Propiedades del ajo: descubre cómo te ayuda ante determinadas patologías
Las propiedades del ajo son muchísimas, y algunas eran conocidas ya desde la antigüedad. Tanto que el inicio de su consumo está datado en hace 4.000 años… ¡Casi nada! Han sido además muchas las culturas que lo han empleado con usos medicinales: sumerios, egipcios, antigua Roma, Grecia…
Así que algo tendrá para que su fama haya trascendido a las distintas civilizaciones. Hoy en día, podemos aprovechar también esos beneficios a través de suplementos, que concentran sus principios activos. Te dejo aquí un post sobre los suplementos alimenticios, porque pueden ser útiles en algunas circunstancias, pero con muchos hay más marketing que resultados…
Entre los principios activos del ajo destaca la aliina, una molécula azufrada muy inestable. La aliina es en buena medida responsable de las propiedades del ajo, y da además ese sabor y olor tan característico, que ha hecho triunfar al ajo en la gastronomía. Aún así todos sabemos que mejor en cuanto a olor… mejor en dosis pequeñas.
Índice
Propiedades del ajo
Es cierto que los beneficios del ajo crudo son mayores que los del ajo cocinado. Esto es debido a que como la aliina es muy inestable, se pierde en buena medida con el calor. Por eso es que algunos optan por incluir un ajo en su rutina diaria pero crudo.
Una opción es consumirlo sobre una tostada con cebolla y tomate, o muy picado en las ensaladas. Pero… ¿Por qué tomar ajo? Pues como te decía al inicio las propiedades del ajo crudo ya eran valoradas muchos siglos atrás.
Entre otras tienen propiedades antimicrobianas, por las que se daba en los grandes campamentos de esclavos que se crearon en Egipto para construir las pirámides. Sabían ya entonces que su consumo regular reducía las probabilidades de padecer infecciones digestivas o parasitosis.
Desde luego, esto no quiere decir que los beneficios del ajo crudo sean equiparables a los fármacos actuales, pero en aquellos tiempos era de las pocas alternativas que tenían a mano.
Aun así, en un reciente metaanálisis, es decir, un estudio en el que se analiza la calidad y el resultado de otras investigaciones, ha concluido la eficacia del ajo, en base al total de los datos. Los metaanálisis se consideran mucho más concluyentes que los estudios aislados, así que creo que merece la pena destacarlo.
En este caso se estudiaban las propiedades del ajo contra distintos patógenos bucales, entre otros, hongos o bacterias causantes de periodontitis. Pues el resultado, basado tanto en las investigaciones de laboratorio como a nivel clínicos, fue que sí que reducía la población de la mayoría de estos patógenos.
Te dejo aquí el metaanálisis titulado: Compuestos activos del ajo y su efecto en aminorar patologías orales
Otros beneficios del ajo
Como os decía en el pasado el ajo era muy empleado para tratar de prevenir infecciones y parasitosis digestivas. Hoy en día, se sabe además que el ajo presenta fibras prebióticas, que mejoran la microbiota intestinal, esto es, las bacterias beneficiosas que habitan nuestro intestino, muy importantes para nuestro sistema inmune.
💡 Por si quieres saber más sobre esto, aprovecho a dejarte nuestro artículo: Microbiota intestinal ¿Por qué es tan importante para tus defensas? Verás que tiene muchas más funciones de las que sospechas
Por otro lado, en la actualidad el ajo ha ganado muchos adeptos para mejorar enfermedades metabólicas como la hipertensión, la hiperglucemia y la hipercolesterolemia leve. Por desgracia tan frecuentes hoy en día, y que son causantes, entre otros, del gran número de muertes por accidentes cardiovasculares en los países occidentales.
Estas propiedades de ajo, son avaladas, entre otras instituciones, por el Instituto nacional de salud de Estados Unidos, aunque también nos indica que existen algunas investigaciones con resultados contradictorios. Concluyen finalmente, que sería recomendable ampliar los estudios utilizando mayores dosis de los principios activos del ajo.
Por su parte la ESCOP, la Fundación científica europea sobre fitoterapia, avala su uso como coadyudante en ateroesclerosis y para mejorar la circulación periférica. Finalmente, algunos estudios indican que podría mejorar la función hepática y ciertos síntomas de catarros y resfriados, y a mi esto me lleva a mi infancia… ¿Conoces las sopas de ajo?
Pues resulta que en mi casa, con unos papis y abuelos muy de pueblo, y bien orgullosos de ello, cuando había catarro no podían faltar las sopas de ajo. No puedo decir si funcionaban o no, pero desde luego a templar el cuerpo, entre el ajo y el pimentón, sí que ayudaban ¡Y mucho!
¿Para que patologías conviene el consumo de ajo?
