Volver

Procrastinar: por qué lo haces y cómo dejar de hacerlo

mujer procrastinando en lugar de trabajar

Nuestra manera de reaccionar ante el entorno está moldeada por una combinación de factores emocionales, mentales y sociales. Cada estímulo o situación, desde una responsabilidad, una conversación o un objetivo marcado, genera en nosotros una respuesta que no siempre es consciente ni lógica. En ocasiones, en lugar de actuar de forma directa, muchas veces interpretamos la tarea como una amenaza al bienestar inmediato: sentimos incomodidad, ansiedad o presión, y en vez de afrontarla, buscamos aliviar ese malestar a través de la evasión. Es en este contexto donde surge la opción de procrastinar.

Esta tendencia es natural y forma parte de los mecanismos de defensa del cerebro, que prioriza el placer a corto plazo frente al beneficio a largo plazo. Este comportamiento consiste en postergar tareas importantes sustituyéndolas por otras más fáciles o placenteras.

No es pereza, sino una forma de responder a emociones como el miedo al fracaso, la inseguridad o la falta de motivación. Aunque en el momento pueda parecer inofensiva, la procrastinación sostenida genera acumulación de tareas, estrés y un sentimiento de culpa que refuerza el círculo vicioso.

Comprender este proceso nos permite observar con mayor claridad nuestras reacciones cotidianas y empezar a entrenar respuestas más conscientes, que favorezcan nuestro bienestar y productividad.

El mayor cuadro médico para cuidar de ti.
Más de 50.000 especialistas.
Más de 1.000 clínicas a tu disposición.

Qué significa procrastinar y cómo identificarlo

Procrastinar, por tanto, es una forma de evasión que suele darse cuando la tarea resulta incómoda, difícil, aburrida o genera ansiedad. En lugar de afrontarla, la persona opta por actividades más agradables o irrelevantes, como mirar el móvil, ordenar objetos, o simplemente esperar a sentirse con ganas.

Existen varias formas de identificarlo:

  • Aplazas tareas importantes sin una razón válida.
  • Sustituyes tareas prioritarias por actividades irrelevantes.
  • Sientes culpa o malestar mientras postergas.
  • Buscas excusas constantemente.
  • Culpas a motivos ajenos: el entorno, cansancio, al horario, o al clima para justificar la inacción.
  • Esperas el “momento perfecto” para comenzar

Identificar la procrastinación es el primer paso para cambiarla. No se trata solo de mejorar tu productividad, sino de cuidar tu bienestar emocional.

Procrastinar de forma continua aumenta el estrés, la ansiedad y puede dañar tu autoestima. Con conciencia, estrategias adecuadas y pequeños cambios de hábito, es posible salir de ese ciclo y recuperar el control sobre tu tiempo y tus decisiones.

💙 El bienestar emocional es tan importante como el físico, por lo que es fundamental cuidarlo como tal. Con el seguro de salud de Aegon tendrás acceso a especialistas de la salud mental que te ayudarán a comprender cómo te sientes.

Por qué procrastinamos: causas más comunes

Por tanto, procrastinar no es una cuestión de falta de voluntad o de organización: es una respuesta emocional compleja que muchas veces usamos para evitar el malestar que nos provoca una tarea. Estas son las causas más comunes por las que procrastinamos:

  • Miedo al fracaso: cuando una tarea nos enfrenta a la posibilidad de equivocarnos, posponerla nos da una falsa sensación de protección frente a esa amenaza.
  • Perfeccionismo: el deseo de hacerlo todo de forma impecable puede llevarnos a no empezar nunca, buscando el momento perfecto que rara vez llega, lo que perpetúa la postergación.
  • Falta de motivación o interés: si una tarea no nos resulta significativa o nos parece aburrida, nuestro cerebro tiende a rechazarla en busca de estímulos más gratificantes.
  • Falta de claridad: cuando no entendemos bien lo que se nos pide, es más probable que lo evitemos. Las tareas mal definidas generan confusión y bloqueo.
  • Baja tolerancia a la incomodidad: algunas personas son especialmente sensibles al esfuerzo mental, al aburrimiento o a la frustración. En estos casos, procrastinar se convierte en una vía rápida para evitar esas emociones.
  • Malos hábitos y distracciones constantes: la multitarea, el uso excesivo del móvil o trabajar en entornos llenos de interrupciones debilitan nuestra capacidad de concentración y alimentan la procrastinación.
  • Falta de autoconfianza:cuando no creemos que somos capaces de realizar una tarea con éxito, la evitamos. Esa inseguridad alimenta la procrastinación y refuerza un círculo de baja autoestima.
  • Miedo al éxito o al cambio: aunque parezca contradictorio, también puede haber un temor inconsciente a las consecuencias de hacer bien una tarea, ya que puede llevar a contraer más responsabilidades, expectativas más altas o incluso cambios personales que no estamos listos para asumir.

