Remedios caseros y naturales para quitar la tos
Los remedios caseros para la tos son una opción sana de combatir la molestia de estar tosiendo continuamente. Pese a que en sí la tos no es mala, ya que ayuda a curar y a proteger el cuerpo, puede llegar a ser realmente molesta y provocar dolores de espalda, de musculatura, de cabeza, falta de sueño, irritación de la garganta y otros síntomas que nos hacen estar decaídos e incómodos.
Índice
¿Qué es la tos?
La tos es definida como una maniobra explosiva, realizada de manera refleja o deliberada para limpiar la vía aérea. En definitiva, la tos es un reflejo que se produce para que tanto la garganta como las vías respiratorias estén despejadas de flemas, y para evitar irritaciones es recomendable utilizar remedios caseros que ayuden a calmarla.
Las causas mas frecuentes difieren si la tos es aguda (menos de 4 semanas) o crónica:
- Tos aguda: infecciones en las vias aéreas superiores; goteo postnasal; neumonía, etc.
- Tos crónica: asma, reflujo gastro-esofágico, brónquitis crónica o E.P.O.C.
Además, la tos puede producirse por un proceso catarral, por alergia o por infecciones, tanto bacterianas como virales, así que si se convierte en una tos persistente y realmente molesta, es necesario acudir al médico para que pueda valorar los síntomas y recetar el tratamiento que considere oportuno.
Recuerda que nunca debes automedicarte, así que acude al médico si los síntomas persisten. Recuerda que antes de cualquier tratamiento, debe evaluarse, de acuerdo a los antecedentes de enfermedades presentes o pasadas; y un examen físico. Hay una serie de signos de alarma, como la disnea, el sangrado con la tos, la fiebre persistente, etc., que no deben demorar la asistencia médica.
¿Cuáles son los mejores remedios para la tos?
Los mejores remedios para la tos siempre deben de estar enfocados a la causa. Los remedios caseros son recomendados para casos leves. En caso de enfermedades o infecciones graves se recomienda ir al médico.
Los remedios naturales para la tos son calmantes locales. Cuando se está pasando por un proceso de mucha tos, ya sea tos seca o con flema, beber muchos líquidos es fundamental para evitar las irritaciones y, además, mantenerse hidratados.
Consumir alimentos con vitamina C nos ayuda a prevenir catarros y procesos gripales, así que en época de frío, no olvides aumentar su ingesta. A continuación, te explicamos cuáles son los mejores remedios caseros para quitar la tos que puedes utilizar.
Miel
Numerosos estudios han demostrado que la miel es uno de los mejores remedios para la tos y, de hecho, muchos de los medicamentos que se recetan la contienen entre sus ingredientes.
La tos tiene propiedades terapéuticas que fomentan la eliminación de microbios y también actúa como antiséptico y antioxidante y, además, es eficaz para calmar la irritación de garganta.
En los procesos gripales o en los catarros, la tos es muy efectiva, y por ello es aconsejable preparar una infusión con miel, o incluso un vaso de agua caliente con una cucharada de miel y unas gotas de jugo de limón.
Recuerda que los niños menores de un año no pueden tomar miel debido a la presencia de una bacteria que puede resultar dañina para su salud.
Jengibre
El jengibre aporta al organismo muchas propiedades saludables. Es antibacteriano, antiviral y un expectorante natural realmente efectivo.
Es muy eficaz para aliviar la tos asmática o la tos seca y, además, ayuda a calmar la inflamación.
La mejor manera para tomarlo, es cortando un trozo de raíz e hirviéndolo, dejando que infusione. Luego se puede tomar tal cual, o bien añadir una cucharada de miel o de zumo de limón.
Romero
El romero está considerado como uno de los más efectivos antibióticos naturales. Tiene muchísimas propiedades, entre las que destaca su función antiséptica, antibacteriana y balsámica.
Además, es muy eficaz para combatir la bronquitis, la bronquiolitis, la faringitis y aliviar la tos.
