La Ley del cambio climático en España y sus medidas más relevantes
La Ley del cambio climático y transición energética ya es una realidad en España tras su paso por el Congreso y el Senado.
Su objetivo es que España no solo cumpla todos los tratados y compromisos internacionales que ha firmado en la lucha contra el cambio climático, también ser uno de los países que encabecen este gran reto.
No podemos olvidar que España, por su situación geográfica, es uno de los países que más se pueden ver afectados por el cambio climático: progresando la desertización y con fenómenos meteorológicos cada vez más extremos, e incluso facilitando la extensión de enfermedades de otras zonas como la fiebre del Nilo occidental.
Por ello, conseguir la neutralidad climática, que se absorban todos los gases de efecto invernadero que se produzcan, antes del 2050 es un objetivo prioritario.
Índice
Ley del Clima de la Unión Europea
La Ley del Cambio Climático española se enmarca en los objetivos marcados por la Ley del Clima europea, actualmente en desarrollo. La posición española es que esta Ley recoja:
- Un objetivo de reducción de emisiones de, al menos, un 55% en 2030.
- La necesidad de que todos los Estados avancen hacia la neutralidad climática a 2050.
- La importancia de la adaptación a nuestras normas por la especial vulnerabilidad a los impactos del cambio climático que tiene España por su posición Geográfica.
La Ley del Clima de la Unión Europea pone en marcha un mecanismo de seguimiento y evaluación del progreso por parte de la Comisión que deberá evaluar, tanto a nivel europeo como nacional, cada cinco años, el avance hacia el objetivo de neutralidad climática de 2050.
Para realizar esta evaluación, la Ley establece que la Comisión deberá basarse en una trayectoria que establece la senda reducción de emisiones desde el objetivo de reducción de emisiones a 2030 que se establezca en el texto hasta la neutralidad climática en 2050, unos objetivos que precisamente la Ley del Cambio Climático quiere anticipar. Para conseguirlo, se combinan medidas con metas y objetivos intermedios.
Inversión, empleo y objetivos medioambientales
Todas las medidas que pone en marcha la Ley del cambio climático conllevan una movilización importante de recursos, que superará los 200.000 millones de euros.
Esta importante inversión repercutirá en el empleo, previéndose crear entre 250.000 y 350.000 puesto de trabajo al final del periodo.
Para conseguir estos objetivos a largo plazo, se han puesto una serie de metas intermedias. Así para 2030:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en, en al menos un 23% con respecto a los emitidos de 1990.
- La energía producida de origen renovable se doble del 20% actual a al menos un 42%.
- Que el porcentaje de energía destinado al sistema eléctrico sea igual o superior a un 74% en comparación al 40% actual.
Estas metas no son fijas, se buscará mejorarlas a partir de revisiones, la primera programada para el 2023.
Para conseguirlo se aplican medidas en diferentes sectores, estás son las más relevantes.
Movilidad y combustibles fósiles
El transporte es uno de los principales causantes de la emisión de gases de efecto invernadero, aproximadamente un 20% del total, principalmente proveniente de los vehículos de carretera.
Por ello, uno de los principales objetivos es conseguir que el parque de turismos y vehículos comerciales ligeros en el año 2050 no emitan dióxido de carbono (CO₂).
Para conseguirlo, en el 2040 o antes, no se podrán comercializar turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos que emitan CO₂.
No solo eso. Todas las ciudades de más de 50.000 habitantes deberán tener:
- Planes de movilidad.
- Zonas de bajas emisiones, como ya las tienen ya las grandes ciudades como Madrid o Barcelona.
Los municipios de más de 20.000 habitantes también podrán aprobar zonas de bajas emisiones si la calidad del aire no es optima.
Para conseguir estos objetivos también intervendrán otros agentes y se tomarán medidas imprescindibles y complementarias:
- Las gasolineras deberán colocar puntos de recarga de coches eléctricos.
- Ayuntamientos y otros edificios públicos deberán facilitar también su instalación, tanto en el exterior como en aparcamientos.
- A partir de 2023, todos los edificios no destinados a uso residencial y con más de 20 plazas de aparcamiento deberán contar con infraestructuras de recarga.
- Existirá un catálogo nacional de libre acceso de todos los puntos de recarga.
- Se fomentará el uso de biocarburantes avanzados y otros combustibles renovables de origen no biológico.
- Se elaborará una ley de movilidad sostenible y financiación del transporte público, con el objetivo de ampliar el uso del ferrocarril en el transporte de mercancías en distancias superiores a los 300 kilómetros.
Con respecto a los combustibles fósiles, aunque en España las explotaciones son muy reducidas en estos momentos, se prohíben nuevas exploraciones de petróleo, gas y carbón. Las concesiones vigentes no podrán renovarse más allá de 2042. Esta prohibición se extiende a las minas de uranio.
La Ley del cambio climático y el sector eléctrico
El sector eléctrico supone alrededor del 14% de las emisiones de gases efecto invernadero del país.
El aumento de la generación de energía de origen renovable y el cierre de centrales térmicas continúan reduciendo estas emisiones. Por ello, como hemos adelantado, se busca que al menos el 74% de la energía eléctrica producida en 2030 sea renovable y el 100% en 2050.
Para acelerar este proceso se pondrán en marcha medidas como las siguientes:
- Crecimiento de las centrales hidroeléctricas reversibles, por bombeo de agua, que permite generar electricidad cuando se necesite.
- Generación de electricidad a través de los sistemas de abastecimiento y saneamiento urbanos.
- Facilitar la instalación de instalaciones solares en las comunidades de propietarios. Para ello se reformará la Ley de Propiedad Horizontal.
- Zonificación de España para determinar que áreas son más susceptibles para instalación de parques eólicos y solares reduciendo el impacto medioambiental.
Eficiencia energética en edificios
Un punto clave para disminuir el consumo de energía y con ello reducir la emisión de gases está en mejorar la eficiencia técnica de los edificios.
Para ello, seis meses después de la aprobación de la Ley del cambio climático y transición energética se pondrá en marcha un plan de rehabilitación de viviendas.
Las líneas principales serán:
- Impulso al autoconsumo energético, tanto de electricidad como en climatización.
- Uso de materiales con menor huella de carbono en las construcciones y reformas.
- Estudio de la vulnerabilidad de los edificios ante los efectos del cambio climático.
- Mejora en la gestión de residuos.
Estas son algunas de las medidas clave, que va a conllevar importantes cambios a empresas y ciudadanos y cuyo objetivo es revertir un cambio climático que nos afecta a todos.