Los beneficios del deporte sobre el cerebro
¿Sabes hasta qué punto es importante la relación entre cerebro y deporte? Están sobradamente demostrados los beneficios que produce el ejercicio físico sobre nuestra salud. Se obtienen beneficios a nivel cardiovascular, respiratorio y muscular entre otros. Pero hasta hace muy pocos años no aparecieron indicios de los efectos positivos que puede provocar en nuestro cerebro y en el de los más pequeños de la casa.
Pero sí, los beneficios de la actividad física en el cerebro también son evidentes. Más allá de la mejora de males como la ansiedad, el estrés y la depresión, actualmente también se han encontrado indicios de que la actividad física actúa directamente sobre el cerebro mejorando el rendimiento académico. Cuerpo en forma, mente en forma. ¿Pero quieres saber hasta dónde llega esta relación cerebro – deporte? ¡Te lo contamos!
Índice
¿Qué tiene el deporte para ser tan beneficioso para el cerebro?
Según un estudio dirigido por Laura Chaddock-Heyman, psicóloga de la Universidad de Illinois, hay indicios de que la actividad física aumenta el rendimiento académico de los niños que lo practican. En esta línea de investigación, se llevaron a cabo ensayos con niños de diferentes grupos de edad en los que se medía la densidad de materia gris y la materia blanca. En consecuencia, se puso de manifiesto que los niños de entre 9 y 10 años que están más en forma tienen más materia blanca en el cerebro. Según la psicóloga Chaddock-Heyman estudios anteriores ya señalaban que los niños con mejor forma física tienen una mayor concentración de materia gris, siendo esta muy importante para el aprendizaje y la memoria.
En 2020, un nuevo libro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), titulado Cerebro y ejercicio y escrito por Coral Sanfeliu y José Luis Trejo, exploraba los beneficios de la actividad física frecuente en el cerebro de los seres humanos. “El ejercicio lleva a tu cerebro al máximo de sus capacidades. Los cambios de plasticidad cerebral inducidos por el deporte a edades tempranas pueden mantenerse y generar beneficios cognitivos a largo plazo”, así lo afirma Sanfeliu, autora del libro y directora del Grupo de Neurodegeneración y Envejecimiento en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona.
Para lograr una mayor oxigenación del cerebro y estimular las conexiones neuronales adecuadas, es necesaria la preparación física.
Veamos a continuación, de una forma más detallada, cuáles son exactamente los principales beneficios del deporte para el cerebro.
Activación neuronal
Una de las teorías para explicarlo se basa en la famosa frase de que el cerebro es como un músculo que es necesario trabajar. La práctica habitual de cualquier actividad provoca la activación de neuronas en el área implicada en dicha tarea. Esto aumenta el número de neuronas dedicadas a esa actividad. A este proceso se le conoce como neurogénesis.
La práctica deportiva requiere de una actividad cerebral genérica con muchas áreas implicadas. Aspecto que según esta teoría sería la razón por la que se producen los beneficios para el cerebro. Esta investigación llevada a cabo con ratones demostró precisamente cómo la actividad física ayudaba en esta tarea.
La zona del cerebro en la que el ejercicio físico influye más durante la neurogénesis es la del hipocampo. Que es precisamente la zona relacionada con la memoria y el aprendizaje, y por lo tanto, la que tiende a reducirse en las personas que padecen enfermedades mentales como la depresión o la demencia. De ahí ya se desprenden algunos de los beneficios del ejercicio para el cerebro de los que hablaremos a continuación.
Al parecer, la clave para que se produzca esta activación neuronal puede estar en la producción de la hormona del crecimiento y de la estimulación de un factor de crecimiento.
Efectos antidrepresivos
El ejercicio físico podría ser uno de los principales y más efectivos tratamientos contra la depresión. El efecto antidepresivo del ejercicio físico estaría directamente relacionado con la serotonina. Este neurotransmisor influye en nuestro estado de ánimo.
