Síndrome FOMO: ¿Qué es y cómo superarlo?
Nunca en la historia han existido tantas opciones de ocio y con posibilidades accesibles para la inmensa mayoría de personas. También vivimos un momento en el que el flujo de información es enorme, por múltiples canales, y con ello accedemos a un abanico enorme de alternativas. Pero no todo es positivo, y es que también puede generar problemas importantes de ansiedad al intentar aprovechar todas estas alternativas, generando lo que se denomina síndrome FOMO.
FOMO es el acrónimo en inglés de Fear of Missing Out, o miedo a perderse algo, y su definición corresponde al temor que se genera por no participar en eventos o actividades, aunque no sean relevantes, pero que al hacerlo no solo condicionan otras decisiones, también afecta al bienestar emocional y físico.
Este es un problema creciente, que afecta fundamentalmente a los más jóvenes y que puede causar problemas graves de salud como las tecnopatías. Por todo ello es tan importante conocer qué es, sus causas y cómo establecer estrategias que permitan superarlo.
Índice
¿Qué es el síndrome FOMO?
El síndrome de FOMO está muy relacionado con los procesos actuales de comunicación, en el que redes sociales y sistemas de mensajería instantánea hacen que recibamos constantemente información acorde a nuestros gustos. Esta información, si no se gestiona adecuadamente, asumiendo como una buena herramienta que nos posibilita realizar mejores elecciones, puede generar el síndrome de no querer perderse nada. Este viene definido por estos puntos:
- Sentir la obligación de tener que estar conectado a un gran número de redes y canales de información.
- Tender a compararse con otros en un sentido negativo, generando sentimientos que van desde la envidia a creerse inferior por hacer sus actividades.
- Generar sentimientos negativos muy variados, desde ansiedad por no poder cubrir todos estos eventos a estrés por intentar cubrir más actividades de las que son posibles y necesarias.
- Tomar malas decisiones o no meditadas al hacerlo de forma impulsiva y sin evaluar su importancia.
- Insatisfacción, incluso después de asistir a actividades, sensación de que no es suficiente y genera culpabilidad, especialmente si no se obtiene la respuesta deseada de otros.
Son muchos los que en algún momento sufren el síndrome FOMO, especialmente entre los más jóvenes, estando muy relacionado con la sociedad hiperconectada actual. El problema está en su grado y las consecuencias que puede generar.
Si quieres investigar más respecto a este síndrome o sobre otros aspectos relacionados con la salud mental, te dejo un reportaje sobre nuevas tecnologías y salud mental realizado por la Confederación de Salud Mental de España.
Causas del síndrome FOMO
Los problemas principales del síndrome de FOMO vienen determinados de la conjunción de esta información que a veces recibimos de forma abrumadora con un trasfondo en el que existen otros problemas como:
- Falta de afectividad que conlleva a un uso excesivo de herramientas de comunicación como Internet o los teléfonos móviles para intentar compensar esta carencia.
- Tendencia a mantener relaciones de dependencia emocional y social, tanto en las amistades como en las relaciones de pareja.
- Un desequilibrio en las relaciones, orientándolas principalmente al campo online e infravalorando las presenciales o cara a cara.
- Inseguridad y falta de autoestima, necesitando la aprobación incluso por gente que no conocemos.
- Insatisfacción con su vida diaria y carencia de apego interpersonal.
Otra de las causas principales de este síndrome son las redes sociales y su uso. A pesar de que son herramientas muy útiles, es vital aprender a hacer un uso responsable de las mismas. Precisamente de ello hablamos en uno de los vídeos de Prevenir es cuidar, la nueva línea de contenidos con la que queremos inspirarte para lograr tu bienestar.
Aunque quienes sufren el síndrome FOMO tienen una clara tendencia a las relaciones online son principalmente las interacciones cara a cara las que sirven como principales predictores, ya sea por su falta o por su mala calidad y tendencia a la soledad. Por todo ello si se detectan estos problemas de forma grave y continua es cuando se debe actuar.
¿Cómo afecta el síndrome FOMO a las personas?
Los adolescentes son los que tienen una mayor propensión al síndrome de perderse algo, algunos estudios señalan que 4 de cada 10 lo sufren en distintas proporciones. Esto puede conllevar en casos extremos problemas como:
- Victimización, que conlleva muchas veces la creación de numerosas cuentas virtuales para seguir a personas o eventos en una actitud que se asemeja a los trastornos obsesivos.
- Conductas agresivas, aunque parezca paradójico también se generan mayores conductas de agresión, tanto en la vida real como en entornos virtuales. La frustración de no poder estar presente en todos los eventos o no ser parte de las actividades populares puede generar enojo, celos y resentimiento.
- Continua insatisfacción con todas las tareas que se realizan. Siempre sienten que podrían estar haciendo algo más emocionante o interesante en otro lugar, lo que puede hacer que no aprecien plenamente las experiencias actuales.
- Trastornos en la calidad del sueño, incluso se pueden levantar repetitivamente en la noche para buscar información o publicarla en las redes sociales.
