Tarjetas revolving: qué son, riesgos y cómo reclamarlas

Las tarjetas de crédito, entre las que se encuentran las tarjetas revolving, son instrumentos financieros que ofrecen la posibilidad de realizar pagos cómodamente con flexibilidad, y seguridad. Entre sus principales beneficios destaca la capacidad de comprar presencialmente o por Internet, sin tener el dinero en la cuenta, obtener descuentos, bonificaciones o programas de puntos, tener un registro detallado de gastos mensuales, pero principalmente, flexibilizar y financiar los pagos.
Sin embargo, son precisamente estas ventajas las que van acompañadas de ciertos riesgos. El más frecuente es el endeudamiento excesivo, causado por un mal control del gasto y el uso impulsivo del crédito, fraccionando y financiando las compras en pequeñas cuotas. Los elevados intereses y comisiones, que pueden multiplicarse en caso de impago, podrían derivar en una situación financiera delicada y difícil de manejar.
En este sentido, merecen especial atención las tarjetas revolving, un tipo específico de tarjeta de crédito en la que el usuario devuelve el dinero gastado mediante cuotas periódicas que suelen ser bajas. El principal peligro de estas tarjetas radica en que a estas cuotas bajas se suman unos elevados intereses, que habitualmente superan los de una tarjeta de crédito convencional. Todo ello genera sobrecostes, dificultan su liquidación y aumentan el riesgo de sobreendeudamiento.
Índice
¿Qué son las tarjetas revolving?
Como ya hemos adelantado, las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito en la que los pagos que realiza el usuario no se abonan en su totalidad a final de mes, sino que se devuelven en cuotas periódicas (mensuales):
- Ya sea por un importe fijo.
- Por un porcentaje del total gastado.
Como todo tipo de tarjeta de crédito, cada vez que se paga una parte de la deuda, ese dinero vuelve a estar disponible para gastar. Este hecho suele fomentar el uso total del crédito, que puede ser muy elevado, y con ello multiplicar el gasto financiero.
¿Cómo funcionan?
Las tarjetas revolving pueden usarse para compras o disposiciones de efectivo, sacando dinero de cajero o ingresándolo en una cuenta. En estos casos, al pago de los tipos de interés hay que añadir una comisión que se paga al momento de sacar ese dinero. Los componentes que definen estas tarjetas son:
- Pago aplazado: en lugar de pagar todo lo gastado a final de mes, se devuelve una pequeña parte (por ejemplo, 50 € al mes).
- Intereses elevados: sobre el importe no pagado se aplican intereses muy altos, que pueden superar el 20% TAE.
- Renovación del crédito: a medida que se va pagando, el crédito vuelve a estar disponible, lo que puede generar un efecto “bola de nieve” si se sigue usando la tarjeta sin liquidarla completamente e incluso se contratan otras.
- Cuotas muy bajas, ya sea un importe fijo (50 euros al mes, por ejemplo) o un porcentaje de deuda (3% de lo que se debe, también por ejemplo).
- Forma de pago de la cuota, en la que lo primero que se abona son los intereses y luego si lo hubiera otros gastos, como seguro de protección de pago. Por último, el dinero que quede reduce el capital. Así por ejemplo, una cuota de 50 euros, puede ir destinada a pagar 30 euros de intereses, 15 euros del seguro y solo abonar, y restar, 5 euros de capital.
Riesgos principales
Estas características determinan los principales riesgos:
- Deuda interminable: al pagar cuotas pequeñas, y de estas destinar una pequeña parte a amortizar el capital, la deuda se alarga mucho en el tiempo.
- Intereses muy altos: el coste total de lo que se ha comprado puede multiplicarse al alargarse el plazo de pago y hacerlo con intereses muy elevados.
- Falta de transparencia: muchas veces no se explican bien las condiciones, por ejemplo el riesgo de estas cuotas bajas, lo que ha generado múltiples denuncias y reclamaciones legales.
En resumen, las tarjetas revolving pueden parecer cómodas al permitir aplazar gastos de forma flexible, pero si no se gestionan correctamente, pueden convertirse en una trampa de endeudamiento continuo.
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Listado de tarjetas revolving más comunes
Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito que ha sido muy común, por ello encontramos un gran número de ejemplo, ya sea independientes o asociadas a marcas. Por ejemplo:
- Tarjeta WiZink Oro: ofrecida por WiZink, ha sido una de las que más reclamaciones judiciales ha tenido por sus elevados intereses.
- Tarjeta Carrefour PASS: emitida por la EFC Carrefour, permite usarse en todos los establecimientos, aunque cuando se usa en sus establecimientos ofrece descuentos y bonificaciones.
- Tarjeta IKEA Visa: asociada a CaixaBank, facilita la financiación de compras en IKEA.
- Tarjetas Bankinter Card: dependiente de la EFC Bankinter Consumer Finance, las hay de distintas modalidades, incluidas las asociadas a grandes compañías como Vodafone o BP.
- Tarjeta Alcampo Oney: emitida por Oney, asociada a la cadena de hipermercados Alcampo.
- Tarjetas Después de BBVA: En dos modalidades, Oro y Clásica, con el coste añadido de tener una comisión por emisión y renovación.
Es fundamental revisar detenidamente las condiciones de estas tarjetas, especialmente la Tasa Anual Equivalente (TAE) y las formas de pago. Las sentencias en su contra de los últimos años han llevado a que muchas hayan mejorado en puntos de transparencia como reducir tipos de interés, tener mínimos de pago más elevados o separar el coste de los seguros al pago de la cuota.

