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Candidiasis: causas, síntomas y tratamiento

prueba y diagnostico de candidiasis

La candidiasis es una de esas molestas patologías que se incrementan en verano, pues se favorece por la humedad, pudiendo estropear nuestras merecidas vacaciones. No se quedan atrás tampoco  las infecciones de orina y las alimentarias, de las que ya os hemos hablado en otros posts.

A diferencia de las anteriores la candidiasis tiene como protagonista a un hongo, la cándida, una especie que coexiste con nosotros pero que cuando se propaga demasiado se vuelve patógena.

¿Cómo que “se vuelve patógena”? ¿No lo es siempre? Pues en realidad no, la cándida es un hongo de la familia de las levaduras  y puede variar su mofología. En su caso puede presentarse en 3 formas distintas, de las que dos, hifas y pseudohifas, son las problemáticas.

Lo habitual sin embargo, es que esté en la forma más típica de las levaduras, que es la de pequeñas células redondeadas. En ese estado podemos encontrarla frecuentemente en el intestino, participando de la fermentación de azúcares. ¿Y por qué su vuelve patógena? Para averiguarlo avancemos al siguiente apartado.

Causas de la candidiasis

Cuando el número de cándidas se incrementa, estas perciben a través de señales bioquímicas que emiten sus congéneres que “están haciéndose fuertes”. Así que aprovechan la tesitura con el objetivo de propagarse e infectar, es lo que se denomina un microorganismo oportunista. Ahí es cuando cambian su forma a filamentosa, las hifas y pseudohifas que os comentaba.

En este estado es capaz de penetrar en nuestras células e inhibir a través de distintos mecanismos la actividad de las células inmunes, por eso erradicar la candidiasis es tan complicado.

Las zonas más afectadas por esta infección son las más húmedas:  la mucosa vaginal y la oral, aunque también puede haber un sobrecrecimiento en el intestino, la piel o las uñas.

Como hemos visto la clave está en su cantidad y su cambio de forma. Entonces ¿Qué favorece que la candidiasis ? Pues entre los factores más destacados tenemos:

  1. Humedad
  2. Uso frecuente de piscinas
  3. Azúcar alto en sangre
  4. Padecer obesidad
  5. Toma de antibióticos
  6. Fármacos inmunosupresores
  7. Infección por VIH
  8. Embarazo
  9. Píldora anticonceptiva
  10. Escasez de nutrientes
  11. Exceso de higiene
  12. Estrés crónico
el azúcar es una de las causas de la candiasis
El azúcar favorece la candidiasis

Cada uno de estos factores beneficia la propagación de la cándida de diferentes maneras. Conocerlos me parece importante para comprender mejor esta infección ,y sobre todo, para aprender a prevenirla:

Humedad

Si te bañas en una piscina o en la playa, y tardas mucho en cambiarte el bañador, estarás ayudando a la multiplicación de la cándida. ¿Por qué? Porque entonces se acumula humedad en  la zona vulvovaginal, y a los hongos la humedad les encanta, pues les ayuda a reproducirse.

Uso frecuente de piscinas

Algunos componentes del agua de piscina, especialmente el cloro, pueden irritar la piel y además reducen la presencia de flora protectora frente a patógenos, como los lactobacilos. Por eso el agua de la piscina favorece esta infección.

Azúcar alto en sangre

La cándida crece mejor en medios ricos en glucosa, de la que se alimenta. De hecho se ha comprobado que los diabéticos tienen más probabilidades de padecer candidiasis, especialmente si su glucemia no está bien controlada.

Obesidad

Un sobrepeso elevado deteriora al sistema inmune e incrementa la inflamación subaguda, además frecuentemente va asociada a niveles sanguíneos de glucosa altos.

Todos ellos son factores que facilitan la multiplicación de la cándida, pero hay uno más: el incremento del grosor de los pliegues cutáneos. Allí suele acumularse el sudor y el calor, favoreciendo a la levadura.

Antibióticos

Los antibióticos reducen las poblaciones de bacterias beneficiosas, especialmente los lactobacilos. Las consecuencias son variadas: queda más espacio para la cándida, se altera el pH protector de la zona y se reduce la presencia de antimicóticos, que estas bacterias producen para defenderse de los hongos. Por todo ello se favorece la candidiasis.

Fármacos inmunosupresores y VIH

Padecer una infección que reduzca la inmunidad, como el sida, o tomar fármacos que debiliten nuestras defensas, como los corticoides entre otros, nos hace más susceptible a muchas infecciones. La cándida no es una excepción.

Embarazo y píldora anticonceptiva

En ambos casos la alteración hormonal produce un cambio de pH vaginal que beneficia a la cándida. Durante el embarazo además, se reduce la actividad inmune, por lo que las cándidas pueden multiplicarse más fácilmente.

Escasez de nutrientes

La baja ingesta de vitaminas como la C, abundante en los vegetales, o la B12, en carnes y huevos, se ha visto que incrementa la probabilidad de padecer candidiasis. Lo mismo sucede con consumo insuficiente de diversos minerales.

