Conjuntivitis: tipos, síntomas, cuánto dura y cómo tratarla
¿Qué es la conjuntivitis? La conjuntivitis es sin duda una de las afecciones oculares más comunes y molestas. Aunque varíe según sus tipos, entre sus síntomas están: enrojecimiento, ardor, picazón y lagrimeo.
Puede sufrirla cualquiera y en cualquier momento del año, pero por el mayor contacto de los ojos con agentes externos es una de las enfermedades más comunes del verano.
Esto es así, porqué la conjuntivitis no tiene una sola causa. Diferentes agentes pueden atacar la parte exterior del ojo. Por ello, conocer sus tipos, causas, síntomas y diferentes tratamientos es tan relevante.
Índice
Síntomas de la conjuntivitis
Los síntomas generales de la conjuntivitis son:
- Inflamación de la conjuntiva, la capa fina que cubre la parte blanca del ojo y el interior del párpado, y/o de los párpados.
- Enrojecimiento de la parte blanca del ojo.
- Picazón o irritación.
- Sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo.
- Secreciones de mucosidad.
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A estos síntomas se unen otros específicos según el tipo de conjuntivitis, que te explicamos a continuación.
Causas de la conjuntivitis
Existen diferentes tipos de conjuntivitis debidos a sus causas diversas. Aunque muchos de sus síntomas son comunes, otros puntos como contagio o tratamiento sí son muy diferentes.
Así entre sus causas están:
- Bacterias.
- Virus.
- Alérgenos.
- Otras causas como cuerpos extraños en el ojo, lentes de contacto, sustancias químicas, etc.
Tipos de conjuntivitis
Así debemos distinguir entre diferentes tipos de conjuntivitis:
1. Conjuntivitis bacteriana
Es la producida por una infección del ojo por ciertas bacterias, como estafilococos o estreptococos entre otras.
Entre sus características principales está en que es más común en los niños que en los adultos. Se puede propagar muy fácilmente.
Causas y síntomas de la conjuntivitis bacteriana
Este tipo de conjuntivitis muchas veces viene asociado con infecciones de oído, como la otitis externa.
También genera secreciones más espesas, incluso con pus, que pueden llevar a que los párpados se peguen. En estos casos, la limpieza con suero fisiológico es fundamental.
Es la conjuntivitis causada por diferentes tipos de virus, como los adenovirus. Es muy contagiosa y en ambientes de mucho contacto, como las guarderías, puede generar grandes brotes.
En muchas ocasiones la conjuntivitis viral tiene como causa una infección respiratoria que va desde un sencillo resfriado o una grupe a otra infección respiratoria mayor (amplía esta información a través de nuestro artículo Diferencia entre gripe y resfriado.)
Generalmente comienza en un solo ojo y en muchos casos se pasa al otro en unos pocos días.
Las secreciones del ojo suelen ser acuosas, más lagrimeo, y en pocas ocasiones es espesa.
3. Conjuntivitis alérgica
Se produce como reacción a diferentes alérgenos, como el polen, los ácaros del polvo, el moho, los hongos.
También puede producirse como reacción a productos cosméticos e incluso algunos medicamentos.
Esta conjuntivitis no es contagiosa y tiene especial incidencia en primavera, cuando los niveles de alérgenos son más elevados.
Causas y síntomas de la conjuntivitis alérgica
Una de sus peculiaridades es que generalmente afecta a ambos ojos. Produce picazón, lagrimeo intenso y en ocasiones inflamación.
Normalmente también coincide con otros síntomas de alergia, como son picazón de la nariz, irritación de garganta o asma.
4. Conjuntivitis causada por agentes irritantes
Este tipo tiene como causa la irritación provocada por el contacto directo con un cuerpo extraño en el ojo (por ejemplo, una lente de contacto) o por el contacto con sustancias químicas, gases, o polvo.
Los dos primeros tipos de conjuntivitis, la viral y la bacteriana, son muy contagiosas. Los diferentes virus y bacterias se pueden transmitir de diferentes formas:
- Contacto personal cercano: tocarse los ojos con las manos y luego tocar a otra persona.
