Qué es el resveratrol y cómo puede ayudarte a prevenir el alzheimer

Numerosas empresas vitivinícolas se han hecho eco de un estudio que señala que un compuesto del vino tinto podría ayudarnos a prevenir el alzheimer. El vino tiene contrastadas cualidades positivas y también negativas. El compuesto del que hablamos caería dentro de las primeras. Su nombre es resveratrol y no se encuentra exclusivamente en el vino tinto.
Dicho compuesto fenólico tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes beneficiosas para el organismo. El problema es que en el vino también encontramos alcohol, algo que ningún especialista médico recomendaría tomar a diario.
Por eso mismo, es importante buscar este compuesto en otros alimentos que no contengan alcohol. Así podremos beneficiarnos de sus ventajas que incluyen una mayor longevidad y protección contra enfermedades como el alzheimer.
¿Qué alimentos contienen resveratrol?
Las uvas negras, el zumo de uva, la soja, los cacahuetes o incluso el chocolate negro, son sólo algunos ejemplos de alimentos que contienen el resveratrol sin necesidad de tomar alcohol.
Más allá de los alimentos, también podemos encontrar el resveratrol en cápsulas, como un suplemento alimenticio. Además, aunque pueda parecer un cliché, mediante el ejercicio regular también es posible reducir las probabilidades de padecer alzheimer, según estudios recientes.
Lo que hace el resveratrol para disminuir las probabilidades de contraer esta enfermedad, es actuar sobre los receptores dañados por ella, favoreciendo la llegada al cerebro de estímulos que permiten pensar, hablar o memorizar.
De manera que, este compuesto no sólo ayuda a prevenir la enfermedad, también puede frenar sus síntomas una vez que se ha contraído.
Ayudar a prevenir el alzheimer
Sin duda la prevención también juega un papel importante en un proceso como el del alzheimer.
Hay ciertos hábitos que harán disminuir la posibilidad de sufrir esta enfermedad. Es lo que se conoce como factores de riesgo modificables.
1. Tener en cuenta factores que influyen en el riesgo cardiovascular
De este modo, evitar la obesidad, el tabaquismo, la hipertensión, el colesterol alto, la diabetes, son herramientas de prevención no solo para el corazón, también en este caso para el Alzheimer.
2. Hábitos saludables
Por supuesto también se encuentran aspectos que se relacionan con los hábitos de vida. Cuanto más saludables sean estos hábitos de vida mejor para la prevención de este tipo de trastorno. Aquí se incluyen cuestiones como una buena higiene del sueño como actividad física, cognitiva y social. También, por supuesto, un buen sueño y descanso es importante en este caso.
3. Hacer ejercicio físico
Ya hemos hablado mucho sobre los beneficios del ejercicio físico, que también ayuda a mejorar la salud neuronal. De hecho, existen estudios que apuestan por la relación entre la disminución del daño vascular cerebral gracias al ejercicio, y la protección añadida del deterioro cognitivo gracias a la formación de nuevas neuronas en el hipocampo.
4. Seguir una alimentación saludable
Hemos hablado también anteriormente sobre como una buena alimentación puede alargar la vida. En este caso, la dieta mediterránea parece muy indicada para la prevención del alzheimer, ya que tiene un efecto anti estrés oxidativo. Obviamente, excesos como el consumo abusivo de alcohol van totalmente en contra de estos hábitos saludables de prevención.
5. Mejorar nuestra reserva cognitiva
Para ello es recomendable mantener actividad mental asumiendo nuevos retos, o simplemente, manteniendo actividad intelectual más elevada posible. Si es posible aprendiendo nuevas cosas mejor.
Es interesante potenciar la relación e interacción con otras personas para enriquecer los conocimientos, pero también recibir perspectivas nuevas. Aunque, en este caso, sobre todo lo importante es evitar el aislamiento y su efecto en nuestra salud mental.