Además, es importante tener en cuenta que la actividad física no solo ayuda a tratar la depresión sino también a prevenirla. De hecho, uno de los principales síntomas de la depresión es la apatía y la inapetencia de actividad física.
Volviendo a Coral Sanfeliu y José Luis Trejo, autores del libro “Cerebro y ejercicio”, ambos investigadores concluyeron que el ejercicio mejora el equilibrio de los neurotransmisores más conocidos como, la dopamina, encargada del movimiento, y la serotonina, encargada del control de las emociones. “El deporte logra regular y normalizar los niveles de estos neurotransmisores, evita los excesos y las ausencias de uno y de otro, y eso se ve reflejado en el estado de ánimo”.
El libro también concluye que el ejercicio físico facilita el sueño reparador y la disminución del estrés.
💡 Es recomendable hacer ejercicio físico como hábito cotidiano. Toma nota de estos ejercicios para hacer en casa y mantenerte en forma.
Alivio del estrés y la ansiedad
Posiblemente, de la relación entre cerebro y deporte, el alivio del estrés y la ansiedad sea uno de los efectos más conocidos. Y es que hacer ejercicio físico nos ayuda a relajarnos y a sentir que recuperamos el control sobre nosotros mismos. Esto ocurre porque la actividad física hace que nuestro cerebro libere endorfinas, dopamina y norepinefrina. Sustancias asociadas al estado de alerta o al humor.
Aumento de la esperanza de vida
En el libro “Cerebro y ejercicio” también se habla de cómo los individuos que realizan ejercicio físico regular se mantienen más jóvenes, no sólo físicamente, sino también mentalmente. Diversos estudios de poblaciones han demostrado con el tiempo que mantenerse en forma disminuye la mortalidad en adultos de 50 a 70 años.
Se ha comprobado que el sedentarismo aumenta el riesgo de sufrir enfermedades asociadas a la edad como diabetes tipo 2, ictus y algunos cánceres. Tanto es así que una prueba clínica muy habitual a la hora de estimar la esperanza de vida en personas mayores es analizar su velocidad a la hora de andar una distancia de cuatro metros. Nos encontramos ante un nuevo ejemplo de la estrecha relación entre cerebro y deporte.
A su vez, a partir de los 30 años, el cerebro comienza a perder volumen de forma natural. Esto quiere decir que la materia gris se deteriora y reduce, provocando la pérdida progresiva de funciones. Pero como hemos visto, uno de los efectos de la actividad física es el mejor mantenimiento de esta materia gris.
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Mejora de la concentración y la flexibilidad cognitiva
El ejercicio también puede ayudarnos a concentrarnos con más facilidad. Este estudio analizaba precisamente la capacidad para concentrarse de las personas que estaban en forma frente a las que no lo estaban.
Pero no sólo eso. También se ha observado que parece existir una relación directa entre la intensidad del ejercicio y la mejora de la flexibilidad congnitiva. Esta flexibilidad es la que nos permite prestar atención a varias tareas a la vez o cambiar de una a otra de forma rápida y ágil.
Agilidad del pensamiento
Los beneficios de la actividad física en el cerebro también pasan por la agilidad del pensamiento. Pero ¿Por qué? pues como avanzábamos al principio, diversos estudios han demostrado que aquellas personas, niños y adultos, que hacen deporte presentan una materia gris más densa en su cerebro. Y precisamente la materia gris es la sustancia de la que está hecha nuestro cerebro, responsable de la transmisión de datos y, en consecuencia, de la agilidad de nuestro pensamiento.
Disminución del riesgo de alzheimer
Como ya hemos visto, el sedentarismo es perjudicial para nuestra salud física pero también para nuestro cerebro. Realizar ejercicio físico regular disminuye el riesgo de alzhéimer a partir de los 60 años, independientemente de la predisposición genética.
Sin duda, el cerebro humano encierra un mundo de funciones aún por descifrar. Un mayor conocimiento de su funcionamiento y de aquellos factores que lo favorecen son algunos de los grandes avances de la ciencia de nuestros días.