Cómo reclamar una tarjeta revolving paso a paso
Reclamar una tarjeta revolving puede basarse generalmente en dos supuestos: intereses abusivos y/o falta de transparencia. Sea cual sea la estrategia es importante seguir estos pasos:
- Guardar o solicitar la documentación a la entidad financiera: contrato firmado, historial de movimientos (cuadro de amortización de la deuda), interés aplicado (TAE).
- Comprobar las condiciones: por ejemplo si los intereses son elevados y por tanto abusivos o cláusulas que puedan dar lugar a una demanda por falta de transparencia.
- Reclamar extrajudicialmente al banco: enviar una reclamación por escrito al Servicio de Atención al Cliente (SAC) de la entidad. En ella se solicita la nulidad del contrato y con ello se exige los intereses abusivos.
- Demanda judicial: si no hay acuerdo, se puede presentar una demanda judicial, como hemos señalado por usura (intereses abusivos) o falta de transparencia.

Intereses abusivos: cómo detectarlos
Tal y como hemos visto una de las formas más comunes de reclamar por tarjetas revolving es por intereses abusivos. Se puede detectar motivos de reclamación en estos sentidos:
- Revisar la Tasa Anual Equivalente (TAE): ya que refleja el coste real del crédito, incluyendo intereses y comisiones. Si esta supera un 20%, sería un indicativo de poder ser reclamable. Aunque para poder considerarse abusivo debe ser superior en más de 6 puntos porcentuales al interés medio del mercado, que puede consultarse en la web del Banco de España.
- Analizar el sistema de amortización: si aunque se pague cada mes, la deuda apenas baja, se abona más intereses que capital, o las cuotas son muy pequeñas, también se generan motivos que podrían dar lugar a una reclamación.
- Falta de transparencia: si no explicaron como funciona el pago aplazado, el contrato no detalla bien la TAE o no te entregaron copia del contrato o se firmó sin entender las comisiones.
En definitiva, las tarjetas revolving son complejas y con riesgos que es fundamental conocer, ya que puede dar lugar a costes muy elevados durante mucho tiempo. Esto a su vez posibilita reclamar extrajudicial o judicialmente y poder así paliar el perjuicio económico generado.
Fuentes:
Tarjetas. Banco de España. https://clientebancario.bde.es/pcb/es/menu-horizontal/productosservici/serviciospago/tarjetas/
Tarjetas Revolving. ASUFIN. https://www.asufin.com/reclama/tarjetas/