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Todo sobre la dieta SIBO: qué es, alimentos y menú semanal

variedad de fruta

El aparato digestivo contiene numerosas bacterias que intervienen en múltiples funciones vitales para nuestro organismo. Cuando se produce un desequilibrio en las proporciones de dichas bacterias, hay un sobrecrecimiento de algunas de ellas a lo largo del tracto digestivo y esto puede generar alteraciones digestivas como, por ejemplo, SIBO. En este artículo abordaremos en qué consiste la dieta SIBO, los distintos tipos de trastorno, los alimentos que benefician, cuáles están prohibidos y un ejemplo de menú semanal indicado para SIBO metano.

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¿Qué es la dieta SIBO y por qué es importante?

El SIBO (Small Intestinal Bacterial Overgrowth o Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado) es una patología en la que las bacterias que de forma natural están en el colon, migran al intestino delgado y allí se multiplican. Esta migración y sobrecrecimiento produce un conjunto de síntomas digestivos como gases, hinchazón, diarrea, estreñimiento, malabsorción de nutrientes, etc.

Con la dieta SIBO se pretende aliviar estos síntomas y controlar el crecimiento bacteriano. Para el tratamiento del SIBO, la dieta no es suficiente: es importante combinar el uso de antibióticos, probióticos y/o fitoterapia en función de cada caso.

Diferencias entre tipos de SIBO: hidrógeno vs. metano

Existen varios tipos de SIBO, que se pueden clasificar en función de los gases que liberan las bacterias predominantes:

  • SIBO de metano (IMO, Methane-dominant SIBO): el síntoma principal es el estreñimiento. La bacteria causante es Archaea, que convierte el hidrógeno en metano y esto provoca una ralentización del peristaltismo intestinal.
  • SIBO de hidrógeno: el síntoma principal es la diarrea. Las bacterias fermentan los hidratos de carbono y producen gran cantidad de hidrógeno, lo que genera diarrea.
  • SIBO mixto: hay exceso de ambos gases (metano e hidrógeno), lo que produce síntomas combinados (estreñimiento y diarrea).

El tratamiento nutricional dependerá del tipo de SIBO.

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Alimentos permitidos y prohibidos en la dieta SIBO

Las bacterias que provocan el SIBO se alimentan de hidratos de carbono fermentables o FODMAPs (Fermentables, Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles). Por eso, la dieta SIBO se basa en una variación de la dieta baja en FODMAPs.

Lista de alimentos recomendados

Alimentos bajos en FODMAPs, bien tolerados por personas con SIBO:

  • Frutas: fresa, kiwi, plátano (verde, no maduro), arándanos, piña y melón.
  • Verduras: calabacín, zanahoria, berenjena, espinacas, lechuga, tomate y pepino.
  • Cereales: arroz blanco, harina de maíz, harina de avena, trigo sarraceno, quinoa y mijo.
  • Proteínas: carnes magras (pollo, pavo y conejo), pescado, marisco y huevo.
  • Grasas: aceite de oliva virgen extra, mantequilla y aceite de coco.
  • Lácteos: sin lactosa o sustituidos por bebidas vegetales como leche de almendra.
  • Bebidas: agua, té e infusiones (menta, jengibre).

Alimentos que debes evitar en SIBO metano

En el SIBO metano, cuyo síntoma principal es el estreñimiento, conviene evitar:

  • Frutas: con alto contenido en fructosa o sorbitol (manzana, pera, mango, sandía, cerezas).
  • Legumbres: garbanzos, judías, lentejas.
  • Lácteos: con lactosa, como leche, quesos y yogures no fermentados.
  • Verduras: ricas en fructanos y galactanos (ajo, cebolla, puerro, espárragos).
  • Edulcorantes polioles: xilitol, manitol, sorbitol (en chicles y productos edulcorados).
  • Alimentos integrales: cereales con salvado, pan con semillas, pastas integrales.
carne blanca

Menú semanal para dieta SIBO metano

Ejemplo de alimentación baja en FODMAPs, adaptable según la tolerancia de cada paciente.

Lunes

  • Desayuno: gachas de avena con leche de almendra, fresas y semillas de chía.
  • Comida: pollo al horno con zanahorias, calabacín y arroz blanco.
  • Cena: crema de calabaza sin cebolla y tortilla de espinacas.

Martes

  • Desayuno: yogur sin lactosa con kiwi y nueces.
  • Comida: pescado a la plancha con berenjena y puré de patata.
  • Cena: sopa de zanahoria con huevo duro y ensalada de hojas verdes.

Miércoles

  • Desayuno: smoothie con plátano verde, leche de coco y canela.
  • Comida: pechuga de pavo con quinoa y calabacín a la plancha.
  • Cena: caldo de huesos y tortilla francesa con tomate natural.

Jueves

  • Desayuno: porridge con leche de arroz, frambuesas y un toque de miel.
  • Comida: albóndigas de ternera con arroz y calabacín.
  • Cena: ensalada de espinacas, huevo cocido y zanahoria rallada.

Viernes

  • Desayuno: rebanada de pan sin gluten con mantequilla de almendras y plátano.
  • Comida: lubina al horno con berenjena y arroz integral (en pequeña cantidad).
  • Cena: puré de calabacín (sin ajo ni cebolla) y pechuga de pollo a la plancha.

Sábado

  • Desayuno: tortilla con espinacas y tomate.
  • Comida: ensalada templada con arroz, huevo cocido, calabacín y zanahoria.
  • Cena: crema de zanahoria y filete de pescado a la plancha.

Domingo

  • Desayuno: bol de frutas bajas en FODMAP (fresas, kiwi, plátano) con yogur sin lactosa.
  • Comida: pavo asado con arroz y calabaza.
  • Cena: sopa suave y tortilla de calabacín.

Este menú debe ajustarse por un nutricionista especializado según los síntomas del paciente.

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Consejos para mantener la dieta y evitar recaídas

  • Haz comidas regulares y no picotees entre horas. Deja pasar 4-5 horas para favorecer la “barrera de limpieza intestinal”.
  • Mastica bien y come sin prisa. Facilita la digestión.
  • No prolongues la fase de restricción. Mantenerla demasiado tiempo puede generar carencias nutricionales.
  • Valora el uso de probióticos con tu especialista. No todos son adecuados; algunos pueden empeorar los síntomas.
  • Apoya la salud digestiva con hábitos saludables. Control del estrés, buen descanso, ejercicio moderado y evitar el abuso de antibióticos.

En conclusión, realizar correctamente una dieta para el control de SIBO es una herramienta eficaz para mejorar la calidad de vida del paciente, reducir síntomas y evitar recaídas.

La dieta, junto con el tratamiento individualizado recomendado por el especialista, hace que la calidad de vida de los pacientes con SIBO aumente de manera notable.

Cada caso es diferente, por lo que es fundamental contar con un nutricionista especializado en SIBO que adapte la dieta a tus necesidades para lograr resultados óptimos.

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