Ácaros: qué son, síntomas y cómo eliminarlos

Los colchones juegan un papel fundamental en nuestra vida diaria, ya que en ellos pasamos alrededor de un tercio del día descansando. Un buen colchón no solo garantiza un sueño reparador, sino que también influye directamente en nuestra salud, bienestar y rendimiento diario. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos pueden acumular contaminantes como los ácaros, organismos microscópicos que se alimentan de células muertas de nuestra piel y proliferan en ambientes cálidos y húmedos.
Aunque invisibles, los ácaros pueden causar alergias, problemas respiratorios e incluso afectar la calidad del sueño. Además, la humedad y la falta de ventilación pueden favorecer la aparición de hongos, bacterias y moho, perjudicando aún más nuestra salud. Por todo ello, resulta esencial mantener una adecuada higiene y cuidado de nuestros colchones para preservar el descanso y mejorar la calidad de vida, siendo la prevención para que no aparezcan los ácaros un aspecto fundamental. Este es el foco principal, pero no el único. También animales y plantas pueden tener ácaros, algunos pueden provocar problemas más importantes como la sarna. Todo ello hace que sea tan importante conocer todos los aspectos que rodean a los ácaros.
Índice
¿Qué son los ácaros y dónde se encuentran?
Los ácaros son microorganismos de tamaño muy reducido, invisibles al ojo humano (miden aproximadamente entre 0,2 y 0,5 milímetros), pertenecientes a la familia de los arácnidos.
Viven principalmente en ambientes domésticos, especialmente en colchones, almohadas, ropa de cama, alfombras, peluches y muebles tapizados. Se alimentan principalmente de las escamas de piel que desprendemos diariamente.
Estos pequeños organismos proliferan en condiciones cálidas, oscuras y húmedas. Por ello, los colchones son un hábitat ideal. Aunque los ácaros del hogar son inofensivos por sí mismos, sus restos fecales y partes corporales pueden generar problemas en las personas, como alergias respiratorias, rinitis, conjuntivitis y agravamiento de cuadros de asma.
Por esta razón, es importante mantener limpias, secas y ventiladas las zonas donde habitualmente descansamos para minimizar su presencia y reducir posibles riesgos para la salud.
Ácaros en la piel: síntomas y tratamiento
Los ácaros afectan a dos partes de nuestro cuerpo: el sistema respiratorio y la piel. En este último punto, causa molestias y diversos problemas dermatológicos. Aunque la mayoría vive en colchones o tejidos, algunos tipos específicos, como el ácaro Sarcoptes scabiei, responsable de la sarna, pueden infestar la piel humana.
Los síntomas son:
- Picor intenso, que suele empeorar durante la noche.
- Erupción cutánea, con pequeñas protuberancias rojizas.
- Lesiones lineales, en zonas de pliegues como los dedos, muñecas, codos, axilas, cintura y genitales. Estas laceraciones reflejan los túneles creados por el ácaro en la epidermis.
- Descamación o irritación, también con especial relevancia en los pliegues cutáneos.

