Cómo ahorrar en la compra del supermercado
Una de las partidas más importantes de gasto para el consumidor es la alimentación. Según los últimos datos del Informe del consumo alimentario en España elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación cada español consume 698,5 kilos de alimento al año de media, gastándose 2.582,09 euros. Esto quiere decir que en una familia de cuatro personas este gastaría 10.328,36 euros cada 12 meses. Estos datos muestran la importancia de aprender cómo ahorrar en la compra del supermercado.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los alimentos que compramos, el 87,2% del volumen de alimentos y bebidas, se realiza para consumir en el hogar y solo un 12,8% se realiza fuera. Por todo ello, es tan importante tener una estrategia adecuada de compra que permita ahorrar en la compra semanal para conseguir ahorros con los que hacer frente a las propias subidas de los alimentos o a cualquier otro gasto.
Índice
- 1 ¿Cómo se puede ahorrar en las compras del supermercado?
- 2 Planificación previa
- 3 Realiza un presupuesto económico y trasládalo a una lista de la compra
- 4 Cuidado con las ofertas, analiza que en verdad las necesitas
- 5 Comparar entre productos y entre supermercados
- 6 Lleva un control de tus compras
- 7 Cuidado con la financiación de compras
¿Cómo se puede ahorrar en las compras del supermercado?
Ahorrar en las compras del supermercado no es complicado, aunque nos tengamos que “enfrentar” a las estrategias de los propios establecimientos que buscan generalmente lo contrario: que gastemos lo más posible.
Por ello, para conseguirlo, hay que hacer uso del término compra inteligente, entendido en diferentes facetas o estrategias que desarrollaremos a continuación:
- Una planificación previa, saber qué es lo que se necesita y no ir nunca a un establecimiento de alimentación a ciegas.
- Establecer un presupuesto, que sea rígido en los límites del gasto, pero flexible en los cambios dentro de categorías.
- Poder permitirse ciertos gastos fuera de presupuesto o caprichos, pero estableciendo también un límite en su gasto.
- Comparar precios entre establecimientos, algo que se puede hacer de forma más sencilla gracias a Internet.
- Analizar bien las ofertas, algunas conllevan comprar grandes cantidades que acaban siendo desperdiciadas.
- Centrarse en productos de temporada y de proximidad, con los que conseguir no solo productos más económicos, también contribuir al medioambiente.
Planificación previa
Saber qué es lo que necesitamos ayuda al ahorro por doble vía, por poder elegir entre los productos más adecuados en cada momento, por ejemplo, que fruta es más abundante y económica, pero también a ahorrar dinero reduciendo el volumen de desperdicios, es decir, realizar una compra y un consumo responsable.
La mejor forma de hacerla es a partir de una planificación de todas las comidas que vayamos a realizar en casa o un menú durante un periodo determinado, siendo la planificación semanal la de más utilidad, y así hacer una compra importante cada siete días.
Esta planificación nos determina qué vamos a comprar, repasando siempre nuestra despensa para que sea siempre lo necesario y con ello tener ya un presupuesto aproximado de lo que vamos a gastar. A veces es conveniente realizar el camino inverso y empezar con el dinero que vamos a destinar y a partir de este ver que alimentos podemos comprar y como cubrirlos en las comidas.
Realiza un presupuesto económico y trasládalo a una lista de la compra
El segundo paso relevante está en trasladar estos productos a un presupuesto, teniendo diferentes formas de hacerlo. Una es consultando precios online que ofrecen muchas cadenas de supermercados e hipermercados haciéndolo de forma lo más aproximada posible, siendo flexibles en lo que se compre. Por ejemplo, en lugar de comprar una cantidad fija de un producto ajustarla a un presupuesto económico.
Todo esto hay que llevarlo a una lista de la compra que debemos preparar y llevar a nuestro establecimiento. A la hora de comprar debemos ser lo más fieles posible a esta lista, aunque podamos hacer ajustes entre estas, sustituyendo a algún producto por otro.
Igualmente podemos crear una partida especial, que no vaya más allá del 10% de nuestro presupuesto, para imprevistos o darnos un capricho. De nuevo es importante ser muy estrictos y considerar esta partida como algo especial y extraordinario. No podemos olvidar que las cadenas suelen mostrar los productos más llamativos y generalmente más caros en lugares llamativos como la entrada o a la altura de los ojos del consumidor, mientras que los productos más económicos suelen estar en lugares menos llamativos, teniendo que buscarlos.
Cuidado con las ofertas, analiza que en verdad las necesitas
Es cada vez más común en las grandes cadenas de supermercados ofertas del tipo 3×2 unidades o descuentos de un 50% o 70% en la segunda unidad. Esto puede ser beneficioso económicamente, pero no siempre, dado que comprar de más y que se desperdicie porque se estropee es uno de los gastos económicos más importantes en las familias.
Esto se aplica igualmente a la compra de grandes formatos de comida. Es cierto que siempre debemos analizar el coste del producto en unidades de medida, generalmente el kilogramo, para comprar aquel formato más económico. Pero este análisis siempre debe estar supeditado a nuestro consumo real.
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Comparar entre productos y entre supermercados
Comparar es siempre una opción de enorme de ahorro, podemos hacerlo dentro del supermercado, directamente entre productos sustituibles entre los que entra en juego productos de marca reconocida frente a los de marca blanca más baratos. Pero también lo podemos hacer, de nuevo gracias a Internet, de forma online.
Una de las estrategias que tienen los supermercados a la hora de atraer clientes el realizar ofertas puntuales sobre productos denominados reclamo con los que conseguir visitas a sabiendas que quien los compre en la mayoría de los casos adquirirá otros. Si hacemos un uso inteligente de estos descuentos, comprando solo lo más económico de entre una selección de establecimientos, es cierto que requiere de más tiempo, pero también se consiguen importantes ahorros.
Lleva un control de tus compras
Aunque seas muy estricto en tu presupuesto debes realizar un control de tus compras periódicamente, generalmente cada mes. Con ello no solo analizaremos lo gastado, sino que veremos oportunidades de ahorro duraderas, como que establecimientos tiene más ofertas o vende mejor determinado producto.
Igualmente no debemos olvidar que el presupuesto en alimentación no deja de ser parte de un presupuesto global que incluye más gastos y que hay que revisar y ajustar continuamente.
Cuidado con la financiación de compras
Una forma de ser más estrictos a la hora de cumplir el presupuesto y con ello de lo más útil a la hora de cómo ahorrar en la compra de alimentos es ir con el dinero justo para no excedernos. No tendría que ser necesario siempre que sigamos nuestro presupuesto y lista, pero elimina tentaciones de gastar más.
También debemos ser muy cuidadosos a la hora de financiar con tarjeta de crédito, y llevarnos por fórmulas aparentemente muy llamativas a la hora despreocuparnos por el gasto como pagar pequeñas cuotas por nuestras compras. Estas pequeñas cuotas pueden en muchos casos cubrir solo los intereses mensuales de la deuda y no amortizar prácticamente nada de capital, alargando el pago y con ello el coste global.
Por todo ello debemos prestar mucha atención a lo que se compra, analizar muy bien los precios y beneficiarnos de ofertas o de productos de temporada, pero también prestar una gran atención al despilfarro y la forma de pagar estas compras.