Viajar en tiempos de coronavirus: qué tener en cuenta
Hay muchas cosas que van a tardar en volver a ser como antes y los viajes son una de ellas. Viajar en tiempos de coronavirus va a ser una experiencia totalmente a cómo lo era hasta ahora.
La pandemia de coronavirus ha paralizado totalmente el turismo internacional. De hecho, ha paralizado cualquier forma de transporte dentro de la mayoría de países e incluso ha transformado los viajes al trabajo. Es ahora, con la desescalada ya bien avanzada, cuando empieza a verse cómo puede ser viajar en tiempos de coronavirus.
Lo que está claro es que las primeras vacaciones post Covid-19 van a ser diferentes. También que los viajes no vacacionales se van a modificar. Estas son algunas de las claves para entender cómo cambiará la forma de viajar en los próximos meses, y puede que durante un tiempo superior.
Índice
Prevención para viajar en tiempos de covid
Si ya puedes viajar por el interior de tu provincia o comunidad autónoma, o si planeas viajar a otras comunidades autónomas cuando se levante la prohibición, hay una serie de claves básicas a tener en cuenta. Estas se van a mantener probablemente durante una larga temporada.
Fundamentalmente, y como los primeros desplazamientos van a potenciar el uso del vehículo privado o, del vehículo terrestre, hay que tener en cuenta las medidas de protección elementales. Y éstas no son otras que incorporar en nuestro equipaje de mano o de viaje, productos como los geles desinfectantes, las mascarillas y los guantes.
Cuando la movilidad entre comunidades autónomas vuelva a ser una realidad, se multiplicarán los desplazamientos en coche. En este caso, las medidas de seguridad deben ser similares durante el viaje a las que ya mantenemos en nuestro día a día. Si se viaja en unidad familiar no es necesario el uso de mascarilla. Sin embargo, sí será conveniente observar cuestiones como la desinfección de superficies, la higiene de las manos y el uso de mascarilla en entornos en los que no se pueda respetar la distancia de seguridad.
En los viajes utilizando transporte público de larga distancia, por un lado encontraremos las medidas que las propias líneas de transporte apliquen. Estas medidas pueden ir desde una menor cantidad de plazas con mayor separación entre viajeros, hasta otras complementarias como dispensar geles desinfectantes, guantes o incluso mascarillas a quien no lleve estos complementos. Somos los viajeros los que debemos aplicar también en estos casos la prudencia que requiere una situación como la actual.
📍 Conoce los tipos de mascarillas y cómo utilizarlas correctamente.
Para los viajes en avión todavía existe confusión sobre las medidas obligatorias, las recomendables y los rumores que parecen no tener mucho fundamento.
En lo relativo al precio de los vuelos de avión en tiempos de coronavirus, el sector aún se encuentra en un momento de incertidumbre. Lo que las propias aerolíneas están manifestando es que de cumplirse las exigencias respecto a la limitación de plazas por vuelo esto generará un aumento del precio del billete.
Según algunas aerolíneas este aumento podría llegar a ser del 50%. A quien más perjudicaría esta situación sería a las aerolíneas de bajo coste. De hecho ya hay voces en la industria que avisan de un futuro próximo en el que este modelo de viajar con billetes baratos está tocando a su fin.
Desde el punto de vista de las medidas de prevención, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), la principal a nivel internacional, ha manifestado algunas recomendaciones para viajar en tiempos de coronavirus. El organismo muestra partidario del uso de mascarilla de manera constante durante todo el vuelo. También de utilizar el control de temperatura que debería realizarse de manera previa al proceso de check in y facturación.
Es fundamental mantener la coherencia de las medidas de prevención, empezando por la distancia de seguridad. Técnicamente son las propias aerolíneas quienes debe ayudar a proveer de los elementos necesarios (mascarillas, geles, etc.) y ayudar en la ordenación de las áreas compartidas en los aeropuertos y el embarque ordenado.
Sin embargo, las aerolíneas se muestran muy reacias a la limitación del número de plazas por vuelo. Según la IATA la rentabilidad de un vuelo se sitúa en torno al 77% de ocupación. Si el número de plazas se limitara a un tercio está ocupación no se puede alcanzar. Peor aún, el precio del billete podría volverse prohibitivo, siempre según las aerolíneas.
La solución legislativa en este punto ha sido nula. Es decir, no se obliga a las aerolíneas a reducir el número de pasajeros para cumplir con cuestiones como la distancia de seguridad.
En general los transportes de larga distancia en trenes y barcos utilizarán procedimientos muy similares para el embarque y la estancia previa en las zonas compartidas. Por tanto, también será frecuente de la obligatoriedad de mascarilla, la toma de temperatura, la reducción de contacto entre pasajeros en los embarques, etc. Otras cuestiones a priori menos relevantes, pero que también tendremos tener en cuenta, es la prohibición de acompañar y despedir a los viajeros en las salas de espera o zonas comunes previo al embarque.
También en la comida a bordo se producirán modificaciones importantes. Hay que tener en cuenta que este servicio se va a simplificar, o directamente desaparecer, eliminando tanto la manipulación por parte de las tripulaciones como el contacto con los pasajeros a distancia muy cercana. También los procesos de desinfección y limpieza aumentarán su frecuencia de manera muy notable.
Viajes de regreso
¿Y a la llegada? Cada país ha establecido sus propias normas para la recepción de viajeros con el coronavirus, ya que la UE se ha limitado a establecer una serie de recomendaciones generales. Una de las más repetidas es tomar la temperatura a los viajeros de otros países, algo que ya se hace en España, o incluir periodos de cuarentena. Esta fue una solución durante la primera apertura de las fronteras que ahora muchos países desestiman porque desincentiva el turismo de estancias limitadas. Es decir, los viajes de una semana de duración, por ejemplo.
Hay que tener en cuenta que aún nos movemos en el terreno de la incertidumbre. No están claras las medidas obligatorias, más allá de las que ya conocemos como tal. Tampoco el impacto real que una situación como la actual va a tener en el precio de los transportes de pasajeros. Esto parece que fundamentalmente va afectar en mayor medida a los vuelos pero, aun es difícil cuantificar realmente el impacto en lo económico para el bolsillo del viajero.
Basta como ejemplo las recomendaciones de cada país sobre dónde viajar y cómo hacerlo. Y es que ni siquiera en ese han sido capaces de ponerse de acuerdo dentro de la UE. Por eso mismo, ahora más que nunca, un buen seguro de salud con asistencia en viaje es imprescindible si quieres disfrutar de unas vacaciones seguras.
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