligro.
Podemos decir entonces que la causa principal del apego desorganizado es que los progenitores son el origen del miedo.
Otros factores que pueden influir en el desarrollo del apego desorganizado son:
- Inestabilidad familiar: los problemas económicos o las adicciones pueden hacer que las cosas no vayan bien en el ámbito doméstico y que los niños no tengan una sensación de seguridad.
- Inestabilidad emocional: los progenitores con cambios bruscos en sus estados emocionales pueden contribuir al desarrollo de este tipo de apego desorganizado. Por ejemplo, mostrarse feliz en un momento y de repente cambiar a tener ira o a llorar desconsoladamente. Esta expresión incoherente de los padres puede provocar mucha confusión en los niños.
- Falta de comunicación adecuada: las órdenes contradictorias, por ejemplo, pueden provocar en los menores miedo al fracaso, o sentimientos de vergüenza en un futuro.
¿Cómo afecta el apego desorganizado?
El apego desorganizado tiene un alto impacto tanto en la infancia, como en la adolescencia, como en la vida adulta, afectando a las relaciones sociales y de pareja.
Así, podemos encontrarnos con las siguientes formas de expresión de este tipo de apego:
- Orientación hacia la amenaza: las personas con apego desorganizado tienen dificultad para distinguir situaciones seguras y peligrosas, o pueden vivir en un estado constante de alerta máxima, centrándose en hacer frente a las amenazas, reales o imaginarias. Esto hace que al estar centrados en luchar contra el peligro no se puedan establecer relaciones saludables con otras personas, sobre todo si esta orientación hacia la amenaza se da junto con emociones intensas de rabia y miedo.
- Egocentrismo y conductas de control: algunos adultos que desarrollan este tipo de apego tienen necesidad de supervisar y gestionar todas las personas y situaciones con las que se relacionan. Hay una necesidad de tener control si previamente han sucedido cosas desagradables cuando no se podía ejercer control sobre ellas. Cuando se aprende a ejercer control sobre los demás también se fomenta, normalmente, el egocentrismo.
- Ausencia de control de impulsos: las personas con apego desorganizado tienen dificultades para gestionar adecuadamente las emociones, lo que puede llevar a tener conductas erróneas, como agresividad, enfado continuo, etc.
- Sensación de fracaso continuo: la comunicación confusa por parte de los padres genera que los niños desarrollen una falta de autoestima y una sensación de fracaso ante los retos de la vida. Por ello, a las personas con apego desorganizado no les gusta probar experiencias novedosas porque creen que siempre van a fracasar. También tienen dificultades en la resolución de problemas por el mismo motivo.
- Confusión y conflicto interno: las personas con este tipo de apego tienen un impulso instintivo de relacionarse con los demás, pero también un impulso para evitar el peligro y sobrevivir. El exceso de miedo de estas personas les hace ver que las relaciones humanas son peligrosas, pero aún así tienen el deseo de relacionarse. Esto hace que desarrollen dinámicas de acercamiento-evitación, que son difíciles de entender tanto para sí mismas como para sus parejas.
- Ansiedad y bloqueo: los impulsos contradictorios hacen que se genere una gran tensión que puede generar una respuesta de bloqueo donde la persona puede llegar incluso a dejar de oír o ser incapaz de hablar, ante situaciones que le generan mucho miedo.
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Consecuencias del apego desorganizado
Las consecuencias en las personas que han sufrido apego desorganizado son numerosas. Algunas de ellas son:
- Se perciben las relaciones íntimas como peligrosas.
- En ocasiones aparece un bloqueo o parálisis en las relaciones con los demás.
- Aparecen problemas porque se perciben señales contradictorias de otras personas (por ejemplo, “ven” y “vete”).
- Se experimenta un miedo difícil de explicar cuando se alcanza un cierto nivel de intimidad con otras personas.
- Aparecen respuestas de sobresalto exagerado y ansiedad cuando otras personas se acercan de forma inesperada.
- Hay un exceso de control, del que otras personas se suelen quejar.
- A menudo, se espera que ocurra lo peor en las relaciones.
- Se siente que las relaciones cercanas pueden activar una falta de regulación emocional y fisiológica que es muy difícil de gestionar.
- Aparece una falta de seguridad con la pareja, aunque se tenga la certeza de que es de fiar.
- Aparece una sensación de desconexión, disociación o confusión en las relaciones.
- Hay una dificultad para recordar relaciones pasadas y hablar de las emociones y sentimientos experimentados en ellas.
- Pueden aparecer bloqueos de memoria importantes (espacios de tiempo o situaciones importantes que no se recuerdan).
- Se experimentan cambios de humor repentinos e impredecibles (se puede pasar de la alegría a la tristeza, de la felicidad al miedo, etc.)
- Cuando alguna situación provoca algún tipo de alteración, aparece un gran estrés y confusión por las instrucciones y los planes complicados.
- En ocasiones puede aparecer un sentimiento de fracaso y de incapacidad de poder resolver los problemas de la vida cotidiana.
- Se pueden experimentar grandes deseos de relacionarse con la gente y después, sin ningún tipo de explicación, querer escapar de ellas.
Tratamiento para el apego desorganizado
El apego desorganizado es un tema complejo que ha de ser tratado con terapia psicológica. Esta psicoterapia debe estar centrada en la empatía, la aceptación incondicional y la reconstrucción de la autoestima. Algunas de las técnicas psicoterapeúticas especificas más utilizadas para el tratamiento del apego desorganizado son:
- Tratamiento somático: El trauma asociado al apego desorganizado se puede convertir en síntomas psicosomáticos (por ejemplo, asma, diarrea, dolor crónico….). Con esta técnica se trabaja desde el cuerpo hacia la mente, identificando las sensaciones corporales que subyacen a diferentes emociones.
- Terapia de entorno: Se basa en el desarrollo de nuevas relaciones de apego saludables con figuras profesionales (personal de enfermería, terapeutas), basadas en un entorno confortable y emocionalmente cálido.
- Terapia de mentalización: Se basa en que la persona pueda comprender mejor sus estados mentales, trabajando también en la mejora de las habilidades sociales para conseguir relaciones sociales más saludables, así como la regulación emocional y el control de impulsos.
- EMDR: Es una técnica que utiliza los movimientos oculares o la estimulación bilateral para lograr que el cerebro reprocese situaciones traumáticas vividas en el pasado, para conseguir disminuir o, incluso, desaparecer, la sensibilidad extrema a estas situaciones, para que la persona pueda vivir sin ese malestar originado por ellas.
Todas estas técnicas son complementarias entre sí, y también con otras que el profesional de la psicología pueda considerar oportuno utilizar con cada persona, tras evaluar su problema.
Si consideras que puedes haber desarrollado este patrón de apego desorganizado, no dudes en consultar con un profesional de la salud mental.