Estigmas sobre la salud mental: desmontando mitos

Existen varios mitos y estigma sobre la salud mental que pueden ser perjudiciales para las personas que padecen trastornos mentales y para la sociedad en general.

Por ello, es muy importante desmontar estos mitos de salud mental, ya que estos pueden estigmatizar a las personas que padecen problemas de salud mental e influir en la forma en que son percibidas y tratadas por el resto de la sociedad.

¿Qué es el estigma de la salud mental?

El estigma de la salud mental se refiere a la discriminación, prejuicio o estereotipo hacia las personas que tienen problemas de salud mental. Es un problema importante en todo el mundo y puede tener efectos negativos significativos en las personas que viven con problemas de salud mental, incluyendo el aislamiento social, la vergüenza y la negación de oportunidades.

El estigma de la salud mental puede tomar muchas formas diferentes:

• Creencia de que las personas con problemas de salud mental son peligrosas o impredecibles
• Creencia de que los problemas de salud mental son una debilidad o una elección
• Creencia de que las personas con problemas de salud mental no pueden recuperarse o llevar una vida satisfactoria

Este estigma de la salud mental puede ser perpetuado por muchas fuentes diferentes, incluyendo los medios de comunicación, el lenguaje utilizado para describir la enfermedad mental y la falta de comprensión sobre los problemas de salud mental en general.

Es importante abordar la estigmatización de la salud mental para mejorar la comprensión, la aceptación y el apoyo de las personas que viven con problemas de salud mental. Esto puede incluir campañas de concienciación, programas educativos y el fomento de una conversación abierta y respetuosa sobre los problemas de salud mental en la sociedad.

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¿Cómo superar el estigma de la salud mental?

Superar el estigma de la salud mental puede ser un proceso desafiante, pero hay varios pasos que se pueden tomar para reducir su impacto en las personas que viven con problemas de salud mental. Algunas estrategias efectivas incluyen:

• Conocer y compartir información precisa y basada en evidencia sobre los problemas de salud mental. Esto puede ayudar a desafiar los estereotipos y la desinformación que rodean a la salud mental.
• Hablar abierta y honestamente sobre los problemas de salud mental. Compartir experiencias y pensamientos personales puede ayudar a fomentar la empatía y la comprensión de los demás.
• Evitar el uso de lenguaje estigmatizante. Esto puede incluir términos despectivos o insultantes que se utilizan comúnmente para describir los problemas de salud mental.
• Fomentar la inclusión y la aceptación en todas las áreas de la vida, incluyendo el trabajo, la escuela y la comunidad. Esto puede ayudar a las personas con problemas de salud mental a sentirse valoradas y respetadas.
• Apoyar y promover el acceso a tratamientos y servicios de salud mental. Esto puede incluir la terapia, los medicamentos y otros tratamientos que pueden ayudar a las personas con problemas de salud mental a recuperarse y llevar una vida satisfactoria.
• Combatir la discriminación y la exclusión en todas las formas en que se manifiestan. Esto puede incluir el apoyo a las políticas y prácticas que fomentan la igualdad y la inclusión para todas las personas, independientemente de su estado de salud mental.

Es importante recordar que superar la estigmatización de la salud mental es un proceso continuo que requiere la colaboración y el compromiso de toda la sociedad. Cada persona puede hacer su parte para promover la aceptación, la inclusión y el apoyo a las personas que viven con problemas de salud mental.

Falsos mitos sobre salud mental

Desmontar los mitos sobre la salud mental puede ayudar a romper el estigma y generar una cultura que anime a personas de todas las edades a buscar apoyo cuando lo necesiten.

Vamos a ver algunos de ellos y contrastarlos con la realidad:

Mito 1: Si alguien tiene un problema de salud mental, es porque es poco inteligente

Realidad: las enfermedades mentales, al igual que las enfermedades físicas, pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su nivel intelectual, cultural, económico o clase social.

