La cuarta ola Covid: ¿En qué se diferenciará de las anteriores?
La Navidad con el incremento de movimientos y relaciones sociales, especialmente entre familias, fueron una de las causas de la tercera ola de coronavirus. Esta ha estado definida por un rápido crecimiento de casos seguido por un también descenso rápido. Este descenso se ha frenado en España. Tras un mes, febrero, de caída acelerada, los contagios han dejado de bajar en prácticamente la mitad de España (30 provincias) y en algunas ya repuntan. Esto hace temer el comienzo de una cuarta ola Covid con algunas características diferenciales con respecto a las anteriores.
Índice
Factores de riesgo de la cuarta ola Covid
Uno de los principales riesgos de esta cuarta ola es el aumento de casos de la variante británica. La variante B.1.1.7 es mucho más transmisible y, también se estudia si es más letal. Esta cepa se extendió a lo largo del mes enero y ya es dominante en casi todas las comunidades.
Uno de los riesgos más importantes para una cuarta ola Covid es su diferente comportamiento. Así, mientras que los casos de las variantes antiguas continúan bajando, los casos de la cepa británica son los que se estancan o suben. Así está sucediendo en Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña.
Otro de los riesgos, que ha generado críticas de los especialistas, es la relajación en las restricciones de la tercera ola y la llegada de la Semana Santa. Aunque se haya prohibido el movimiento entre comunidades, parece claro que se producirá un incremento de desplazamientos internos.
Razones para un mayor optimismo
Pero la situación actual no solo muestra aspectos negativos. Con alrededor de 6 millones de vacunas administradas en España y 2 millones de personas con la dos dosis, el nivel de incidencia es potencialmente menor.
A esto se une la inmunidad conseguida por aquellos que han pasado la COVID-19 en los últimos meses.
Pero lo más importante es que la vacunación está realizándose principalmente en uno de los colectivos más vulnerables, los de los más mayores, por lo que el riesgo de mortandad también es menor.
💡 Puedes ampliar información en nuestro artículo sobre los nuevos grupos de riesgo prioritarios en la vacunación contra la Covid-19
¿Cuándo y cómo será la cuarta ola de la Covid-19?
Como ha sucedido con la tercera ola, el momento de mayor riesgo llegaría después de las vacaciones de Semana Santa, pudiéndose prologar hasta el mes de mayo.
Una mayor relajación social, en un momento como el actual, en el que se ha estancado el descenso podría desencadenar un incremento de los casos.
La forma de producirse esta cuarta ola sería distinta. Los expertos coinciden en que al estar más protegidos los mayores y algunos colectivos vulnerables, la edad media de los afectados será menor. Algo en el que también tiene mucho que ver su menor temor ante el coronavirus y percepción del riesgo.
Con todo ello, se espera una cuarta ola con las siguientes características:
- Una velocidad de contagio rápida.
- Sintomatología menos grave.
- Mayor sobrecarga en los hospitales y probablemente UCI, debido a esa mayor velocidad de contagio.
Frente a estos riesgos hay también factores positivos que actuarían en el sentido contrario, disminuyendo el riesgo de esta cuarta ola de la Covid-19:
- Que la velocidad de vacunación se acelere. Por esto, es de importancia que se recupere el tiempo perdido con las vacunas de AstraZeneca y la llegada rápida de la vacuna de Janssen, que inmuniza con una sola dosis.
- Un mejor tiempo climatológico, que conllevaría un aumento de las relaciones sociales en ambientes abiertos y menos riesgo de contagio.
Continuar con medidas restrictivas
Para los expertos, un punto clave estará en un control exhaustivo de los casos y en tomar medidas de forma rápida, sin dejar que los casos se disparen, como ocurrió en la tercera ola.
La principal lección de la ola anterior es que, si bien la incidencia empezó a dispararse a finales de diciembre, las medidas más duras comenzaron muchos días más tarde, ya finalizada la Navidad.
Por ello, se subraya la importancia de tomar medidas más restrictivas cuando se detecten claramente cambios de tendencia. Una reacción rápida ante el inicio de incremento ayudaría a cortar la fase de ascenso.
También hay que tener en cuenta que la incidencia estadística de algunos parámetros puede ser distinta. La mortandad puede ser menor, por el efecto positivo de la vacunación, pero el riesgo de una mayor incidencia, aunque de casos menos graves, es muy importante.
Por ello, la variable más importante para el control será el número de casos.
Lo que queda claro es que hay un importante riesgo de cuarta ola. Una ola que puede ser distinta, pero que aún así supone un gran peligro y en el que es más necesario que nunca un comportamiento responsable.