- Síntomas de baja autoestima, soledad y depresión. La constante comparación con los demás y la sensación de no estar a la altura de las experiencias de los demás pueden contribuir a una baja autoestima.
- Consumo excesivo de bebidas alcohólicas y otras sustancias tóxicas derivados de un incremento del estrés.
- Todo ello deriva en una peor salud psicológica y física.
¿Cómo superar el síndrome FOMO?
El síndrome FOMO puede manifestarse de formas muy diferentes, por lo que es importante en primer lugar fijarse en sus problemas particulares como: dolor de cabeza, migrañas, tensión, palpitaciones derivadas de ansiedad o dificultad del sueño. Por todo ello se pueden dar circunstancias difíciles superar que requieran ayuda profesional. En todo caso deben acompañar algunos de estos pasos:
- Poner límites de tiempo en el uso de herramientas como redes sociales o de mensajería, incluso es positivo en algunos casos comenzar tomándose una pausa o una desconexión total hasta que se tome conciencia de cómo utilizarlo de forma racional.
- Desactivar los sistemas de notificaciones, que generan que contestemos de forma impulsiva, dando igual la circunstancia.
- Realizar un análisis crítico determinando si en verdad estamos perdiendo algo importante y valorando uso positivo como son mantenerse en contacto con amigos y mantenernos informados de aspectos importantes.
- Enfocarse más en la vida real, dando un mayor peso a actividades con amigos y familiares, poniendo en valor lo que uno se pierde si está constantemente dependiendo de actividades en la red.
- Buscar actividades que precisamente reduzcan el estrés, como paseos o salidas a la naturaleza, entre otros.
Si tienes dudas sobre tu situación, no olvides contactar con un especialista. Te dejo el cuadro médico de Aegon para que lo encuentres de la forma más rápida.
Ejemplos de FOMO
Es importante conocer algunos de los estímulos que impactan en nosotros a lo largo del día para evitarlos en la medida de lo posible. Hay muchos ejemplos de FOMO a nuestro alrededor, entre ellos destacan los siguientes:
- Nuevos eventos o actividades con plazas limitadas o que no se van a repetir en el último momento. Por ejemplo, en un concierto, última gira de un grupo musical.
- Generar miedo a quedarse sin algo, poniendo mensajes como “últimas entradas” y poner un conteo de cantidad o tiempo para que se acaben.
- El uso de reseñas o testimonios, algunos reales, otras meras herramientas de marketing que provocan en todo caso el impulso de actuar a quien lo lee y tiene síndrome de no querer perderse nada.
- Prácticas como los unboxing en las que se va más allá de la reseña para grabar un testimonio en el que muestra el proceso de compra de entrada o de asistencia a un determinado evento. Esta llega a su máximo si por ejemplo muestra oportunidades perdidas o que están a punto de perderse.
- Descuentos o rebajas en precio, una clara herramienta de las empresas que en el caso de los que sufran de FOMO puede generar malas decisiones, llevando a suscribirse en actividades que ni siquiera necesitan.
Tratamientos para el síndrome del FOMO
Frente a ello existen diferentes técnicas para procurar solventar esta dependencia negativa, que comienza con un uso inteligente de los dispositivos:
- Desconectar el uso de dispositivos y redes sociales unas horas antes dormir para mejorar la higiene del sueño.
- Crear pautas de uso e intentar ser lo más fieles a ello. Por ejemplo, no usarla los fines de semana y dedicar ese tiempo para realizar actividades con amigos y familia.
- Pedir ayuda, en primer lugar a las personas que nos rodean y si fuera necesario a profesionales sanitarios: psicólogos que nos ayuden a poner estos límites, y profesionales médicos, psiquiatras o médicos de familia para poder remediar causas del síndrome FOMO como falta de sueño, ansiedad o incluso aspectos más físicos como dolores estomacales o de cabeza.
Enfoques de tratamiento para el FOMO
El problema principal de estas medidas es que se busca cortar o más bien reducir el uso de herramientas que nos rodean día a día como los teléfonos móviles, tabletas u ordenadores. No solo eso, su uso, aunque sea momentáneamente y como cualquier adicción genera una satisfacción temporal, de la que es difícil desconectar.
Por todo ello son positivas que a las medidas anteriormente señaladas le acompañen ciertas técnicas como:
- Hacer consciente a quien lo sufre de las diferencias entre realidad y ficción en las redes sociales.
- Aplicar estrategias que ayudan a relajar tensiones como meditación o mindfulness, pero también que fomenten actividades en las que se “desconecte” del móvil como las que se realizan al aire libre.
- Buscar una mejora de la autoconfianza y de la libertad de elección, buscando mejorar la independencia de sus propias decisiones, aprendiendo a decir no.
- En ese sentido hay que intentar romper con la tendencia a compararse, que no genera ningún sentimiento positivo, pero sí lleva a una competencia poco sana.
El síndrome FOMO es un problema importante que afecta especialmente a los más jóvenes, derivado de un mal uso del constante flujo de información que recibimos. Conocerlo y poner remedio es importante y por ello no dejes de compartir una información sobre una realidad que nos rodea.