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Epilepsia: ¿Qué es la epilepsia, por qué se produce y cómo tratarla?

epilepsia

Nuestro cuerpo es impredecible y, al igual de que es capaz de realizar por si solo cosas realmente fascinantes, también puede verse afectado por trastornos o enfermedades que dificulten su buen funcionamiento y necesiten de atención médica para poder seguir llevando a cabo una vida normal.

Es el caso, por ejemplo, de la epilepsia. Una enfermedad que todos conocemos pero que, a no ser que tengamos un caso cercano que la padezca, no sabemos muy bien en qué consiste, qué la provoca y cómo se trata.

Así que, en esta ocasión, desde Aegon Seguros queremos explicarte todo lo referente a ella. Para que puedas entenderla mejor y, en el caso de vislumbrar algún síntoma, acudir con rapidez a tu médico.

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¿Qué es la epilepsia?

Lo primero que hay que tener muy claro es que la epilepsia no es una enfermedad mental. Sino que es un problema físico que viene provocado por el funcionamiento anormal de una serie de neuronas nerviosas que se encuentran en una parte concreta de nuestro cerebro.

La epilepsia es una enfermedad crónica que, en la mayoría de los casos, puede controlarse. Siempre y cuando esté diagnosticada correctamente y el paciente reciba el tratamiento adecuado a su afección.

Según la Federación Española de Epilepsia, solo en nuestro país existen más de 700.000 personas que sufren o han sufrido a lo largo de su vida alguna crisis de epilepsia y más de 200.000 sufren epilepsia activa.

Por definicición, la epilepsia es una repetición crónica de crisis epilépticas. Estas a su vez son un conjunto de fenómenos motores y no motores como consecuencia de una descarga.  Una crisis aislada es sólo un síntoma y no define una enfermedad epiléptica.

¿Qué es el síndrome epiléptico?

El Síndrome epiléptico es el conjunto de síntomas y signos que define una entidad epiléptica con diferentes etiologías.

Los síndromes epilépticos se dividen en:

  • Epilepsias idiopáticas o primarias: Mayormente influencia genética
  • Epilepsias sintomáticas o secundarias:  de etiología conocida y demostrable
  • Epilepsias citogenéticas: se supone que son sintomáticas, pero no se puede demostrar etiología.

¿Cuáles son los síntomas de la epilepsia?

Para poder estar diagnosticado correctamente de epilepsia, el paciente debe haber sufrido más de una crisis. Los síntomas pueden variar según la persona y el tipo de crisis que se sufra. Los principales síntomas de la epilepsia son:

  • Pérdida de conciencia: varía desde el colapso completo a la simple fijación de la vista en un punto concreto. Suele estar acompañada de amnesia del momento de la crisis.
  • Componente motor con características muy variables: sacudidas, convulsiones y otros movimientos automáticos (restregarse las manos o masticar).
  • El aura o aviso de la crisis en curso: puede tomar la forma de una sensación (olor o sonido) o de “impresión” de que la crisis va a presentarse.
Ilustración que hace referencia a una crisis de epilepsia

Antes de llegar a las convulsiones, es probable que la persona afectada pueda tener episodios de confusión temporal,  ausencias, movimientos espasmódicos de brazos y piernas, pérdidas de conocimiento, miedos, ansiedad…

Así que recuerda que ante cualquier de estos síntomas es imprescindibles que acudas, inmediatamente, a tu médico de confianza.

¿Cuáles son las causas de la epilepsia?

Las personas que sufren epilepsia suelen tener su primera crisis entre los 2 y lo 14 años de edad. Y, una vez iniciado, esto puede sucederse a lo largo de toda su vida, sin importar el sexo, la raza o la edad.

