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Los seguros de ahorro, ¿una fórmula alternativa para vivir mejor tras la jubilación?

Monedas apiladas bajo una planta

Además de la paga pública tras el retiro o los planes de pensiones, existen otras posibilidades para cuando te jubiles: descubre los seguros de ahorro.

Con la ‘hucha de las pensiones’ bajo mínimos y la paga pública de jubilación en entredicho, más de uno se plantea buscar otras vías que le garanticen una cierta tranquilidad después del retiro profesional. En ese sentido, los planes de pensiones suelen aparecer en el horizonte como una opción recurrente para complementar lo que ofrece el sistema público. Sin embargo, no es la única posibilidad, ni mucho menos, que ofrece el sector privado, puesto que existen fórmulas alternativas que pueden ayudarte a vivir mejor desde la jubilación hasta que llegue el momento de dar el último paso. Una de ellas, que además cuenta con ciertas ventajas respecto a los planes de pensiones, son los seguros de ahorro.

Los seguros de ahorro

De entrada, debes tener claro que los seguros de ahorro no están forzosamente ligados a la jubilación, como si se encuentran los planes de pensiones (el supuesto más habitual para rescatarlos es precisamente el retiro, aunque no sea el único). En esencia, estos productos de ahorro no difieren mucho de un seguro al uso, sólo que en vez de cubrir una contingencia (como hacen las pólizas de vida o automóvil, por ejemplo) se referencian a una fecha determinada previamente pactada entre el beneficiario y la compañía. De este modo, la segunda adquiere el compromiso de pagar al primero un cierto montante –que suma el capital y el interés acordado– en caso de que el asegurado siga con vida.

Cobertura en caso de fallecimiento

¿Qué sucede si no es así y el asegurado tiene la desgracia de fallecer? Pues entonces sí se produce la excepción a cubrir una contingencia, dado que uno los puntos significativos y diferenciadores de este tipos de pólizas es que, además de un vehículo de ahorro, cuentan con una cobertura ad hoc si se produce el deceso del asegurado.

Cómo funciona un seguro de ahorro

Tal y como ocurre en otros seguros, el contratante debe ir aportando capital de forma periódica, generalmente cada mes, cada trimestre, cada semestre o al cabo del año. No obstante, de manera excepcional, hay algunos seguros de ahorro abiertos a que la aportación sea únicamente una, que se ingresa al inicio de la relación contractual.

Ventajas de los seguros de ahorro frente a los planes de pensiones

Además de la ya mencionada cobertura en caso de fallecimiento -que no ofrecen los planes de pensiones-, los seguros de ahorro sí garantizan una rentabilidad a fecha de vencimiento, mientras que los otros productos no lo hacen. Ese rendimiento irá en función, como es lógico, del tipo de interés firmado entre la aseguradora y el contratante con antelación.

Seguros de ahorro vs depósitos

Aunque tanto los depósitos bancarios como los seguros de ahorro ofrecen un cierto rendimiento acordado a una fecha de vencimiento, en los seguros de ahorro no se producen abonos de intereses periódicos. No obstante, en el lado positivo queda que los tipos de interés que se aplican a los segundos suelen ser más interesantes que los que llevan aparejados los primeros.

Los seguros de vida ahorro

Si hay un producto adaptable y moldeable en el mercado ese es el seguro. De la rama que sea y llegando a subcategorías de lo más afinadas. De hecho, las compañías aseguran casi cualquier bien o valor. En el caso que nos ocupa, hablamos de los seguros de vida ahorro. En ese producto se unifican las pólizas de vida y los planes de ahorro, y permiten al cliente recibir, además de un único abono, un número pactado de pagas durante un tiempo o una renta vitalicia. Básicamente, las modalidades del seguro de vida ahorro son tres: los planes de previsión asegurados (PPA), los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) y los United Linked.

Planes de previsión asegurados (PPA)

El primero de estos productos ofrece la posibilidad de acumular un dinero para hacer frente al retiro con una rentabilidad mínima garantizada. A pesar de que no puedes recuperar el capital invertido hasta la fecha de vencimiento, sí puedes desgravarte las aportaciones que hagas en el impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF). Eso sí, mientras no rebases los 8.000 euros, tal y como ocurre en los planes de pensiones. De hecho, son casi iguales que estos últimos en casi todo, salvo porque los PPA garantizan el 100% del capital más un rendimiento y que, en caso de fallecimiento, añaden un capital adicional. Los PPA pueden ser cobrados en forma de renta, en un solo desembolso o combinando ambas posibilidades.

Planes individuales de ahorro sistemático (PIAS)

Los conocidos como PIAS permiten al beneficiario disfrutar de una renta vitalicia. Presentan el mismo límite anual para las aportaciones que los PPA, llegando a un tope global de 240.000 euros. De la misma manera, los PIAS tienen una rentabilidad mínima garantizada y carecen tributo alguno hasta el inicio del cobro de la renta. No obstante, ese beneficio fiscal queda sujeto a que el cliente no retire capital durante cinco años.

Los ‘United Linked’

En último lugar se encuentran los United Linked, que son seguros en los que el tomador asume el riesgo, puesto que invierte en un seguro de vida, pero escoge los activos -por ejemplo, fondos de inversión- en los que desea meter su dinero. Ello significa, obviamente, que la rentabilidad no está garantizada, aunque, en el lado práctico, es preciso subrayar que puedes rescatar el capital cuando te parezca. Además, estos productos también ofrecen una cobertura adicional en caso de fallecimiento del asegurado.

Fiscalidad de los seguros de vida ahorro

Finalmente, cabe destacar que, mientras que el rescate del plan de pensiones puede llegar a tributar hasta por un 45% -al considerarse rendimiento del trabajo-, la cantidad que obtiene el beneficiario de los seguros mencionados se queda en un tipo marginal del 23% al ser tomada en su calidad de ahorro.

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