¿Cómo solucionar una crisis de pareja?
Las crisis de pareja son una realidad común en nuestra sociedad. Y es que el paso del tiempo y los agentes externos a una relación, pueden influir tanto positivamente como negativamente en ella.
A lo largo de la relación se suceden diferentes situaciones y elementos variables que pueden desestabilizar el vínculo creado entre las dos personas, pero esto no significa que no existan posibilidades para arreglar dichos problemas si así lo quieren ambas partes. Existen diferentes formas, métodos y terapias a seguir que pueden ayudar a recuperar la estabilidad.
Para ello, la ayuda de profesionales especializados en las relaciones de pareja es fundamental, puesto que pueden guiar a la pareja en todo el proceso hasta la recuperación emocional.
Índice
Las etapas de la pareja y sus crisis
Todas las relaciones evolucionan con el paso del tiempo y, por ello, se pasan por diferentes etapas que pueden ir ligadas a problemas de pareja que deriven en crisis.
Las principales fases o etapas son las siguientes.
Fase de enamoramiento provocada por la novedad
Esta es la fase inicial de la relación. Cuando todo es bonito, maravilloso y mágico. Es el proceso de descubrimiento de la otra persona, e incluso de uno mismo, y suele durar alrededor de un año. Si esta fase no va más allá, las relaciones terminan, pero si no es así, se pasa a la siguiente etapa.
Fase de realidad o desencanto
Una vez superada la fase inicial, se procede a la realidad. Cada parte de la pareja se da cuenta de que las expectativas creadas en torno al otro no son las que se creían inicialmente y es aquí cuando puede iniciarse la primera crisis. Y es que las discusiones, reproches o falta de comunicación pueden derivar incluso en sentimientos de culpabilidad por no ser capaces de cumplir con las expectativas creadas por la pareja.
Es en esta etapa cuando la mayoría de parejas suelen acabar con la relación, y suele producirse en torno a los 3 años.
Fase de aceptación y estabilidad
Esta es la fase de aceptación de ambas personas y la clave de una relación de pareja sana. Y es que se trata de la etapa en la que la pareja se acepta tal y como es. Con sus defectos y virtudes, se establecen acuerdos para respetarse y que la relación no se estanque.
Aun así, es cuando suele disminuir la frecuencia de las relaciones sexuales, lo que suele provocar un problema y es necesaria una comunicación más fluida entre la pareja.
La crisis de esta etapa suele producirse a los 7 años de relación y es el momento clave para acudir a un especialista que ayude a entender cómo superar una crisis de pareja.
Fase de compromiso
En esta etapa los miembros de la pareja se aceptan tal y como son y aceptan, también, la relación que mantienen. Ninguno de los dos intenta cambiar al otro.
Pero también puede darse uno de los problemas más difíciles de solucionar, la rutina, que puede llevar a una fase de aburrimiento en el que los reproches por lo vivido y no solucionado pueden derivar en conflictos.
Esta etapa suele pasar a los 10 años de relación y es importante que cada uno tenga su propio espacio a la vez que se lleven a cabo actividades conjuntas.
Fase de madurez
Esta es una etapa en la que la pareja, en sí, ya está fortalecida. Están establecidos los límites, los objetivos y la aceptación del uno y del otro.
La individualidad ya está aceptada, pero si ésta es excesiva, puede derivar, también, en crisis.
Problemas por hijos no comunes
Los núcleos familiares han cambiado y se ha pasado ya de la visión clásica de mamá, papá e hijos comunes para siempre.
Ahora muchas familias son diferentes y es una realidad común que existan parejas con hijos no comunes que deben aprender a convivir. Para ello, es de vital importancia que toda la nueva familia cree y respete bases sólidas, y la ayuda de un profesional especializado es clave para conseguir una relación familiar sana.
Los problemas de pareja por hijos no comunes son muy frecuentes. Adaptarse a un nuevo entorno familiar puede ser complicado para todos los miembros y la razón habitual por la que se crean discusiones y discrepancias entre la pareja. Principalmente por la forma de educar o el modo parental que se está llevando a cabo por el padre o madre biológico.
Además, también puede darse un rechazo por parte de los niños hacia la pareja del progenitor biológico, se establezcan relaciones prioritarias entre padre/madre e hijo/hija, dificultades económicas derivadas de la manutención…
Problemas después de tener un hijo
Los problemas de pareja después de tener un hijo son, también, muy habituales. Y es que, básicamente, tener hijos cambia la vida y es preciso hacer un replanteamiento de la relación de pareja.
Por norma general la nueva madre experimenta una gran cantidad de cambios físicos, hormonales y psicológicos que afectan a su estado de ánimo e incluso abrumándola por la nueva responsabilidad. El padre, por su parte, suele sentirse ‘abandonado’. Y es que la dedicación exclusiva que tenía anteriormente por parte de su mujer, se ha derivado hacia el recién nacido. Además, el cansancio también crispa los nervios e influye negativamente en la relación.
En este punto es fundamental acudir a un especialista que ayude a entender a ambas partes la necesidad de recordar que no solo son padres, sino también personas y juntos una pareja.
Reconquistar a la pareja, ¿es posible?
Sí, es posible siempre y cuando se tenga claro cómo recuperar una relación de pareja en crisis. Para ello, la ayuda de un especialista es clave, y cada miembro de la pareja debe ser capaz de sincerarse consigo mismo, evaluar qué es lo que ha pasado, cómo y porqué e intentar modificar aquellos puntos que están en su mano para mejorar la relación.
Las crisis de pareja son frecuentes y comunes en todas las relaciones. Las relaciones perfectas son aquellas que evolucionan con el paso del tiempo y a la par de las necesidades de cada uno de los miembros.
La comunicación, en cualquier etapa de la pareja y sus crisis, es fundamental, así como la empatía y la comprensión.