La epilepsia es una enfermedad que puede estar provocada por múltiples causas, entre ellas;

  • La epilepsia hereditaria, ya que si los familiares directos han padecido epilepsia es más probable que el paciente también las tenga. Siguiendo este contexto, actualmente se están llevando a cabo estudios para localizar cuál es el gen responsable de las crisis convulsivas.
  • Infecciones en el cerebro como meningitis o encefalitis.
  • Enfermedades metábolicas como el hígado, riñones, diabetes o alcoholismo.
  • Daño estructural
  • Traumatismo craneal
  • Lesiones prenatales
  • Trastornos del desarrollo
  • Cambios Hormonales
  • Alcohol
  • Fármacos
  • Drogas
  • Etc.

💡 En este artículo te explicamos cómo funciona el sistema nervioso central.

Tipos de epilepsia

Las crisis epilépticas se clasifican de la manera indicada a continuación y en base a su variación. Así lo hacen igualmente los síntomas que pueden presentarse en cada una de ellas.

  1. Crisis parciales o focales: estas a su vez en crisis parciales simples y complejas
  2. Crisis generalizadas: que pueden ser crisis tónicoclónicas (gran mal), crisis de ausencia, crisis atónicas y crisis Mioclónicas.
  3. Crisis no clasificadas.

Las crisis parciales o tocales

Existe una activación de un área limitada de la corteza cerebral, y se asocian típicamente a anomalías estructurales.  De éstas, como se mencionó anteriormente, existen las parciales simples y complejas:

  • Simples: Signos motores, sensitivos, autónomos y SIN alteración de la conciencia.  Con generalización en las crisis parciales se suele mostrar precedentemente lo que se conoce como Aura.
  • Complejas: Existe alteración de la conciencia. En las crisis parciales complejas EXISTE desconexión del medio. El paciente suele quedar con la mirada perdida y frecuentemente hay automatismos motores (masticación, chupeteo…) habitualmente hay confusión posterior y no se recuerda la mayor parte del ataque. Estas crisis se originan por descargas en la región medial del lóbulo temporal o en el lóbulo frontal.

Las crisis generalizadas

Este tipo de crisis epiléptica se originan simultáneamente en ambos hemisferios, por lo que la pérdida de la consciencia ocurre desde el principio del ataque. Dentro de las crisis generalizadas se encuentran las:

  • Crisis tonicoclónicas o conocidas también como “Gran mal”. Dentro de estas son el tipo más frecuente y suelen ser secundarias a trastornos metabólicos.  Clínicamente presentan: podromos; que consisten en síntomas poco definidos en horas previas (intranquilidad, cefalea). Incluyen la llamada fase tónica; que consiste en una contracción tónica generalizada con caída al suelo. Fase clónica; con contracciones rítmicas de los miembros con gran intensidad, mordedura de lengua, hipersalivación (salivación abundante), etc. Y estado postcrítico; con aunsencia de respuesta a estímulos externos y flacidez muscular, seguida una lenta recuperación del nivel de conciencia acompañada de confusión.  El paciente suele referir cefalea y mialgia tras la crisis.
  • Crisis de ausencia con desconexión del medio. Su duración es de segundos, no presentan convulsiones ni pérdida del tono postural.
Mujer ayuda a una niña tumbada en el suelo mientras sostiene su mano y su cabeza

💡 Descubre más sobre qué es una enfermedad neurológica y otros ejemlos de enfermedades neurológicas.

Tratamiento de la epilepsia

El primer paso antes del tratamiento es un buen diagnóstico acudiendo a un especialista. Los seguros médicos permiten disfrutar de ciertas ventajas como elegir el especialista y la fecha de la consulta, así como disminuir las esperas en la atención.

El diagnóstico se basa en la anamnesis, y estudios complementarios tales como el electroencefalograma y estudios de imagen como la tomografía y resonancia magnética.

Para hacer un diagnóstico de este tipo, se requiere que la persona haya sufrido al menos dos crisis epilépticas no provocadas. Se suele confirmar este diagnóstico el electroencefalogramas (EEG), aunque a veces esta confirmación es difícil.

El electroencefalogramas (EEG), no es un test que permita diagnosticar o excluir epilepsia por si mismo, ya que pueden aparecer alteraciones electroencefalográficas en pacientes sin epilepsia en un 10-15%.