Comprender estas causas nos ayuda a dejar de ver la procrastinación como un simple problema de organización y a abordarla como lo que realmente es: una estrategia de afrontamiento emocional que puede transformarse con conciencia y entrenamiento.

persona procrastinando con el movil

Cómo saber si estás procrastinando o solo descansando

Distinguir entre procrastinar y descansar es clave para mantener un equilibrio saludable entre productividad y bienestar. Ambos implican no estar trabajando activamente en una tarea, pero su origen, intención y efecto emocional son muy distintos. Aquí tienes algunas formas para saber si es descanso:

  • Lo has planificado como partida de tu rutina.
  •  Sientes alivio y recargas energía, sin culpa ni ansiedad.
  • Tienes claro cuándo retomarás la tarea y estás cumpliendo con tus tiempos.
  • El descanso es intencional y consciente: eliges parar para cuidar tu mente o cuerpo.
  • Cuando vuelves al trabajo, lo haces con mayor claridad, enfoque o motivación.

Por el contrario estás procrastinando si:

  • Evitas una tarea importante sin razón clara y la reemplazas con actividades poco relevantes.
  • Sientes culpa, incomodidad o ansiedad mientras pospones.
  • No sabes cuándo vas a retomar la tarea o te convences de que “más tarde” estarás listo, pero ese momento no llega.
  • En vez de recargarte, el tiempo que usas te agota más o te genera estrés acumulado.
  • La acción es más una forma de huida emocional que de descanso consciente.

Consecuencias de procrastinar en tu vida personal y laboral

Procrastinar de forma habitual puede tener un impacto profundo tanto en tu vida personal como en tu desempeño laboral. Aunque a corto plazo puede parecer inofensivo o incluso útil para reducir el estrés, a largo plazo sus consecuencias suelen ser negativas, acumulativas y afectan tu bienestar general.

Consecuencias en la vida personal

Las consecuencias en la vida personal son evidentes y dañinas a largo plazo:

  • Aumento de la ansiedad y del estrés.
  • Culpa y baja autoestima.
  • Deterioro de relaciones personales al afectar a la confianza de los demás.
  • Pérdida de oportunidades, como eventos o momentos valiosos.

Consecuencias en el ámbito laboral o académico

El trabajo y los estudios, como campos de actuación vitales importantes, también les afecta de forma importante:

  • Bajo rendimiento y productividad.
  • Reputación profesional deteriorada.
  • Aumento del agotamiento mental, por la presión constante por realizar trabajos a última hora, lo que origina fatiga.
  • Desorganización y falta de visión, ya que posponer tareas hace que cuando haya que afrontarlas todo sea urgente, sin planificación a largo plazo.
El seguro de salud con las máximas coberturas para ti y los tuyos al precio que buscas
Calcula tu precio

Cómo dejar de procrastinar con estrategias efectivas

Dejar de procrastinar no es cuestión de fuerza de voluntad únicamente, sino de aplicar estrategias concretas y sostenibles en el tiempo que te ayuden a superar la inercia, gestionar tus emociones y recuperar el control sobre tu tiempo.

  1. Crea un entorno libre de distracciones.
  2. Divide la tarea en partes pequeñas: una de las principales causas de la procrastinación es sentirse abrumado. Para evitarlo, fracciona la tarea en acciones simples y lo más concretas posibles.
  3. Usa la regla de los 2 minutos: si una tarea puede hacerse en menos de 2 minutos, hazla de inmediato. Esto evita acumulación y mantiene el impulso para otras más importantes.
  4. Aplica la técnica Pomodoro: trabajando o estudiando en bloques de 25 minutos para tomarse 5 minutos de descanso. Tras 4 ciclos, descansa más tiempo.
  5. Establece un horario concreto: poniendo fecha y hora de entrega a las tareas. De esta forma se refuerza tu propio compromiso y disciplina.
  6. Determina pequeñas recompensas al cumplir metas, lo que ayuda a “entrenar” a tu cerebro a asociar esfuerzo con placer.
  7. Identifica la emoción que te bloquea: ya sea miedo, inseguridad o aburrimiento, entre otras. Reconocer la emoción te ayuda a gestionarla sin huir.
  8. Aceptar que no necesitas estar motivado para empezar, ya que en muchas ocasiones esta llega después de comenzar.

Superar la procrastinación requiere práctica, paciencia y estrategias realistas. No se trata de ser perfecto, sino de avanzar con constancia. Si aplicas algunas de estas herramientas de forma regular, empezarás a notar cambios en tu energía, enfoque y productividad.

Fuentes:

Yo procrastino, tu procrastinas… Universidad del País Vasco. https://www.ehu.eus/documents/2632144/2634184/Yo+procrastino.pdf/ab93b6fd-7f22-418d-9af6-e0d1bcb9ed0a

Guía para concentrarte y gestionar tu tiempo en casa. EAFIT Universidad. https://entrenos.eafit.edu.co/noticias/2022/mayo/Documents/guia-para-concentrarte-y-gestionar-tu-tiempo.pdf

Etiquetas: / /
Redactor Salud y Consumo
Mi LinkedIn

Licenciado en ADE por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en comunicación por la Universidad Complutense, lleva desde el año 2002 escribiendo sobre temas de consumo, salud y divulgación en general, tanto en revistas escritas como Dinero y Salud, asociaciones y diversas páginas web. Además de ser colaborador en medios escritos (Expansión, Cinco Días, idealista.com, El País, Libertad Digital, El Confidencial,…) Radio (COPE, Onda Cero, Cadena Ser, Onda Madrid…) y Televisión (Telecinco, Antena 3, Telemadrid…).