¿Qué es la inflación subyacente? Componentes y diferencias
La inflación es uno de los problemas económicos más importantes. La definición de inflación es un aumento generalizado de los precios que tiene como efecto una pérdida de poder adquisitivo. Conocer sus consecuencias es importante pero también su origen, y es donde entra en juego el concepto de inflación subyacente.
Si todo aumento de precios incide sobre el total de la población, afectando más a quienes tienen menos ingresos, conocer sus componentes es imprescindible.
Hay ocasiones en el que se produce por un sobrecalentamiento económico. En estos casos un importante crecimiento del PIB origina que aumente la demanda y con ello los precios en general.
Pero en otras ocasiones su procedencia está en determinados productos. Incluso el desencadenante puede ser externo, como cuando tiene su origen en los precios energéticos. Precisamente este componente es vital para explicar por diferencia la inflación subyacente.
Índice
¿Qué es la inflación subyacente?
La interpretación de los datos es por tanto fundamental. En primer lugar debemos tener en cuenta cómo se calcula la inflación.
Esta se hace a partir del análisis de precios de una cesta de productos y servicios, según tipos y proporción de su consumo estimado. En España se realiza por la información proporcionada por la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF).
Para poder calcular las variaciones se realiza a través de números índices. Así al momento inicial se le da una base 100, en España el período base o período de referencia actual es el año 2016.
A partir de ese punto se calcula las diferencias mensuales a través del Índice de Precios al Consumo, o IPC. Con ello podemos ver la evolución de los precios de todos los productos y servicios que consume la población.
La variedad de productos y servicios es por tanto enorme. Nos encontramos desde productos con variaciones de precios tradicionalmente pequeñas o muy estables a otros más volátiles, que pueden cambiar bruscamente.
Este es el caso de los productos energéticos (combustibles, gas y electricidad) y los alimentos no procesados (frutas, verduras, etc.). Si eliminamos estas dos categorías de productos tendremos la inflación subyacente.
Diferencias con la inflación general
La inflación subyacente empezó a medirse con la crisis energética de los años 70. La subida de precios llevó a graves problemas económicos, afectando al crecimiento económico y a los tipos de interés.
Aunque la inflación se convirtió en general, tenía un claro origen, y por tanto era fundamental conocer el mecanismo de transmisión.
Esto fue aún más evidente cuando la subida de precios en esta crisis tuvo dos fases distintas, y por tanto dos momentos en los que su influencia fue más directa y luego indirecta, cuando al trasladarse a la fabricación y transporte eleva el precio de otros productos y servicios.
Algo parecido ocurre con los alimentos no procesados. Una mala cosecha por problemas meteorológicos, por ejemplo, puede elevar de forma rápida estos productos.
Por todo ello la inflación subyacente excluye a estas dos categorías: precios energéticos y alimentos no procesados.
Componentes de la inflación subyacente
La inflación subyacente mide el precio de todas las categorías de productos con excepción de la de los productos energéticos y alimentos no elaborados.
Si la diferencia entre inflación e inflación subyacente es muy amplia, la subida de precios tendrá como origen principal la energía y los alimentos. Esto suele pasar en el principio de un episodio inflacionista con alza de precios energéticos principalmente.
Por el contrario, cuando la diferencia es mayor, es que se están produciendo efectos de segunda ronda. Si se mantiene el precio de la energía alto, suben los costes de producción, transporte y logística, trasladándose a la práctica totalidad de los productos y servicios.
El gran problema cuando se producen estos efectos de segunda ronda es que la inflación se hace mucho duradera, afectando más al poder adquisitivo afectando a otros aspectos económicos:
- Subidas de tipos de interés, que pueden afectar positivamente al ahorro pero negativamente a la financiación, subiendo el coste de los préstamos.
- Descenso del consumo y con ello del crecimiento económico.
Por tanto, lo importante de la inflación subyacente está en que ayuda conocer si la inflación general se debe a alimentos no procesados y/o energía, y cómo influye. Si la inflación se debe a un determinado tipo de productos se pueden tomar en algunos casos medidas más concretas.
Por ello, el INE usa otros índices en los que elimina ciertos grupos de productos como estos:
- Alimentos, bebidas y tabaco.
- Alquiler de vivienda.
- Productos energéticos.
- IPC Subyacente (como hemos visto sin productos energéticos y alimentos no elaborados).
- Tabaco.
- Servicios.
- Eliminando solo carburantes y combustibles líquidos.
El objetivo de todo ello es poder identificar de forma muy clara como ciertos productos influyen en el global.
El coste de la energía es una variable muy relevante tanto en la economía general como en la doméstica. Por ello, la inflación subyacente es una de las medidas económicas más importantes que se utiliza en todo el mundo.
Conocer qué es nos ayuda a comprender mejor la evolución de los precios y la economía en general y por eso es de gran ayuda compartir esta información.
Todo ello deja claro como las grandes medidas económicas, la macroeconomía, está siempre interrelacionada con nuestro día a día.