El romero puede tomarse como infusión, hirviendo en agua unos tallos y posteriormente añadiéndole zumo de limón, miel o sin nada, pero además también se puede respirar. Por ejemplo, cuando la tos es muy intensa y el malestar resulta cada vez mayor, el enfermo puede darse un baño con agua caliente y añadir unos tallos de romero. Al calentarse y producir vapor, impregnará el ambiente con sus propiedades y ayudará a la persona a respirar mucho mejor y a calmar su tos.
Orégano
El orégano es uno de los remedios para la tos seca. Ingiriéndolo se reduce el reflejo de la tos y se fomenta la acción expectorante. Además, también cuenta con propiedades antibacterianas.
Su sabor en infusión no es muy agradable, por lo que puede mezclarse con otros ingredientes que también son buenos para combatir la tos, como la miel, por ejemplo.
Para preparar una infusión de orégano hay que llevar a ebullición un vaso de agua con una cucharada sopera de orégano y tomarla tres veces al día.
Cúrcuma
La cúrcuma, para muchos, es el remedio casero para quitar la tos más desconocido. Pero su efecto es tan bueno y eficaz como el resto que hemos comentado a lo largo de este post.
El principio activo de la cúrcuma, la curcumina, es un gran antiinflamatorio y, al tomarla en agua templada, se alivia la irritación de la garganta y de los pulmones.
Para prepararla, es necesario añadir una cucharadita en un vaso de agua caliente.
Cebolla
La cebolla es el remedio casero para la tos más conocido, utilizado, eficaz y efectivo que hay, sobre todo para aliviar la tos de los niños que tienen un resfriado o una gripe mientras duermen.
La cebolla está considerada un gran antibiótico natural y se recomienda que, ante tos persistente y molesta, se tenga cerca una cebolla cortada. Al cortarla, se van liberando diferentes compuestos como la quercetina, que tiene una acción antiinflamatoria muy potente, sus efectos se pueden notar en poco tiempo.
Pero, además de cortarla y mantenerla cerca mientras duermes, también puedes prepararte un jarabe con ella y tomar dos cucharadas al día. Para hacerlo, corta en trozos muy pequeños una cebolla, añádele dos cucharaditas de miel y déjala reposar por 24 o 48 horas. Pasado este tiempo, se habrá creado una especie de líquido que es lo que deberás tomar.
💡 Aunque tomes nota de estos remedios caseros, en estos casos te recomendamos acudir a un profesional. Entendemos que las largas esperas del médico pueden frenarte, por ello, te animamos a consultar nuestro seguro de salud Aegon Conecta, para que tengas acceso a una atención rápida y ágil.
¿Qué es bueno para la tos por la noche?
La tos nocturna puede aparecer e interrumpir nuestro sueño. Hay algunos métodos que pueden ayudar a aliviar la tos por la noche, como son el uso de un humidificador, tomar té con miel antes de irse a la cama, o dormir con la cabeza elevada.
Un humidificador
Si vives en una zona seca uno de los remedios para quitar la tos por la noche es usar un humidificador, este hará que el ambiente no esté tan seco y por lo tanto aliviar estos síntomas de la garganta.
Té con miel
Otro de los remedios caseros que puedes probar por la noche es tomar un té con miel antes de irte a dormir, esto hará que tu garganta se suavice y no haya tanta tos.
Elevar la cabeza
La tos en la cama puede ser un problema, por eso se recomienda usar almohadas o almohadones para intentar apoyar la espalda o la cabeza y elevar así la parte superior de nuestro cuerpo, eso hará que la mucosidad no se acumule al final de la garganta y fluya con normalidad.
Tos persistente: cuando la tos no para
La tos persistente puede ser un síntoma de enfermedades graves como la bronquitis, el asma, una neumonía, una enfermedad crónica, alergia, goteo postnasal o bronquiectasia. También podemos encontrar una tos recurrente cuando una persona trabaja expuesta a algún desencadenante de tos como los químicos. Por último, y más extraño, también podría deberse a un efecto secundario de algún medicamento.
Así que ¡ya lo sabes! Ante la aparición de cualquier tipo de tos que provoque malestar en ti o en tu familia, pon en práctica los remedios caseros para la tos que te hemos explicado en este post para conseguir mejorar la situación del enfermo. Pero recuerda que es importante acudir al médico para que pueda valorar los síntomas y aconsejar el tratamiento necesario para que la enfermedad no derive a nada más grave.