Qué son los cólicos, por qué se producen y cómo tratarlos

Los cólicos pueden tener causas muy distintas según la edad, el sexo o los hábitos de vida. Se presentan en distintas formas, desde los típicos cólicos estomacales provocados por gases, hasta los cólicos menstruales o los que experimentan los recién nacidos durante sus primeras semanas de vida.
Reconocer los síntomas es clave para identificarlos y poder tratarlos sin llegar a tener complicaciones.
El dolor abdominal es una de las molestias más habituales. Puede ser debido a un dolor leve o intenso, pero resulta tremendamente molesto.
En muchos casos, se presenta como un cólico, es decir, un dolor intermitente, que aparece y desaparece. Y, aunque suelen ser benignos, pueden generar preocupación, especialmente cuando afectan a bebés o se acompañan de otros síntomas como hinchazón abdominal, náuseas o fiebre.
Por eso, desde Aegon vamos a explicarte qué son los cólicos y cómo se producen, para que puedas identificarlos lo antes posible y aliviar sus síntomas.
Índice
¿Qué son los cólicos y cómo se producen?
Cuando nos referimos a un cólico estamos haciendo referencia a un dolor abdominal inesperado. El paciente siente una presión o espasmo intenso.
Lo característico de lo cólicos, y lo que permite identificarlos, es que el dolor de estómago aparezca de manera intermitente y esté asociado, en la mayoría de los casos, con movimientos involuntarios del intestino.
En el caso del sistema digestivo, los cólicos pueden aparecer a causa de la acumulación de gases o de alimentos sin digerir. También pueden deberse a infecciones, como la gastroenteritis, que irritan la mucosa intestinal y provocan contracciones dolorosas.
En las mujeres, los cólicos menstruales son provocados por las contracciones del útero durante el proceso de descamación del endometrio. Estas contracciones, aunque naturales, pueden volverse muy dolorosas cuando hay un desequilibrio hormonal o condiciones subyacentes como miomas o endometriosis.
Incluso en los recién nacidos, el sistema digestivo, aún inmaduro, puede provocar episodios frecuentes de cólicos en bebés.
Síntomas más comunes según la edad
La forma en que se manifiestan los cólicos varía dependiendo de la etapa de la vida de los pacientes.
En los bebés lactantes, se detectan por el llanto intenso del bebé, puños cerrados, piernas encogidas y cara enrojecida.
Esta conducta suele durar varias horas a lo largo del día, en repetidos días a lo largo de la semana. Aunque no representan un problema médico grave, sí requieren paciencia y observación por parte de los padres. Y, por supuesto en caso de persistir, es importante acudir al pediatra para que valore la situación del menor.
Durante la infancia, los cólicos estomacales pueden deberse a infecciones leves, ansiedad o consumo de ciertos alimentos. Los niños pueden quejarse de dolor de barriga sin fiebre ni otros síntomas claros, lo que complica el diagnóstico.
En adolescentes, los primeros cólicos menstruales suelen coincidir con la aparición del ciclo menstrual, y aunque son comunes, no deben subestimarse si limitan las actividades diarias.
En los adultos, el dolor abdominal tipo cólico puede asociarse con comidas copiosas, intolerancias alimentarias, o trastornos digestivos funcionales. También es frecuente encontrar síntomas como hinchazón abdominal, gases, cambios en el ritmo intestinal o malestar general. Muchas personas describen estos episodios como una presión que “va y viene”, y suele ir acompañada de estrés o la falta de sueño.
En las mujeres, los cólicos intensos durante la menstruación a veces pueden confundirse con otros problemas ginecológicos o incluso con condiciones como un embarazo bioquímico, especialmente cuando se acompañan de sangrado irregular o dolor persistente.

Causas frecuentes de los cólicos
Las causas que pueden derivar en cólicos son muy variadas, pero algunas de las más habituales son:
- Acumulación de gases en el intestino.
- Los cambios hormonales que aparecen durante la menstruación.
- Infecciones gastrointestinales, como la ya mencionada gastroenteritis, que pueden provocar dolor abdominal, fiebre y diarrea.
- Inmadurez del sistema digestivo en lactantes, que puede generar los típicos cólicos en bebés durante los primeros meses.
También pueden estar provocados por problemas emocionales, ya que factores como la ansiedad o el estrés pueden alterar el aparato digestivo y facilitar la aparición de los cólicos estomacales.
Tipos de cólicos: digestivos, menstruales y del lactante
La clasificación de los cólicos se basa en su origen, esto permite entender mejor los síntomas y elegir el tratamiento más adecuado para tratarlos.
Los 3 tipos de cólicos de los que vamos a ampliarte la información son los siguientes:
- Cólicos digestivos: Se relacionan con la alimentación y el funcionamiento intestinal. Suelen aparecer después de las comidas o durante episodios de ansiedad. A menudo están vinculados a intolerancias alimentarias o a trastornos funcionales como el síndrome del intestino irritable.
- Cólicos menstruales: Son habituales en mujeres jóvenes, pero también pueden afectar a mujeres adultas con desequilibrios hormonales. Aparecen unos días antes o durante la menstruación, y pueden ir acompañados de fatiga, irritabilidad o dolor lumbar. Cuando los cólicos son incapacitantes o cambian de intensidad, conviene consultar con un especialista.
- Cólicos del lactante: Estos episodios de llanto prolongado, sin causa médica aparente, aparecen durante los primeros 3-4 meses de vida de los bebés. Pueden ser provocados, entre otros factores, por tener todavía el sistema digestivo inmaduro o por gases. Aunque no suelen requerir medicación, pueden aliviarse con masajes, cambios en la alimentación materna o medidas de contención física como porteo.
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¿Cómo aliviar los cólicos en casa?
La mayoría de los cólicos pueden tratarse en casa si no se acompañan de señales de alarma y sus síntomas no empeoran. Recuerda en caso de alarma, o si no eres capaz de identificar los síntomas, acudir a tu médico lo antes posible, pero si el dolor es controlable, dispones de varios métodos para aliviar los síntomas.
- Aplicar calor local en el abdomen (una bolsa térmica o manta eléctrica) ayuda a relajar la musculatura.
- Algunas infusiones a base de menta o manzanilla pueden ayudar a expulsar gases y reducir la hinchazón abdominal.
- Realizar masajes circulares suaves en el abdomen, especialmente en bebés, estimula el tránsito intestinal.
- Evitar alimentos que produzcan fermentación como legumbres, repollo o bebidas con gas.
En el caso de los cólicos menstruales, si es recetado por un médico, el uso de analgésicos antiinflamatorios puede ser beneficioso.
¿Cuándo acudir al médico por cólicos intensos?
A pesar de que los cólicos suelen ser episodios puntuales sin mayor complicación, hay situaciones que requieren atención médica inmediata:
- Cuando el dolor abdominal es muy intenso o constante.
- Si presentas fiebres elevadas, vómitos o diarreas con sangrado.
- En el caso de los cólicos en bebés, si el llanto va unido a vómitos y distensión abdominal.
- En el caso de los cólicos menstruales, si empeoran progresivamente o están acompañados de grandes sangrados.
Recuerda que lo más importante es realizarse controles en todos los aspectos de la salud, por eso mismo ante la aparición de alguna señal de alarma, no dudes en acudir a tu doctor.

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