El tratamiento principal de la epilepsia es la farmacoterapia con fármacos antiepilépticos, que logran controlar las crisis en un 70 u 80% de los pacientes. Estos medicamentos restauran el equilibrio químico de las neuronas y atenúan las descargas eléctricas anormales.

El 20% de los pacientes con epilepsia son resistentes responden al tratamiento farmacológico simple (monoterapia) haciéndose necesario la combinación de varios fármacos. En algunas personas que no reaccionan a la medicación, puede ser necesario recurrir a la cirugía o a la estimulación del nervio vago mediante electrodos.

La cirugía de la epilepsia se reserva para aquellos casos refractarios a tratamiento médico, en los que se identifique una lesión epileptógena resecable mediante estudio de neuroimagen y electroencefalograma.

Las crisis que más frecuentemente requieren cirugía son las complejas con origen en el lóbulo temporal medial.  Los casos refractarios no quirúrgicos pueden responder a la implantación de un estimulador del nervio vago.

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Consecuencias de la epilepsia

La mayoría de los pacientes puede llevar una vida normal y controlar sus crisis, pero el principal problema al que se enfrentan estas personas es al estigma social de este trastorno. Además, algunas investigaciones han detectado problemas leves a nivel cognitivo como:

  • Lentitud mental: dificultad en procesar la información.
  • Deterioro de la memoria
  • Dificultades en la atención y concentración

Actividades no recomendadas para personas con epilepsia

Una persona que padezca epilepsia debe llevar un control más exhaustivo de su vida y de sus hábitos y evitar, en todo lo posible, los siguientes puntos:

  • Trastornos del sueño. Hay que conseguir establecer unos horarios regulares del sueño y dormir, al menos, 8 horas al día.
  • Evitar el cansancio, el estrés emocional y las preocupaciones.
  • Ver la televisión al menos a 3 metros de distancia y evitar mirar fijamente a la pantalla cuando ésta se encienda o se apague.
  • Usar pantallas protectoras para jugar a videojuegos y nunca estar más de una hora seguida jugando. Lo mismo pasa los ordenadores.
  • Evitar el consumo de alcohol y drogas puesto que son desencadenantes de las crisis.

💡 La epilepsia es una enfermedad cerebral, te explicamos qué son las enfermedades cerebrales y cómo prevenirlas.

¿Cómo actuar ante una crisis epiléptica de una persona?

Si eres testigo de una crisis de una persona con epilepsia y no sabes cómo actuar, sigue estos consejos de Vivir con Epilepsia.

Infografía que explica qué hacer en caso de una crisis epiléptica
Imagen: obtenida de la web Vivir con Epilepsia

Aunque las crisis pueden suponer una situación de riesgo, en muchos casos son breves y no es necesario hacer nada para detenerlas.

📍 Si estás interesado en obtener más información sobre los primeros auxilios en los diferentes casos de crisis que se pueden presentar, cuándo llamar una ambulancia o cuándo acudir a urgencias, infórmate más en este artículo de Vivir con Epilepsia: ¿Qué hacer ante una crisis epiléptica?

Saber qué hacer ante un ataque de epilepsia puede evitar complicaciones peligrosas o lesiones. 

La epilepsia es una enfermedad que hay que tratar con sumo cuidado puesto que, en caso de sufrir una crisis, las consecuencias pueden ser realmente graves.

Por ello, desde Aegon Seguros queremos hacer hincapié en la necesidad de acudir al médico ante cualquier síntoma para que se puedan hacer todas las pruebas necesarias para llegar a un diagnóstico correcto.

Contar con un seguro de salud que facilite el proceso de diagnóstico, tratamiento y cuidado es fundamental. Así que no dudes en ponerte en contacto con nosotros y nuestros asesores te ayudarán a encontrar la póliza que mejor se adapte a tus necesidades.

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Doctora en Medicina y Cirugía

Licenciada por la Universidad Autónoma de Honduras, con experiencia como médico en Servicio Social. He desarrollado buena parte de mi carrera profesional en España, en áreas tan diversas como Farmacovigilancia y Medicina Asistencial. 

 

 

 

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