Cómo Internet de las Cosas (IoT) cambiará el mundo de los seguros
Datos y más datos. En plena revolución digital, la información se ha convertido en una herramienta esencial para todo tipo de negocios, siendo la abundancia y crecimiento de datos elementos clave.
Todo ello se traslada a un producto tan habitual en nuestra vida como son los seguros. El seguro nos cubre riesgos con nuestro coche, casa, salud y, por supuesto, nuestra propia vida.
Es normal por todo ello que exista una clara relación entre seguros y la gran cantidad de datos que se desprenden de nuestra actividad diaria, personal y profesional, y todo ello lo proporciona el Internet de las Cosas y todas las tecnologías y aplicaciones que de allí se desprenden.
Así, los datos y sus manejos en los seguros mejorarán su gestión en aspectos como:
- Machine learning: aprendizaje automático por parte de una máquina o software mediante la adaptación de ciertos algoritmos. Automatizan y ganan en eficiencia en tareas rutinarias como autorizaciones.
- Wearables: las cintas deportivas o smartwatches son una realidad que ayuda y proporciona muchos datos sobre la salud, pero pronto serán también prendas de vestir inteligentes.
Todo ello conllevará mejor conocimiento y manejo de riesgos en áreas como salud o vida.
- Big Data: captación y manejo de todo tipo de datos, desde hábitos de conducción para un seguro de automóvil como domótica y control de riesgos de hogar a través de dispositivos inteligentes.
Índice
Más conexión, más información
Internet de las cosas conlleva una mayor interconexión. Es un fenómeno real en el que cada año se multiplica la generación de datos, pero con un potencial de crecimiento enorme.
Los puntos clave está en la integración cada vez mayor en todo tipo de dispositivos y su conectividad, que es la que proporciona valor a todos los datos recopilados. Estos datos llegan de forma centralizada y hay que saber analizarlos y ponerlos valor para realizar un correcto análisis.
Las aplicaciones prácticas son enormes, pero Internet de las cosas en el sector seguros principalmente conseguirá un mejor análisis de riesgos y con ello lograr una mejor personalización de los productos.
Control y gestión de los riesgos a través de Internet de las cosas
Tal y como ya adelantó un estudio de la consultora Accenture del año 2017, gracias a Internet de las cosas la experiencia del cliente ocupará un primer lugar, reorientará los servicios de gestión de riesgo y provocará ganancias en las aseguradoras en eficiencia.
Así, por ejemplo, a la hora de determinar los riesgos, y la prima de un seguro de vida, se tendrán cada vez más en cuenta tus circunstancias personales que datos como esperanza de vida en tablas o antecedentes familiares.
En un coche, la personalización es incluso mayor. Conocer historial de incidentes, hábitos de conducción del asegurado, kilómetros realizados, etc., conlleva una enorme mejora a la hora de constituir una prima personalizada.
En hogar, igual. La enorme cantidad de dispositivos que ya se están implementado en el hogar y que controlan ya no solo aspectos como la seguridad, sino también el grado de mantenimiento de la propia vivienda dejarán desfasados datos tan estándar como los años de la vivienda o su ubicación, que pasarán a una posición secundaria.
Estas tres ramas son las que más intensamente se está desarrollando Internet de las Cosas en el sector seguro, pero nadie duda que Salud será otra rama fundamental.
Cesión de datos y privacidad
Uno de los grandes hándicaps está en la privacidad. Ceder datos afecta a todas las ramas de seguros. Es cierto que en relación con vida y salud, los datos que se comparten son más delicados, aunque también en ramas como hogar y por supuesto vehículos también se están proporcionando datos sobre hábitos y vida privada que hay que vigilar.
Por ello, la privacidad y el control de los datos es una prioridad en el desarrollo de Internet de las Cosas en el sector seguros. Para ello se cuenta con toda la experiencia del sector en la custodia y control de datos tan personales como historiales médicos del asegurado, antecedentes, accidentes con un vehículo, etc.
Todo ello armonizándose en un entorno en el que estamos constantemente cediendo, ya sea de nuestra ubicación para recibir ofertas personalizadas, informar del tráfico en una carretera y de muchas de nuestras preferencias a través de redes sociales.
Buenos hábitos y prevención
Compatibilizando tecnología y privacidad el asegurado termina ganando. En primer lugar, este conocimiento de hábitos, de ejercicio, de conducción, de seguridad en nuestra casa, etc., redunda en una clara labor de prevención.
Toda labor de prevención conlleva un menor riesgo que redunda en la aseguradora, que puede así además ofrecer productos mucho más baratos al asegurador, que estará protegido por menos.
Este es el final de la gestión adecuada de datos que ofrece Internet de las cosas, que ese análisis de datos acabe generando beneficios a la compañía y al asegurado. En este sentido estamos ante un cambio de cultura, una auténtica revolución dentro de la digitalización de las empresas.
Así, cuando se busque el mejor seguro de vida sabrás que recibirás un producto que se ajuste mucho mejor a todas tus necesidades.