Mito 2: Solo se debe cuidar la salud mental si se tiene un problema de salud mental

Realidad: de la misma manera que se toman medidas activas para adoptar hábitos de vida saludable con el fin de cuidar la salud física, tomar medidas activas para favorecer el bienestar y mejorar la salud mental, resulta beneficioso para todo el mundo.

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Mito 3: El deterioro de la salud mental no es un problema que afecte a los adolescentes, sus cambios de humor se deben a las fluctuaciones hormonales y actúan así para llamar la atención

Realidad: los adolescentes suelen tener cambios de humor, pero eso no significa que no puedan tener también trastornos de salud mental. Según la OMS, el 14% de los adolescentes de todo el mundo tiene problemas de salud mental. La mitad de los problemas de salud mental aparecen antes de los 14 años.

Mito 4: No se puede hacer nada para evitar que las personas desarrollen problemas de salud mental

Realidad: son muchos los factores que pueden proteger a las personas con trastornos mentales, entre ellos, el fortalecimiento de las habilidades sociales y emocionales, la búsqueda de ayuda y apoyo en fases tempranas, el desarrollo de relaciones familiares comprensivas, afectuosas y cálidas, un entorno escolar positivo y patrones de sueño saludables.

💡 Visita nuestro artículo con 10 consejos para mejorar las relaciones familiares, como ves, pueden tener un gran impacto sobre la salud mental, procuremos que sea positivo.

Para realizar una prevención efectiva de los trastornos mentales, se ha de trabajar para disminuir los factores de riesgo que se han demostrado que pueden influir y conllevar a un trastorno mental, además de esforzarnos por combatir la estigmatización de la salud mental.

Mito 5: Un problema de salud mental es una señal de debilidad

Realidad: un problema de salud mental no tiene nada que ver con ser débil o no tener fuerza de voluntad. No es algo que las personas elijan tener o no tener. Cualquiera puede desarrollar un problema de salud mental.

Tener un carácter débil no influye en la probabilidad de padecer un problema de salud mental. En este sentido, hay otros factores que contribuyen a tener problemas de salud mental:

• Herencia genética
• Experiencias traumáticas
• Estabilidad del entorno familiar
• Etc.

De hecho, reconocer que se necesita ayuda para superar un problema de salud mental requiere mucha fuerza y valor.

Mito 6: Las enfermedades mentales son aisladas, con muy pocos pacientes

Realidad: el 25% de la población europea padece, a lo largo de su vida, un trastorno mental. La depresión y la ansiedad son las dos patologías más frecuentes y llegan a afectar hasta a un 15% de personas en España.

💡 En nuestro artículo sobre los síntomas de la depresión aprenderás a detectar las señales que pueden indicar que una persona esté sufriendo depresión.

Mito 7: Las personas con problemas de salud mental son violentas e impredecibles

Realidad: las personas con algún problema de salud mental tienen las mismas probabilidades de tener actitudes violentas que cualquier otra persona. La mayoría de las personas con enfermedades mentales no son violentas, esta creencia forma parte del estigma que hay sobre la salud mental. De hecho, solo el 3 %–5% de los actos violentos pueden atribuirse a pacientes con trastornos graves.

En cambio, lo que sí ocurre, es que las personas que padecen de alguna enfermedad grave tienen más posibilidades de ser víctimas de violencia que el resto de la población.

Mito 8: Las personas con enfermedades mentales no pueden trabajar porque no toleran el estrés

Realidad: las personas con problemas de salud mental pueden ser tan productivas y tolerar el estrés como cualquier otra. Cuando las personas que padecen de una enfermedad mental reciben el tratamiento adecuado, estas pueden ser igual de eficaces y eficientes que el resto de la población que no padece ninguna enfermedad mental.