Exceso de higiene

La mayoría de los productos utilizados para la higiene alteran el pH de la mucosa vulvar y vaginal. Esto daña a la microbiota y como ya sabes eso siempre es una ventaja para la cándida. Si además tenemos en cuenta que, al padecer infecciones vaginales, las mujeres tienden a lavarse con excesiva frecuencia, comprenderemos que esto solo agrava el problema.

👉Si quieres saber algo más sobre qué es la microbiota no te pierdas nuestro artículo ¿Qué es la microbiota intestinal y porqué es tan importante para tus defensas?

Estrés crónico

De nuevo el estrés como desencadenante de enfermedad. En este caso porque incrementa el cortisol. Esta molécula es muy útil durante el estrés agudo, pero cuando permanece elevada mucho tiempo nos inmunosuprime y perjudica a la microbiota.

Síntomas de la candidiasis

Quizás, ahora que ya sabes mucho sobre lo que te puede causar una candidiasis, te estés preguntando ¿Cómo puedo saber si tengo candidiasis? Pues para verificarlo nada mejor que un cultivo de laboratorio cuando estés en la fase aguda.

Como aún así pueden darse falsos negativos, me parece importante que conozcas los síntomas más característicos de la candidiasis. Centrémonos en la candidais vulvovaginal, pues es muy frecuente:

  • Flujo abundante
  • Flujo espeso y blanquecino
  • Picor vulvovaginal
  • Inflamación vulvar
  • Dolor durante el coito
  • Ardor al miccionar

Todo esto da lugar a una serie de molestias que pueden condicionar mucho la vida de la mujer, y más si tenemos en cuenta que muchas tardan en tratarla, pues en ocasiones sigue siendo un tabú.

¿Y por qué? Pues porque piensan aún que la candidiasis vaginal es una infección de transmisión sexual, cuando como ya hemos visto, nada tiene que ver con esto.

No está de más apuntar aquí, que en las mujeres que padecen candidiasis vaginal se recomienda el uso de preservativo. Es cierto que nosotras no nos infectamos a través de las relaciones sexuales, pero sí que podemos transmitirla a nuestras parejas masculinas. Es un fenómeno infrecuente, pero más vale prevenir.

Candidiasis: tratamiento y prevención

Debido al elevado riesgo de recurrencia de la candidiasis, es necesario que aprendamos a prevenir la infección, y que conozcamos los tratamientos naturales que nos ayudarán a vencerla.

La combinación de estrategias higiénico-dietéticas y algunos fitoquímicos, junto con los fármacos, se ha mostrado más efectiva que el uso de los tratamientos farmacológicos por sí solos. Incluso podrían reducir el consumo de antifúngicos, que presentan importantes efectos secundarios a nivel digestivo y hepático.

la prevención en la candidiasis es muy importante
La candidiasis a menudo se silencian dificultando su prevención y tratamiento

Entre esas estrategias destacan:

Evita el uso de ropa interior sintética y ajustada

Utiliza mejor prendas de algodón, que permitirán una transpiración adecuada. Puedes decantarte también por este tejido en compresas y salvaslips.

Reduce el consumo de azúcares y harinas

Las harinas también elevan rápidamente la glucosa en sangre. Como fuente de hidratos de carbono elige mejor verduras, hortalizas y frutos del bosque.

Minimiza el consumo de alimentos ultraprocesados

Su escasez en vitaminas y minerales nos hace más susceptibles a padecer infecciones. En lugar de eso llena tu nevera de vegetales frescos y de alimentos proteicos de calidad, como los huevos de gallinas camperas.

Evita productos irritantes a nivel vaginal, y una higiene muy frecuente

Lo máximo recomendado para no alterar tu microbiota es lavarse una vez al día con jabones de pH neutro. Prescinde además de realizar duchas vaginales y de usar toallitas o desodorantes íntimos.

Utiliza fitoquímicos o probióticos específicos

Especialmente a nivel vaginal. Otra opción es emplear probióticos oralmente  junto con la toma de antibióticos (separados unas 4 horas), reducirás así su impacto negativo sobre la microbiota.

Límpiate de adelante hacia atrás tras orinar

Este pequeño cambio evita que los microorganismos propios del intestino, y que rodean al ano, accedan a la vagina.

Controla el estrés y descansa

Ambos son factores fundamentales para que tu sistema inmune funcione eficazmente.

Cambia tu bañador tras el baño y sécate bien

Este consejo es especialmente útil durante el verano, así que no lo olvides.

¿Y tú? ¿Has padecido alguna vez candidiasis? Espero que en este artículo hayas encontrado la información que necesitas para prevenirla, y si te ha gustado te pido un pequeño favor ¡Comparte!

Especialista en Salud Natural y Dietética

Máster Universitario en Salud Natural y Nutrición. Experta en Alimentación Antiinflamatoria y psiconeuroendocrino-inmunología, el área de la ciencia que estudia la relación del sistema nervioso con el resto de nuestro organismo. Diploma de estudios avanzados en: Microbiota, inmunidad y sistema digestivo. Cursos de doctorado en: Biología del Cáncer. Autora de los libros: "¿Y ahora qué puedo comer?" y "Comer para cuidarse". Compagino la pasión de mi trabajo en consulta con la impartición de diversos cursos y las charlas divulgativas.

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