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Huella de Carbono: Qué es, cómo se calcula y consejos para reducirla

huella de carbono

La huella de carbono es sólo una pequeña parte de lo que supone el cambio climático que estamos viviendo. Como habitantes de la tierra utilizamos recursos y producimos otros que provocan daños al medioambiente, y es por eso que es tan importante controlar el impacto que provocamos. 

Desde hace muchos años escuchamos lo fundamental que es controlar la huella de carbono y reducirla pero, ¿sabes realmente qué es y cómo hacerlo?

En Aegon, a continuación, vamos a explicarte todo cuanto necesitas saber al respecto porque, entre todos, podemos conseguir cuidar de nuestro mundo y protegerlo mucho mejor. 

¿Qué es y qué significa la huella de carbono?

La huella de carbono es la cantidad de gases de efecto invernadero y emisiones que los seres humanos emitimos al llevar a cabo nuestras actividades diarias y cotidianas. 

En nuestro día a día utilizamos combustibles fósiles que se transforman en dióxido de carbono o metano. Estos gases suben hasta la atmósfera y se concentran allí, por lo que se aumenta la cantidad que de forma natural debería haber.  Los gases absorben el calor que emite el sol, y provocan un aumento en la temperatura media de la tierra, muy por encima de la que existe en condiciones normales. De este modo se modifica la temperatura de la tierra y se produce el cambio climático.  

Ejemplo de huella de carbono

Las actividades diarias que lleva a cabo el ser humano se traducen en toneladas de CO2 que se emiten a la atmósfera. 

Algunos ejemplos de huella de carbono son:

  • Producción de electricidad
  • Uso de transporte diario como coche, moto, tren o autobús
  • Uso de otros tipos de transportes como barco o avión
  • Extracción de las materias primas
  • La alimentación
  • La fabricación de productos
  • La gestión de los residuos

Si tenemos en cuenta que en la Tierra hay millones de habitantes y que, cada uno de nosotros, utilizamos diariamente vehículos, la luz, los alimentos o, por ejemplo, la ropa, debemos ser conscientes de la gran cantidad de gases de efecto invernadero que emitimos, creando una huella de carbono importante que necesita, de forma inmediata, reducirse. 

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Huella de carbono personal

Pese a que en el planeta somos muchos y nuestras acciones se pueden medir globalmente, la huella de carbono personal tiene exactamente la misma importancia que la colectiva. 

La huella de carbono personal son todos aquellos gases de efecto invernadero que una sola persona es capaz de producir al llevar a cabo su actividad diaria como comer, utilizar la energía o desplazarse. Y, según la ONG The Nature Conservancy, se estima que cada persona puede producir una media de casi 4 toneladas anuales de CO2.

Huella de carbono de producto

La huella de carbono de un producto se inicia desde el momento en el que se obtienen las materias primas, se procesan, se produce el producto, se distribuye, se usa y, posteriormente, se desecha, se recicla o se reutiliza.

Por tanto, el proceso es tan largo que durante el mismo la huella de carbono va aumentando y si se tiene en cuenta que existen muchas empresas, muchos consumidores y muchos productos diferentes, el resultado es asombrosamente perjudicial para nuestro mundo. 

ilustracion sobre huella de carbono

¿Qué es lo que genera más huella de carbono?

La generación de energía y la producción de calor supone, aproximadamente, el 40% de los gases de efecto invernadero que los humanos producimos. El transporte, en general, es otro de los mayores generadores, alrededor del 20%, al igual que las industrias.

La agricultura y la ganadería, la deforestación y los cambios no naturales de paisaje son, también, otro de los principales problemas que provocan huella de carbono. 

¿Cómo se calcula la huella de carbono?

Existen diferentes normas y metodologías, aceptadas internacionalmente, para calcular la huella de carbono. Algunas de ellas son:

  • Greenhouse Gas Protocol Corporate Standard (GHG Protocol). Desarrollado por World Resources Institute y World Business Council for Sustainable Development. Este es uno de los protocolos más utilizados a escala internacional para cuantificar las emisiones de GEI. 
  • UNE-EN ISO 14064-1. De acuerdo con el GHG Protocol se desarrolla en 2006 la norma ISO 14064 que se organiza en 3 partes. 
  • UNE-EN ISO 14065: 2021. Requisitos para los organismos que realizan la validación y la verificación de gases de efecto invernadero. 
  • UNE-ISO/TR 14069: 2015. Cuantificación e informe de GEI para organizaciones. 
  • 2006 IPCC Guidelines for National Greenhouse Gas Inventories. Sirve para calcular los GEI provenientes de diferentes fuentes y sectores, y se incluye una detallada lista de factores de emisión. 
  • Bilan Carbone (Francia). La Agence d l’Environnement et de la Maîtrise de l’Energie, elaboró e implementó a partir de 2004 esta herramienta. Se basa en los contenidos de GHG Protocol e ISO 14064.

Para calcular la huella de carbono el Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, pone a disposición de la sociedad diferentes tipos de calculadoras para una organización, un ayuntamiento o la explotación agrícola. 

Pero, sin utilizar la calculadora, para saber cuál es el total de huella de carbono que emitimos, el cálculo es el siguiente:

Huella de carbono = Dato de Actividad x Factor de Emisión

El dato de actividad es el parámetro que mide el nivel de la actividad que está generando la huella de carbono.

Por su lado, el factor de emisión es la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten por cada unidad del dato de actividad. 

Consejos para reducirla

Como hemos explicado a lo largo de este artículo, es fundamental reducir nuestra huella de carbono y, así, evitar el gran impacto que nuestra rutina provoca sobre el medio ambiente.

Algunos de los consejos que se pueden aplicar para conseguirlo son:

  • Utilizar las energías limpias como los paneles solares
  • Reducir los desplazamientos con vehículos motorizados o cambiarlos por otros menos contaminantes
  • Reciclar y reutilizar
  • Utilizar bombillas de bajo consumo
  • Comprar productos de temporada
  • Comprar productos de cercanía.
  • Reducir el consumo de agua.
  • Evitar el uso del plástico.

Cuidar y proteger nuestro mundo es cosa de todos y, entre todos, podemos lograrlo. Sólo debemos ser conscientes de qué es lo que estamos haciendo mal y modificar nuestros hábitos para reducir nuestra huella de carbono.

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Fuentes consultadas:

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Aegon

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