Consecuencias de ser resistente a la insulina y cómo saberlo
La insulina es la principal fuente de energía de nuestro cuerpo. Se trata de una hormona producida por el páncreas que ayuda a la glucosa que genera nuestro sistema inmunológico a introducirse en la sangre de forma natural y, así, obtener la energía necesaria para mantener nuestra vida diaria.
Los pacientes inmuno resistentes a esta hormona no son conscientes de que lo son hasta que acuden a un profesional médico y les realizan una analítica. Como no existe una sintomatología que pueda llevar a pensar que tu cuerpo es resistente a la insulina, los pacientes que lo son lo descubren habitualmente de forma casual.
La inmuno resistencia o resistentes a la insulina se genera cuando las células de los músculos, la grasa producida por el cuerpo o el hígado, no absorben bien la glucosa de la sangre. Esto puede llevar a provocar una serie de futuros problemas y enfermedades de las cuales vamos a ir hablando en este artículo.
Índice
Qué es la resistencia a la insulina
La resistencia a la insulina, se produce cuando los tejidos no absorben correctamente la glucosa, especialmente las células del hígado, del músculo y el tejido adiposo (grasa).
Como resultado de ello, el páncreas produce más insulina y así da respuesta al sistema inmunológico de la falta o exceso de ésta, mientras dichos niveles se puedan mantener en un rango considerado normal, se podrán evitar algunos trastornos o enfermedades futuras que pueden derivar en patologías que lleven a tener consecuencias graves en la salud.
Dicho en otros términos, la resistencia a la insulina se produce cuando tu cuerpo produce demasiada azúcar en sangre.
Entre los problemas médicos que produce la inmunoresistencia, y que pueden afectar negativamente a tu salud se encuentra la obesidad, presión arterial alta, colesterol alto o llegar a padecer diabetes de tipo 2.
Síntomas de que soy resistente a la insulina
Como hemos comentado, la sintomatología de ser resistente a la insulina es nula, no es detectable sólo por cómo te sientes de salud, sino más bien mediante un análisis de sangre.
Si en la analítica se percibe que tus niveles de azúcar en sangre están alterados, probablemente serás inmuno resistente a la insulina.
Por lo general, toda la sintomatología que puede producir dicha afección es detectable mediante otro tipo de pruebas diagnósticas, habitualmente también rutinarias, como analíticas o tomarte la presión arterial.
Mediante este tipo de pruebas diagnósticas podrán detectar si mantienes un nivel bajo de colesterol llamado “del bueno”, o los valores de los triglicéridos permanecen altos, consecuencias derivadas de tener un nivel de glucosa alto en sangre.
Ello no implica que nuestro cuerpo sea sabio y pueda dar algunas señales de que tu cuerpo no está funcionando correctamente, entre ellos detectar que en pocas semanas el contorno de tu cintura supera los 88 cm si eres mujer, o 100 en caso de los hombres. Mantenerse cansado a pesar de no haber realizado un sobreesfuerzo ,que tu presión arterial sea más alta de lo habitual o detectar manchas en la piel, conocidos como papilomas cutáneos, que pueden significar un síntoma de alerta de padecer un alto nivel de azúcar en sangre.
Problemas que puedo tener siendo resistente a la insulina
El problema más habitual e inmediato que puedes llegar a tener, si te detectan resistencia a la insulina, es la prediabetes antesala de la diabetes tipo 2. Si no se recibe un tratamiento específico para evitar ese nivel de azúcar alto en sangre, se pueden sufrir otras patologías de diagnóstico más grave como son el accidente cerebrovascular, ataque cardíaco, enfermedades renales, problemas oculares, cáncer o la enfermedad de Alzheimer.
La diabetes tipo 2 es la más habitual de estas enfermedades y se produce derivada precisamente de esa resistencia a los síntomas de la insulina, y dependiendo de los niveles de azúcar que genera tu cuerpo se trata de varias maneras.
La más habitual cuando es detectada es mediante el medicamento en pastillas denominado metformina.
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Soluciones
Los profesionales médicos, tras detectar en la sangre este tipo de resistencia, te recomiendan realizar ejercicio físico al menos cinco días a la semana, durante mínimo media hora. y llevar una dieta saludable, donde evites alimentos altos en carbohidratos.
La pérdida de peso de un mínimo del 7% de tu grasa corporal puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y otras enfermedades de diagnóstico más grave.
Si no se regulan de forma natural esos niveles de azúcar se suelen realizar otros tipos de tratamientos o metodologías, que consisten en normalizar dichos niveles con insulina artificial.
Existen tres tipos de insulina y cada una de ellas viene dada a través de una metodología diferente:
La insulina glargina: Esta es específicamente creada con el ADN de la persona que padece Diabetes I o II, es de acción prolongada y se inyecta solamente una vez al día mediante una aguja a través de la piel.
La insulina rápida, se absorbe mediante el tejido adiposo (subcutáneo) y controla el azúcar y se inyecta mediante un lápiz antes de las comidas.
La bomba de insulina. Esta insulina es artificial, y se adhiere al cuerpo. De manera subcutánea inyecta insulina regularmente al torrente sanguíneo, mediante un medidor integrado valora los niveles de azúcar del cuerpo, e inyecta la cantidad que necesita tu cuerpo cuando éstos niveles distan de la normalidad.
Por último, las nuevas metodologías y avances han creado otro tipo de insulina, la insulina inteligente. Las insulinas actuales estabilizan los niveles de glucosa, pero aún no se había logrado que esos niveles se mantuvieran en un rango normal durante periodos prolongados y hace que los pacientes que la usan deben inyectarse varias veces al día insulina. Una pluma conectada al teléfono móvil mediante bluetooth realiza unos análisis frecuentes y mide los niveles de glucosa en sangre en tiempo real, permitiendo así regular sus niveles de glucosa con menos dosis de insulina diarias.
Tomar buenas decisiones respecto a tu modalidad de vida y la alimentación inteligente que deberías llevar es importante para evitar algunas de las consecuencias derivadas de tener un nivel alto de azúcar en sangre, y así poder evitar la resistencia a la insulina.
Lleva a cabo una dieta saludable comiendo más fruta, verdura, cereales integrales, nueces, pescado, legumbres y otras proteínas magras.
Además el profesional puede también ayudarte con algún tipo de medicamento que ayude a regular esos niveles de azúcar en sangre.
Fuentes: