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Hipomanía: Definición, síntomas y tratamiento

hipomania trastorno mental

La palabra griega maníā, que significa “locura”, y hypó ὑπό, que significa “debajo de”, son los orígenes de la palabra hipomanía. Por lo tanto, la hipomanía (“por debajo de la locura”) fue considerada como una forma menor de la manía durante muchas décadas. Se ubicó psicopatológicamente entre el síndrome maníaco y las elevaciones normales del humor.

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¿Qué es la hipomanía?

La hipomanía es un síndrome conformado por afecto irritable o elevado (euforia) y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que dura como mínimo cuatro días consecutivos, que se acompañan de al menos tres de los siguientes síntomas:

  • El aumento de la autoestima o grandiosidad (no delirante),
  • La falta de sueño
  • La distractibilidad
  • El lenguaje verborreico
  • La fuga de ideas
  • La agitación psicomotora
  • La participación excesiva en actividades placenteras que tienen el potencial de causar efectos graves, como compras desenfrenadas, juergas, indiscreciones sexuales o inversiones imprudentes de dinero, entre otras cosas.

No deben ser graves los cambios en el comportamiento; no deben requerir hospitalización ni afectar el rendimiento social o laboral.

En la hipomanía, los síntomas pueden ser simultáneos: un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, que se acompaña de un aumento anormal y persistente de la energía o la actividad, y la persona puede presentar un humor irritable, no solo euforia. El episodio hipomaniaco está relacionado con un cambio inequívoco en el funcionamiento, que no es propio de la persona cuando no presenta los síntomas.

En el diagnóstico de la hipomanía el criterio cardinal es el humor elevado e irritable hasta un grado claramente anormal, mientras que el aumento de la actividad o inquietud física es un criterio secundario, de igual rango que el aumento de la distractibilidad, la disminución de la necesidad de dormir y el aumento del vigor sexual.

¿Cuáles son sus síntomas?

La persona que padece hipomanía tiene una autoestima elevada y se jacta de sus logros; celebra ruidosamente sus acciones; se considera talentoso y seguro; se vuelve indiscreto, agresivo e hipercrítico; y tiene un deseo íntimo de destacar y alcanzar notoriedad. No reconoce que su comportamiento sea patológico y, con frecuencia, pide un trato especial.

El sentimiento que tiene sobre el aumento de su poder influye en su humor, que es alegre y sereno. Al ser sensibles a los halagos, pero intolerantes a las críticas, el optimismo se refleja en todas sus actividades y pensamientos.

El síntoma principal es la hiperactividad mental y motora. La vitalidad de las personas con hipomanía es infatigable, no respetan el horario y tienen una fuerte necesidad de estar en movimiento. La diferencia entre la hipomanía y el episodio maníaco radica en que su actividad tiene un propósito definido. No obstante, dependiendo de la intensidad de la hipomanía, la persona que la padece deja de ser perseverante, no completa lo iniciado y puede ignorar sus obligaciones y compromisos. Solo emprende lo placentero.

hipomania sintomas en el entorno laboral

La persona con hipomanía tiene la energía necesaria para realizar numerosas actividades sin agotarse; además, tiene una tendencia a dormir poco, lo que le permite seguir estas actividades con frenesí; sin embargo, en ocasiones inicia muchas tareas de las cuales termina muy pocas o ninguna; además, su comportamiento sexual puede ser desordenado y exagerado, con tendencia a la promiscuidad, la desinhibición, el abuso o el acoso.

La persona hipomaníaca tiene pensamientos distorsionados sobre sí misma, el mundo y el futuro; sin embargo, en esta situación, los pensamientos se vuelven demasiado optimistas y no corresponden a la realidad, lo cual indica una disfunción en los procesos cognitivos.

Los pensamientos automáticos hipomaniacos son cogniciones positivas; al igual que en la depresión, estos pensamientos son inflexibles, rígidos e irreales y se enfocan en metas optimistas y no realistas.

El pensamiento hipomaniaco se caracteriza por sobrevaloración del yo, la lectura positiva de la realidad y el optimismo exagerado e injustificado, elementos que corresponden a un pensamiento anastrófico.

El pensamiento anastrófico es la forma de pensar que distingue a la hipomanía y tiene relación con “ver conexiones sin motivo”, que es similar a los pensamientos catastróficos y pesimistas en la depresión, pero que en la fase hipomaniaca generan pensamientos optimistas, donde la falta de crítica de las inferencias arbitrarias está asociada con ellas.

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¿Qué relación tiene con la bipolaridad?

La hipomanía es el síntoma primordial en el trastorno bipolar tipo II. El trastorno bipolar tipo II forma parte de un grupo de diagnósticos llamados trastornos bipolares y relacionados. Los trastornos bipolares y relacionados son un grupo de afecciones psiquiátricas que incluyen:

  • El trastorno bipolar tipo I
  • El trastorno bipolar tipo II
  • El trastorno ciclotímico

La aparición de episodios de estado de ánimo discretos, como la manía (en el trastorno bipolar tipo I), la hipomanía (en el trastorno bipolar tipo II) o los síntomas hipomaníacos que no cumplen con los criterios diagnósticos completos de manía o hipomanía, son características de estos trastornos.

No obstante, es difícil diagnosticar la hipomanía. Debido a su estado de euforia o hiperactividad, la mayoría de las personas solicitan ayuda cuando ya están en una fase de depresión.

La atención centrada en el estado depresivo de la persona es lo más común en este contexto. Por esta razón, cuando una persona presenta síntomas de depresión, es recomendable detectar el signo de hipomanía.

Opciones de tratamiento

Conocer que la hipomanía es una condición psiquiátrica es fundamental para su tratamiento.

Para tratar tanto las fases de la depresión como la misma hipomanía, existen medicamentos disponibles con buenos resultados. Para mejorar las relaciones personales, los pensamientos, las nuevas habilidades y las emociones, la psicoterapia también es muy necesaria.

Contar con el diagnóstico adecuado es lo más importante de resaltar.

Consejos para afrontar la hipomanía en la vida diaria

Enfrentar la hipomanía en la vida diaria es un gran reto, pero puedes controlar de manera efectiva sus efectos con técnicas adecuadas.Estos son algunos consejos:

  • Aprende a reconocer los primeros signos de hipomanía, que incluyen un aumento de energía, una disminución de la necesidad de sueño, pensamientos rápidos y comportamientos impulsivos. Reconocerlos a tiempo te permitirá actuar antes de que se intensifiquen los síntomas.
  • Tu estado de ánimo puede estabilizarse al establecer y seguir una rutina diaria. Trata de mantener horarios regulares para dormir, comer y hacer ejercicio. Esto ayuda a prevenir cambios bruscos en tu salud mental.
  • Reduce las situaciones y actividades que puedan sobreestimularte. Los síntomas de hipomanía pueden empeorar con la cafeína, las redes sociales excesivas y los ambientes ruidosos.
  • Técnicas de relajación, la respiración profunda, la meditación y la atención plena pueden calmar la mente y disminuir la aceleración de los pensamientos. Tu habilidad para manejar la ansiedad y el estrés también puede mejorar con estas prácticas.
  • El estado de ánimo se regula con el ejercicio físico; sin embargo, es importante no exagerar, ya que el ejercicio intenso puede aumentar la activación. Caminar, nadar o yoga son ejercicios físicos moderados.
  • Evita decisiones impulsivas. Es común sentirte más impulsivo durante los episodios de hipomanía. Intenta evitar hacer compras significativas o tomar decisiones importantes en este momento. Antes de actuar, consulta con alguien de confianza si es necesario.
  • Mantén el contacto con amigos, familiares o profesionales de la salud mental que comprendan tu situación. Pueden proporcionarte apoyo emocional y ayudarte a vigilar tus síntomas.
  • Mantén un seguimiento regular con su psicólogo o psiquiatra. Para manejar la hipomanía de manera efectiva, pueden ajustar tu tratamiento o darte herramientas adicionales.
  • Prioriza tu bienestar físico, mental y emocional. Pasar tiempo en la naturaleza, leer o escuchar música son actividades que te pueden relajar y hacerte sentir bien.

Afrontar la hipomanía es un proceso continuo que requiere atención y estrategias personalizadas.

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Psicóloga
Mi LinkedIn

Licenciada en Psicología, Máster en Trastornos Postraumáticos, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, Experta en Psicología de Emergencias y Catástrofes por el Consejo General de la Psicología de España, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Psicología Aplicada a Desastres, Urgencias y Emergencias (SEPADEM), Coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias, y Vicepresidenta de la Federación Internacional de Psicología en Emergencias (FIPE-IFEP). Más de 20 años de experiencia en asesoramiento psicológico e impartición de actividades formativas presenciales y online.