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¿Cómo se calcula la capacidad de ahorro?

consejos para mejorar tu capacidad de ahorro

Es importante aprender cuál es nuestra capacidad de ahorro y saber cómo calcularla. Esto nos llevará a mejorar de manera sustancial nuestra forma de ahorrar. Por capacidad de ahorro vamos a entender aquellas opciones que tenemos para separar parte de nuestros ingresos y guardarlos para utilizarlos en el futuro. Esta sería la definición básica desde la que vamos a partir.

Ahorrar es absolutamente necesario. No se trata del ahorro del miedo a una jubilación con una pensión escasa, algo que por cierto desafortunadamente es una realidad a un plazo no lejano, sino de un hábito que nos permite vivir de manera más tranquila.

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La capacidad de ahorro

La capacidad de ahorro viene dada por factores muy diversos, por lo que es difícil establecer un único patrón en el que todos nos veamos reflejados. Sin embargo, hay algunos elementos clave que siempre debemos tener claros.

Ahorrar significa gastar menos de lo que ganamos. Esto, que parece superfluo por lo evidente, no lo es tanto. Uno de los principales problemas a la hora de calcular el ahorro es que no somos capaces de calcular el gasto, o, peor aún, nos movemos en un gasto descontrolado.

Ser capaces de apartar dinero y que nuestro balance de gastos e ingresos resulte positivo es poner en marcha nuestra capacidad de ahorro. Una vez esto está en marcha, da igual las herramientas que elijamos donde poner a trabajar nuestro dinero. Lo importante es que habremos adquirido el hábito del ahorro.

Cómo calcular la capacidad de ahorro

Ya decíamos antes que es difícil establecer un único patrón en el cálculo de la capacidad de ahorro. De hecho, la pregunta que todos deberíamos hacernos es ¿cuánto dinero soy capaz de ahorrar?, en lugar de tratar de buscar fórmulas que nos digan lo que podemos o no hacer.

Lo que sí podemos valorar son los factores que van a influir en tu capacidad a la hora de ahorrar. Estos factores son determinantes como veremos un poco más adelante. Piensa que el largo plazo va a trabajar para ti con tu dinero, por ello conviene determinar cuanto antes lo que realmente vas a necesitar.

A partir de aquí, es verdad que podemos recurrir a fórmulas que nos ayuden a determinar lo que necesitamos. Por ejemplo, hay quienes aseguran que, como mínimo, deberíamos apartar el 10% de nuestros ingresos y destinarlo al ahorro. Si no somos capaces de apartar ese 10% es que no tenemos capacidad de ahorro. Esto puede ser un indicativo de que probablemente no estemos gestionando de manera correcta nuestro dinero.

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En caso de tener un buen margen entre los ingresos y los gastos, podríamos optar por separar una porción para ahorros a corto plazo y otra para ahorros a largo plazo. Con esto conseguiremos un mayor montante de ahorros de emergencia y podremos a la vez tener un fondo destinado a planes de futuro sin necesidad de “romper la hucha” cuando surjan contratiempos.

En caso de disponer de menos margen, podemos establecer un porcentaje de ahorro sobre la diferencia entre los ingresos y los gastos, de tal forma que el ahorro nunca vaya a limitar la satisfacción de nuestras necesidades básicas. El porcentaje, eso sí, deberá ser algo mayor en esta situación, ya que el total de dinero sobre el que se calcula será menor que en los casos mencionados anteriormente.

Factores que influyen en la capacidad de ahorro

No existe un único factor que influya en tu capacidad de ahorro, ni mucho menos. Sin embargo, sí existe un elemento determinante, primario: tu nivel de ingresos y su relación con tus gastos. Es un hecho que en aquellas economías domésticas en las que los ingresos y los gastos se controlan a través de un presupuesto, resulta mucho más sencillo aumentar la capacidad de ahorro y ahorrar. Por tanto, la relación entre ingresos y gastos es un factor primario que influirá en tu capacidad de ahorro.

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Otro elemento muy importante es el nivel de endeudamiento que has alcanzado. Aquí debemos incluir los diferentes escenarios de endeudamiento. Incluso el endeudamiento positivo que puede suponer la adquisición de tu vivienda. Si mensualmente (gastos corrientes y de manutención aparte) tu nivel de endeudamiento ocupa un porcentaje muy elevado de tus ingresos, obviamente la capacidad de ahorro disminuirá de manera notable.