Mito 9: Los trastornos mentales no se curan nunca

Realidad: un tratamiento adecuado, con terapia y medicación de ser necesaria, permite que muchas personas mejoren y lleguen a recuperarse por completo, pudiendo llevar una vida normal. De ahí la importancia de eliminar el estigma sobre la salud mental, para poder identificar estos trastornos y darles un tratamiento acorde a cada situación.

Mito 10: El consumo de alcohol y drogas provoca problemas de salud mental

Realidad: el consumo de drogas y alcohol se considera un factor que puede provocar el inicio de un trastorno mental o empeorar sus síntomas, pero no se puede considerar la causa primaria de los problemas de salud mental. La mayoría de las personas con problemas de salud mental padecen el trastorno sin ser consumidoras de sustancias tóxicas.

Mito 11: Los problemas de salud mental son de origen puramente biológico o genético

Realidad: aunque es cierto que muchas enfermedades mentales tienen una base genética, también se sabe que los factores ambientales desempeñan un papel principal a la hora de determinar qué persona acaba desarrollando un trastorno.

A pesar de que algunas personas sean más susceptibles a desarrollar una enfermedad mental como la depresión, es posible que lleven una vida perfectamente feliz si están expuestos al ambiente adecuado.

Mito 12: Las personas con problemas de salud mental no se adaptan en sociedad

Realidad: tener un problema de salud mental no es un impedimento a la hora de construir una vida plena, ya sea en el entorno laboral, familiar o social. En todos los ámbitos de la vida, las personas con problemas de salud mental pueden desarrollarse de manera independiente igual que el resto de la población.

Mito 13: Ir al psicólogo es para locos

Realidad: esta es una de las frases más escuchadas en la sociedad debido a la estigmatización de la salud mental, aunque, afortunadamente, cada vez menos.

El psicólogo es necesario para tratar trastornos psicológicos o problemas cotidianos que solos no se pueden superar. Pero también las personas pueden acudir al psicólogo para hacer terapia con el fin de crecer personalmente, mejorar en algunos aspectos y adquirir nuevas herramientas para su vida. Y que estas les sirvan para prevenir futuros problemas o afrontar de la manera más adecuada diferentes situaciones vitales.

💡 ¿Cuándo ir al psicólogo por primera vez? Te enlazo nuestro artículo al respecto para más información.

Mito 14: Es más rápido y eficaz tomar medicación que acudir a terapia psicológica

Realidad: para cada problema de salud mental, es necesario encontrar el tratamiento adecuado y, en muchas ocasiones, el uso de la medicación es indispensable o una ayuda muy importante. Sin embargo, el tratamiento de elección en muchos de estos problemas es la terapia psicológica y es necesario para cada persona valorar cuál es el adecuado para su problemática: terapia, medicación o ambos.

Mito 15: Es lo mismo ir al psicólogo a hablar que hacerlo con un amigo

Realidad: aunque el apoyo social es muy importante dentro y fuera de la terapia para todas las personas, ir al psicólogo no es ir a hablar una hora y ya está.

En terapia, la relación que se establece entre el profesional de la psicología y el paciente es de compromiso a realizar un trabajo conjunto, colaborando ambos en buscar las estrategias y recursos que necesita cada persona para mejorar o afrontar los problemas que le generan malestar.

Es muy importante concienciar de la importancia de prevenir, detectar y tratar problemas de salud mental, por eso debemos romper con los prejuicios y estigma sobre la salud mental que hay en parte de la sociedad.

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Natalia Lorenzo

Psicóloga

Licenciada en Psicología, Máster en Trastornos Postraumáticos, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, Experta en Psicología de Emergencias y Catástrofes por el Consejo General de la Psicología de España, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Psicología Aplicada a Desastres, Urgencias y Emergencias (SEPADEM), Coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias, y Vicepresidenta de la Federación Internacional de Psicología en Emergencias (FIPE-IFEP). Más de 20 años de experiencia en asesoramiento psicológico e impartición de actividades formativas presenciales y online.

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