Antes de seguir, y como hemos mencionado ya unas cuantas cosas, déjame que hagamos un pequeño repaso para no perdernos. Los actuales estudios indican que los beneficios del ajo se circunscriben por tanto a las siguientes patologías:
- Hiperglucemia
- Hipercolesterolemia
- Hipertensión
- Circulación periférica
- Ateroesclerosis
- Función hepática
- Sintomatología en catarros y resfriados
- Contienen fibras prebióticas
- Algunas infecciones y parasitosis digestivas
- Ciertas infecciones y parasitosis bucales
Desde luego son muchas cosas, así que vuelvo a matizar que la mayoría de las instituciones indican que, para algunas de estas patologías, hay estudios a favor, pero también que deberían realizarse investigaciones más amplias. Con ellas podríamos valorar mejor su efecto y dar una respuesta definitiva sobre su eficacia y las dosis necesarias de sus principios activos.
El ajo negro
El ajo negro se consigue por fermentación del ajo blanco, en este proceso, que puede durar de uno a varios meses, se reduce la cantidad de ciertos compuestos azufrados presentes en el ajo, pero también se transforman en otros. Algunos de ellos, gracias a esta transformación, se vuelven más estables e incluso aportan nuevas propiedades, diferentes a los beneficios del ajo sin fermentar.
Con la fermentación el ajo adquiere un color oscuro, se vuelve más blando, pierde su característico olor y su sabor es mucho más suave, incluso dulce. Posiblemente por ello se uso se ha popularizado y cada vez podemos encontrarlo en más establecimientos. Si quieres consumirlo, puedes buscarlo también por el nombre de ajo envejecido o fermentado.
En este proceso de fermentación se incrementa además la presencia de antioxidantes como los flavonoides. Estas moléculas, presentes en otros alimentos como los arándanos o las moras, poseen una actividad antioxidante mucho mayor que otras sustancias con mucha más fama, como por ejemplo la vitamina C.
Gracias a los antioxidantes, nuestros tejidos pueden “defenderse” mejor de la agresión de sustancias oxidantes, como algunos contaminantes. Lo que se traduce en un menor deterioro en el largo plazo.
💡 Si quieres saber más sobre los antioxidantes y su importancia en nuestra alimentación, te dejo nuestro post titulado, dieta antiinflamatoria ¡Cuídate con ella! Así descubrirás también en qué alimentos conseguirlos.
Propiedades del ajo negro
Los estudios sobre las propiedades del ajo negro son aún escasos, pero es cierto que se sospecha que, como con la fermentación se reduce la cantidad de algunos compuestos azufrados, esto repercuta también en una merma de sus beneficios. Por ejemplo respecto a su efecto sobre la hipertensión o el colesterol.
Por el contrario, otras propiedades relacionadas con la mayor actividad antioxidante del ajo negro, podrían incrementarse.
Se ha comprobado también que los compuestos del ajo negro reducen considerablemente la glicación de las proteínas. Este fenómeno consiste en que restos de glucosas se adhieren a las proteínas, dificultando su función.
Se trata de un proceso muy frecuente en las personas con diabetes, que favorece la degeneración del endotelio de las arterias y también daña la retina ocular. Al darse en la retina, contribuye a la pérdida de visión, que en los afectados por diabetes puede derivar incluso en ceguera.
Por eso, y aunque los estudios hasta el momento son muy preliminares, se apunta a que las propiedades de ajo negro podrían incluir beneficios para la visión en personas diabéticas.
Precauciones con el ajo
No todos los alimentos son aconsejables si padecemos ciertas patologías, por ejemplo, el ajo puede empeorar cuadros de reflujo o acidez, especialmente tomado en crudo.
ℹ️ Se sabe además que un consumo elevado de ajo interactúa con fármacos anticoagulantes como el sintrom o la warfarina, y es que él también es anticoagulante. En parte es por eso que mejora la hipertensión y la circulación periférica.
El problema es que un efecto anticoagulante demasiado pronunciado, aumenta el riesgo de sangrado, por eso en este caso se debe tener mucho cuidado.
Lo mismo sucede si tomamos fármacos para la hipertensión, pues un consumo elevado de ajo podría sumar sus efectos, y producir una bajada excesiva de la tensión, que implica sensación de cansancio y mareo.
De todos modos, al menos en el caso de la hipertensión, este efecto se daría tan solo con grandes cantidades de ajo, por lo que resulta poco probable que se de esta situación.
Ahora que ya conoces todas las propiedades del ajo, incluidos los potenciales beneficios del ajo negro, te animamos a consumirlo con frecuencia. No te hablo de un ajo crudo a diario, pero si te resulta agradable, incorpóralo en tus comidas y salsas, porque además así estarás mejorando su sabor.
Hasta aquí el post de hoy, esperamos que te haya gustado, y no dejes de compartirlo para seguir divulgando salud.