Tratamiento
Ante la sospecha de infestación por ácaros en la piel es fundamental acudir al dermatólogo para recibir el diagnóstico adecuado y el tratamiento oportuno. Este generalmente incluye:
- Cremas tópicas antiparasitarias.
- Medicamentos orales antiparasitarios para los casos más resistentes.
- Antihistamínicos para reducir el picor intenso.
- Cremas hidratantes y calmantes para aliviar la irritación cutánea.
Adicionalmente hay que realizar medidas preventivas adicionales como:
- Lavar la ropa, las sábanas y las toallas con agua caliente.
- Aspirar regularmente los colchones, muebles tapizados y alfombras.
- Mantener una higiene personal estricta, evitando compartir ropa, ropa de cama y toallas.
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Cómo eliminar los ácaros de la cama
Para eliminar y prevenir los ácaros en la cama, hay que ser estricto en ciertas recomendaciones como:
- Ventilación diaria, con el objetivo de reducir la humedad y así la proliferación de ácaros.
- Lavar la ropa de cama (sábanas, fundas y cubrecamas) regularmente a temperaturas superiores a 60º C para eliminar los ácaros eficazmente.
- Utilizar protectores antiácaros en el colchón y las almohadas, que impidan que los ácaros penetren.
- Aspirar y limpiar el colchón, las alfombras, las almohadas y superficies tapizadas al menos una vez por semana.
- Aprovecha el sol, exponiendo colchones y almohadas al menos 30 minutos cada 10 o 15 días. La radiación ultravioleta redice la humedad y ayuda a eliminar los ácaros.
- Reduce la humedad ambiental, procurando mantenerla por debajo del 50%.
- Sustituye periódicamente colchón y almohadas, el primero cada 8-10 años y la segunda cada 2-3 años, especialmente si se sufren alergias.

Picaduras de ácaros: síntomas y cómo aliviarlas
Como ya hemos mencionado, los ácaros domésticos comunes no suelen picar directamente. Sin embargo, ciertos tipos específicos de ácaros, como los ácaros de las aves o los roedores sí pueden producir picaduras en la piel humana, provocando irritación y molestias.
Los síntomas son los siguientes:
- Pequeñas ronchas rojizas, similares a granitos o ampollitas.
- Picor intenso y sensación de ardor.
- Irritación o inflamación local en la zona afectada.
- A menudo aparecen en grupos, especialmente en zonas como brazos, piernas, abdomen o espalda.
Para aliviarlas hay que seguir los siguientes pasos:
- Lavar la zona afectada con agua fría y jabón.
- Aplicar compresas frías o hielo envuelto en un paño unos 10-15 minutos para reducir el picor. No hay que rascarse.
- Usar cremas calmantes como las compuestas por aloe vera o calamina que ayudan a calmar la irritación. Un médico puede prescribir cremas con antihistamínicos.
- También un médico, si el picor es muy intenso, puede recetar antihistamínicos orales para reducir la reacción alérgica.

Relación entre ácaros y alergias
Los ácaros comunes si son uno de los causantes más importantes de las alergias respiratorias y dermatológicas. Estas se desencadenan por sus excrementos, ricos en proteínas capaces de desencadenar respuestas alérgicas en personas sensibles.
Cuando estas inhalan o entran en contacto con las partículas provenientes de los ácaros, su sistema inmunológico puede reaccionar de forma exagerada, provocando síntomas alérgicos:
- Congestión nasal y rinitis (estornudos, mucosidad y picor nasal)
- Ojos rojos, irritados o con lagrimeo
- Tos seca o irritativa
- Dificultad para respirar y empeoramiento del asma
- Irritación o dermatitis atópica en piel sensible
La alergia a los ácaros es molesta, pero no es grave en general. Por eso, si los síntomas son persistentes o severos, es recomendable acudir a un alergólogo para realizar pruebas específicas y establecer el tratamiento adecuado, que puede incluir antihistamínicos, inmunoterapia (vacuna) o medicamentos específicos para controlar el asma o la dermatitis alérgica.
Los ácaros son microorganismos diminutos que, aunque invisibles, pueden afectar significativamente nuestra calidad de vida, provocando alergias, problemas respiratorios e incluso enfermedades como la sarna. Para reducir su presencia, es esencial mantener una buena higiene del hogar, especialmente en colchones, ropa de cama y textiles. Adoptando hábitos adecuados, como una limpieza regular, ventilación diaria y control de humedad, podremos proteger nuestra salud, mejorar el descanso y prevenir las molestias asociadas con estos pequeños organismos
Fuentes:
Ácaros y las consecuencias sobre la salud humana. Scielo. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112015000200054
Alergia a los ácaros del polvo. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/dust-mites/symptoms-causes/syc-20352173