- Contacto aéreo: Al estornudar o toser.
- Superficies u objetos contaminados: Tras tocarse los ojos antes de lavarse las manos.
Por todo ello, la higiene y la distancia interpersonal es muy importante a la hora de evitar la propagación de la conjuntivitis.
Esta es bastante difícil de lograrse en niños y en entornos como colegios y especialmente escuelas infantiles. Por todo ello, guardar una cuarentena hasta que no se supere es tan importante en estos casos, además de incidir en ciertas medidas de prevención.
Prevención en el contagio y la transmisión
Las medidas de prevención básicas son las siguientes:
- Lavado de manos: Este tiene que ser frecuente, con agua tibia y jabón, y si no puede ser usando desinfectantes como gel hidroalcohólico. Precisamente para concienciar a los más peques sobre la importancia de mantener una correcta limpieza de manos, hemos creado este cuento Lucía ¡Lávate las manos!
- No tocarse o frotarse los ojos: No solo empeora la afección también aumenta la transmisión, en primer lugar, para que pase al otro ojo.
- Individualizar el tratamiento a cada ojo: En caso de usar un tratamiento médico, o incluso algún colirio como lágrima artificial para limpiar el ojo, se debe utilizar individualmente en cada ojo para evitar contagios cruzados.
- Individualizar y lavar zonas de contacto: Como son toallas, sábanas o fundas de almohada.
- Desechar y remplazar productos que hayan tenido contacto cercano con los ojos: como maquillaje, estuches de lentas de contacto, etc.
- Procura retirar las lentes de contacto: Hasta que se retire la infección.
- Lava frecuentemente las gafas: Procurando no contaminar otros objetos en el proceso.
- No vayas a la piscina.
Tratamiento de la conjuntivitis
En caso de que la conjuntivitis genere síntomas importantes, especialmente en las bacterianas y menos en las víricas, es importante acudir al oftalmólogo. Algunos de los síntomas de alarma son los siguientes:
- Dolor intenso en los ojos.
- Sensibilidad a la luz.
- Visión borrosa, que no mejora tras limpiar la secreción de los ojos.
- Enrojecimiento intenso.
- Síntomas que empeoran.
Además, hay que tener especial cuidado con algunos colectivos más sensibles a las infecciones, como los inmunodeprimidos. Igualmente son muy sensibles los recién nacidos.
En el caso de necesitar tratamiento hay que también diferenciar el tipo de conjuntivitis.
Suele ser una conjuntivitis molesta pero leve, que suele desaparecer en los 7-10 días después de su inicio.
Los antibióticos no son eficaces, como en toda infección viral. El tratamiento se centra en limpieza del ojo y aplicación de frío en algunos momentos, para reducir la inflamación.
Tratamiento de la conjuntivitis bacteriana
Al contrario que la vírica, en la conjuntivitis bacteriana si se pueden recetar antibióticos. Estos se deben solo usar en caso de infecciones moderadas o importantes. Generalmente se administran de forma tópica, ya sean gotas, los más comunes o pomada.
El efecto principal es una reducción del tiempo de la enfermedad, sus complicaciones y su contagio.
A partir del segundo a quinto día de tratamiento se suele mejorar, pero en muchos casos suele durar hasta dos semanas.
Tratamiento de la conjuntivitis alérgica
La conjuntivitis alérgica mejora cuando se elimina el alérgeno que la ha provocado.
El uso de medicamentos para la alergia, como algunos específicos para los ojos (antihistamínicos en gota), pueden aliviar los síntomas, pero no la eliminan.
La conjuntivitis no causa daños en la visión, pero es una afección muy molesta y en algunos tipos contagiosa.
Las grandes diferencias entre tipos de conjuntivitis hacen tan importante tanto su correcto diagnóstico como las pautas de que viten la transmisión y su tratamiento, siempre tutelado por un médico.