¿A qué presión tiene que estar la caldera de gas?
En un momento en el que el ahorro y la eficiencia energética son cada vez más importantes en términos económicos, buscando las mejores tarifas, y medioambientalmente, la presión de la caldera es un punto fundamental.
Hay que tener en cuenta que según datos del IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, la caldera es potencialmente la fuente de mayor gasto energético del hogar.
En concreto, de todo el consumo de energía de una vivienda, un 47% se destina a calefacción y un 18,9% a agua caliente de saneamiento. En total, en una caldera individual, su gasto supondría el 65,9% del total, casi dos tercios.
Por todo ello, hay que prestar una gran atención a su funcionamiento, y un aspecto clave es la presión de la caldera.
Índice
La presión en la caldera de gas: ¿Por qué es importante?
La presión de la caldera debe ser una específica para que funcione de forma óptima. Si lo hace por encima o por debajo de esta presión, especialmente durante un largo periodo de tiempo, se pueden producir diferentes problemas.
Si te preguntas a cuántos bares tiene que estar la caldera, la respuesta es que se suele situar entre 1,5 y 2 bares. No es fija, existe un cierto margen inferior y superior, ya que esta varía según el uso que se haga. Por ejemplo, suele subir cuando se le demanda agua caliente o cuando arranca la calefacción.
Si la cifra cambia, podría incrementarse el gasto energético o incluso llegar a causar una avería si esta situación se prolonga en el tiempo.
Por todo ello, es importante el control de la presión de la caldera, tanto en frío como en caliente, y comprobar estas oscilaciones para evitar tantos sobrecostes energéticos como averías.
💡 Te recomiendo leer nuestro artículo sobre ahorro de agua en casa, para ayudarte a evitar dichos sobrecostes.
Averías según la presión de tu caldera
El punto inicial para el mantenimiento de la caldera de gas está en conocer las especificaciones propias de la presión de la caldera que vienen reflejadas en el manual de instrucciones del propio aparato. Aunque, generalmente, estará entre los 1,5 y 2 bares, como te he adelantado.
Por debajo y por encima de estos márgenes encontramos dos tipos averías:
Avería por presión baja
Las calderas tienen mecanismos de seguridad para dejar de funcionar si hay fallos en la presión de la caldera. En este caso, no solo es necesario aumentar la presión abriendo la llave del agua, sino buscar las causas, ya que las hay leves y otras de mayor importancia:
- Que la caldera lleve mucho tiempo sin usarse: en este caso, al volver a la presión adecuada, se regresará a la normalidad
- La caldera pierde presión o hay una fuga en el circuito: en estos casos, que muchas veces se detecta por la presencia de humedades, es muy importante prestar atención a los radiadores que suelen ser los principales causantes
- Entradas de aire
Avería por presión alta
Si sobrepasa el límite máximo, también actúa la válvula de seguridad para liberar y bajar la presión de la caldera. Si es insuficiente, se parará.
De hecho, si compruebas que la sigue por encima de 2 bares, es que la válvula de alivio para bajar la presión de la caldera no está funcionando correctamente. Las razones también son variables en su importancia:
- Exceso de agua en el circuito: se solucionaría al bajar la presión de la caldera
- El vaso de expansión de la caldera no puede absorber el aumento de la presión del agua
- Fallo en las llaves de carga
- Desperfectos en la caldera
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¿Cómo bajar la presión de la caldera?
A priori, un problema de presión de la caldera baja tiene una solución más sencilla, ya suele venir derivado de una pérdida en el circuito. En el momento en el que se solucione esta pérdida, se acaba el problema.
El procedimiento es sencillo, abrir la llave de llenado de la calefacción gradualmente hasta que la presión se sitúe en un punto entre 1 y 1,5 bares. Si vuelve a bajar la presión de la caldera, lo normal es que sea un indicativo de que no se ha solucionado la pérdida en el circuito.
Sin embargo, para bajar la presión de la caldera hay que hacer lo contrario, expulsar aire del circuito. Esto se hace fundamentalmente purgando los radiadores:
- Accionar la válvula del radiador
- Mantenerla abierta hasta que deje de expulsar el aire y suelte el agua
Es bueno comprobar el circuito antes de que comience la temporada de frío para su correcto funcionamiento y así llegar a incluso ahorrar en calefacción.
💡 Si te preocupa ahorrar lo máximo posible en casa, también querrás saber cómo ahorrar en la factura de la luz. Visita nuestro artículo al respecto.
Consejos de mantenimiento de la caldera para invierno
Para evitar averías importantes, especialmente en invierno, es importante realizar un mantenimiento de la caldera de gas adecuado. Apúntate estos consejos para conseguirlo:
- Comprobar periódicamente la presión de la caldera: como hemos visto, es fundamental para evitar averías y sobrecostes en la energía
- Revisar que la caldera esté libre de obstáculos: hay que asegurarse que no haya nada que cubra o bloqueé las salidas de aire y los conductos
- Controla la llama de la caldera: debe ser azul de un color fuerte, si es naranja o amarillenta algo no va correctamente y es necesario que lo revise un técnico
- Purgar los radiadores: detectar que los radiadores no calientan adecuadamente puede ser un indicador de que hay un problema con la presión en la caldera
- Equilibrar los radiadores: algo que es necesario si no hay una distribución adecuada y algunos radiadores están calientes y otros no
- Evita que las tuberías se congelen: especialmente hay que tener cuidado con las tuberías de condensación, por lo que es importante que estén bien aisladas
- Instalar detectores de monóxido de carbono: alertarán ante fugas de presión de la caldera y mal funcionamiento, evitando problemas, especialmente los más graves
💡 En nuestro artículo sobre cómo ahorrar energía encontrarás más consejos que te serán de ayuda.
La prevención es, por tanto, fundamental para el mantenimiento de la caldera de gas, evitar averías, conseguir optimizar el consumo y aumentar nuestra capacidad de ahorro. Así, la presión en la caldera es un punto esencial al que hay que prestar atención y, con estos consejos, lograrás el mejor rendimiento.
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