¿Qué es la dieta mediterránea?
Declarada patrimonio intangible de la humanidad, la dieta mediterránea es uno de los legados más importantes que nos dejó la generación de nuestros abuelos. Se trata de una alimentación basada en productos recién recolectados del campo, abundante en verduras, hortalizas y pescados, en lácteos de elaboración reciente, una alimentación que iba siempre acompañada del esfuerzo de trabajar en los recursos naturales para obtener los alimentos.
Índice
Origen de la dieta mediterránea
La dieta mediterránea nace en el seno de una cultura en la que los medios de transporte no estaban muy evolucionados, en la que el desarrollo industrial era escaso y en la que la mejor forma de vivir y sobrevivir era aprovechando los recursos que directamente ponía a nuestra disposición la naturaleza.
Esta situación se ha ido modificando con el paso de los años, dando lugar a infraestructuras complejas que facilitan enormemente las comunicaciones por tierra, mar y aire, abriendo paso al desarrollo industrial y a la inclusión de alimentos más procesados con el objetivo de aumentar su vida útil. Estos cambios, unidos al frenético ritmo de vida actual, han dado lugar a que se vayan abandonando las costumbres alimenticias propias de la dieta mediterránea, acogiendo en mayor porcentaje las comidas preparadas y precocinadas de producción industrial, en detrimento de los productos frescos y de producción local.
Principales alimentos que componen la dieta mediterránea
La dieta mediterránea es una importante herencia cultural que se ha ido pasando a través de los siglos y ha sobrevivido a nuestros tiempos, siempre adaptándose y cambiando. Por ello, a día de hoy si hacemos una lista con los principales alimentos de la dieta mediterránea, todos son fáciles de conseguir. ¿Forman parte los siguientes alimentos de tu dieta diaria?
- Aceite de oliva.
- Cereales como el trigo, la pasta o el arroz.
- Verduras como el ajo, la cebolla, el pimiento, la lechuga, el tomate o la zanahoria.
- Carne blanca como el pavo y el pollo.
- Legumbres.
- Frutos secos.
- Frutas como los higos o las naranjas.
¿Cómo hacer dieta mediterránea?
Para hacer una dieta mediterránea, primero debes de basar tu menú en almuerzos con base de cereales o legumbres, además de unas cenas ligeras. Por lo general debes de tener en cuenta que un plato de cocina mediterránea tendrá una base de verduras o cereales acompañada por carne. Sin embargo, si nos vamos al pescado y los mariscos, estos son los protagonistas de cada plato. Los grandes complementos de esta dieta son la leche y las frutas frescas, sobre todo las de temporada.
Los platos de la dieta mediterránea son generalmente de preparación fácil y sin salsas ni jugos de la carne.
Para llevar una buena dieta mediterránea también debemos de evitar los productos industriales, las comidas precocinadas y los dulces preparados.
Beneficios de la dieta mediterránea
Los beneficios de la dieta mediterránea se basan en:
- El bajo contenido en grasas saturadas
- En el mantenimiento de las propiedades nutricionales de los alimentos frescos
- El alto contenido en fibra
- Y en el bajo índice glucémico de los alimentos que la componen.
- Además, dentro de los conceptos asociados a esta dieta, se encuentra el alejamiento del sedentarismo, apostando por un día a día activo, fomentando la movilidad a pie y el ejercicio físico.
Estos valores proporcionan a los seguidores de la dieta mediterránea un mejor estado de salud, manteniendo el equilibrio entre la ingesta de calorías y el gasto diario, ingiriendo todos los nutrientes necesarios para nuestro organismo y excluyendo todos aquellos cuya ingestión habitual supone un perjuicio.
¿Qué dice la OMS sobre la dieta mediterránea?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la dieta mediterránea se puede considerar como una de las más saludables gracias a los beneficios que esta aporta. Algunos de estos beneficios se asocian con la prevención de enfermedades cardiovasculares o una tasa de mortalidad más baja frente a otros países con diferentes dietas, sobre enfermedades como la diabetes o el cáncer.
Algo que la OMS ha resaltado de los beneficios de la dieta mediterránea es el consumo de vino moderado, elemento que no solemos encontrar en otros tipos de dietas.
Para una vida sana debemos de complementar la dieta mediterránea con ejercicio diario y abstenernos lo máximo posible de alcohol y tabaco.
Desaparición de la dieta mediterránea
La señal de alerta ya ha sido dada por parte de la Unesco: la dieta mediterránea se está perdiendo, teniendo como causa principal la falta de tiempo de los componentes de la sociedad actual. Se está perdiendo la costumbre de compra en mercados, de cocinar en casa, de utilizar productos frescos. Cada vez la vida diaria es más sedentaria y se apuesta más por los alimentos procesados, y esto está produciendo un desequilibrio en la ingesta calórica, llevando a la población a valores de peso y grasa cada vez menos saludables.
La dieta mediterránea se pierde poco a poco y no debería permitirse, no solo por evitar la desaparición de este maravilloso legado sino porque esa pérdida casi con total seguridad supondrá un perjuicio en el estado de salud general de la población.