Las paperas: qué son, síntomas y contagios
Enlace copiadoLas paperas es una enfermedad muy común en la edad escolar, aunque también puede aparecer en adolescentes y adultos.
En el año 1982 fue declarada en nuestro país como una enfermedad de declaración obligatoria, es decir, que ante la aparición de un paciente con paperas, el médico está obligado a notificar al centro de salud público que corresponda el caso siguiendo el protocolo de vigilancia de parotiditis establecido por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, puesto que puede suponer el inicio de un contagio y afectar a la comunidad.
A continuación, te explicamos en detalle qué son las paperas, cuáles son sus síntomas y sus causas. Y recuerda que, ante la aparición de cualquier síntoma, es muy importante que acudas al médico para que éste pueda llevar a cabo una valoración y un diagnóstico.
Índice
¿Qué son las paperas o parotiditis?
Las parotiditis, comúnmente conocida como paperas, es una enfermedad provocada por infección de un virus de la familia Paramyxoviridae en las glándulas salivares llamadas parótidas.
Las glándulas parótidas están situadas a ambos lados de la cara cerca de los oídos. Cuando se infectan una o ambas por el virus, las glándulas se inflaman causando dolor al paciente.
Aunque es una enfermedad que se presenta con mayor frecuencia en la población infantil, también puede contagiar a los adultos, y afectar al páncreas, a los ovarios, a los testículos o a las meninges.
A pesar de las altas tasas de vacunación con la vacuna triple vírica, la parotiditis epidémica (paperas) continúa siendo una enfermedad endémica en todo el mundo y se sigue observando actualmente en nuestro país, con picos de incidencia cada 2-5 años.
Síntomas de las paperas
Las paperas son contagiosas, se contagian facilmente de persona a persona por la saliva, la tos o los estornudos. Entre un 15 y 20% de los pacientes que tienen paperas son asintomáticos y, por tanto, no son conscientes de que tienen esta enfermedad, pero, aún así, pueden contagiar a otras personas.
La mayoría de los casos se concentran entre los 15 y los 34 años de edad (75%), con predominio en varones. La baja incidencia en mayores de 35 años indica la inmunidad natural, adquirida por haber pasado la infección. Y la baja frecuencia por debajo de los 10 años es índice de la protección otorgada por la vacuna.
Poor norma general, los síntomas de las paperas típico son los siguientes:
- Dolor en las glándulas salivares en uno o ambos lados de la cara
- Fiebre
- Dolor al tragar o masticar
- Dolor de cabeza
- Dolor de oído
- Malestar general
- Dolores musculares
- Fatiga y cansancio
- Debilidad
- Pérdida de apetito
Si no hay complicaciones, los pacientes con paperas se recuperan por completo en aproximadamente dos semanas, tras cursar fiebre durante tres o cuatro días.
Los síntomas suelen aparecer entre los 3 -15 días tras la infección, iniciando con la inflamación, el dolor y el endurecimiento en la glándula parótida, normalmente primero de un lado y a los dos o tres días siguientes la del otro lado.
La fiebre suele aparecer enseguida y no supera los 40ºC.
Es muy importante acudir al médico para que realice las pruebas que sean necesarias ante la aparición de cualquier síntoma.
Causas
Como hemos dicho, la causa de las paperas es la infección viral producida por el virus Paramixoviridae. Este virus infecta al paciente penetrando en su organismo y multiplicándose en las células del aparato respiratorio, donde se inicia el proceso de incubación, hasta lograr transportarse, a través de la sangre, a todos los tejidos.
¿Cómo es el contagio de las paperas?
El contagio de las paperas es rápido y muy fácil, precisamente por ello los médicos están obligados a comunicar el caso de sus pacientes. Pero, pese a existir una vacuna contra las paperas, las personas pueden contagiarse igualmente aunque reduciendo los riesgos y la virulencia del virus.
Sin embargo, superar esta enfermedad no exime de la posibilidad de volver a contagiarse.
El contagio se produce a través del contacto directo con la saliva de la boca, nariz o garganta de una persona infectada, ya sea porque ésta estornude, tosa, hable, bese o comparta objetos en los que queden restos de saliva.
El contagio de las paperas puede producirse desde el momento en que las glándulas salivares empiecen a inflamarse y hasta 5 días después iniciarse la inflamación. Por eso se recomienda que durante este tiempo el paciente infectado se aísle y limite el contacto directo con otras personas, ya sea en la escuela, en eventos sociales o incluso en el propio hogar.
El periodo de contagiosidad abarca desde 7 días antes de la inflamación de la parótida hasta 9 días después (con un pico máximo entre 2 días antes y 4 después del comienzo de la enfermedad, que es cuando al paciente se le considera potencialmente contagioso).
¿Quedan secuelas?
La mejor prevención para no contagiarse de paperas es la vacunación en la infancia aunque, como hemos dicho, eso no imposibilita que el paciente vacunado pueda infectarse, aunque sí reduce el riesgo de complicaciones.
Por norma general, con las paperas no suelen quedar secuelas en los pacientes, pero en algunos casos, muy infrecuentes, sí pueden existir.
En dichos casos las complicaciones más frecuentes pueden ser:
- Meningoencefalitis. Es decir, que se produzca una inflamación en las meninges y el encéfalo.
- Ooforitis, que se produce cuando hay una inflamación en los ovarios.
- Orquitis o epididimitis, que se produce cuando hay una inflamación en los testículos, por lo que hay que prestar atención a los adolescentes masculinos que estén contagiados de paperas para que no las desarrollen puesto que puede provocar, también, infertilidad. Los síntomas se complican a partir de los 8 días desde el contagio, apareciendo fiebre muy alta, dolor abdominal, dolor testicular y náuseas.
- Nefritis, o inflamación del riñón.
- Miocarditis, que aparece cuando se inflama el músculo cardíaco.
- Artritis, si se produce una inflamación de las articulaciones.
Las paperas es una enfermedad que puede afectar a niños, adolescentes y jóvenes que estén expuestos al virus, pero no por infectarse tienen que aparecer síntomas o desarrollar complicaciones. Lo que sí es importante es acudir al médico a tiempo para que éste pueda diagnosticarla y empezar el aislamiento del paciente para que el virus no se propague.
En la mayoría de los casos el tratamiento solo consistirá en calmar los síntomas a base de antitérmicos y antiinflamatorios para calmar las molestias y, sobre todo, que el paciente haga reposo para evitar que se produzcan complicaciones. La dieta es otro factor muy importante a tener en cuenta, puesto que deberá ajustarse a las necesidades de cada paciente según su apetito y malestar al masticar o tragar.
Es muy importante que la persona enferma permanezca en casa hasta 5 días después del inicio de los síntomas para evitar que propague la enfermedad a los demás.
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