El endeudamiento debe ser siempre un objetivo a reducir ya que su influencia en tus finanzas personales y, en el ahorro, es crucial.

Qué tener en cuenta para empezar a ahorrar

No hay una respuesta realmente universal tampoco a esta cuestión. Una regla básica a tener en cuenta en el ámbito del ahorro sería comenzar a ahorrar cuanto antes. Existen numerosas técnicas y trucos para ahorrar. Además de esto, debemos tener en cuenta las variables que te presentamos a continuación.

Tus finanzas, a examen

Si crees que tu relación de ingresos y gastos no es suficiente como para ahorrar, lo primero que debes hacer es un examen profundo de tus finanzas. Analizar a fondo tus gastos y valorar de donde es posible recortarlos resulta fundamental. Si eso lo plasmamos en un presupuesto aún mejor. Podrás tener una visión de conjunto de tus finanzas, y, si has hecho un examen realista, es probable que te des cuenta que, por muy pequeña que sea, hay una cantidad de dinero que puedes enviar al ahorro.

Aquí puedes aplicar herramientas como el preahorro, que te van a permitir automatizar tus aportaciones, con lo cual apenas te darás cuenta de que estás ahorrando. Recuerda que no se trata tanto de la cantidad con la que empieces, sino de incorporar el hábito a tus rutinas financieras.

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Previsión frente a endeudamiento

Si piensas que ahorrar no es satisfactorio porque todo el dinero sobrante prefieres gastarlo en consumo, estás cometiendo uno de los principales errores que acaban conduciendo al endeudamiento. El ahorro no sólo debe visualizarse como una herramienta para la jubilación, como ya decíamos.

El ahorro es mucho más. Es un instrumento para conseguir objetivos a corto, largo y medio plazo, pero también, es una herramienta que te permite afrontar periodos de inestabilidad económica sin acudir a la financiación o, más común, al uso de las tarjetas de crédito.

La gestión de las finanzas es una carrera a largo plazo, y ten por seguro que a lo largo del tiempo, como la mayoría de las personas, tendrás altos y bajos, y, probablemente, imprevistos o necesidades no planificadas. El ahorro sirve precisamente para garantizarte la estabilidad en esos momentos, con el valor añadido de que puede trabajar por ti para generar a su vez más.

Empezar un fondo de emergencia

Un primer tramo consistente en acumular un fondo de emergencia equivalente a entre tres y seis meses de tus gastos. Un segundo tramo en el que vas consolidando productos de ahorro orientados al futuro, tanto con objetivos concretos (como comprarte un nuevo coche) como con objetivos a largo plazo como complementar tu pensión de jubilación.

Buscar inversiones rentables

Una vez enfilados ambos tramos, es el momento de plantearse nuevos retos. En este caso, tu movimiento debería ser buscar la rentabilidad a través de la inversión. Es decir, aprovechar el impulso que ya has tomado con el hábito del ahorro, para que tu dinero produzca más dinero. Esto lo puedes hacer combinando estrategias seguras, como pueden ser los seguros de ahorro, con estrategias más agresivas como puede ser la bolsa, los fondos de inversión, etc. Simplemente, se trata de, una vez garantizada la base de tu ahorro, buscar el beneficio para el dinero que eres capaz de apartar de tus gastos.

Sin duda, saber cómo ahorrar dinero puede cambiar tu forma de ver la vida. Puedes seguir leyendo más consejos sobre ahorro en nuestro blog.

Experto en Ahorro y Finanzas

Soy un apasionado de las finanzas personales y los impuestos. Me decido desde hace más de 15 años a escribir sobre ahorro, dinero, inversión y fiscalidad en diferentes medios.
Me gusta pensar que ayudo a las personas a mejorar su formación financiera y a tomar mejores decisiones sobre el dinero. De hecho, las finanzas conductuales son una de mis grandes pasiones. Y es que cuando se trata de nuestro dinero, somos mucho menos racionales de lo que pensamos. En mis artículos entenderás por qué.

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