¿Qué es la midorexia? Conoce el miedo a envejecer
Desde el inicio de la humanidad, siempre hemos fantaseado con la idea de no envejecer. Así conocemos diversas leyendas, fábulas e historias milenarias como la de una mágica fuente que ofrece la eterna juventud a quien beba de sus aguas. Este deseo no ha desaparecido con el tiempo. La sociedad actual sigue preocupada por la imagen y también está obsesionada con hallar el remedio definitivo al envejecimiento, lo que ha hecho que aparezca el término midorexia. Así, seguro que alguna vez has escuchado hablar del término “viejóvenes“. En este artículo, te damos las claves para entender en qué consiste esta resistencia o miedo a envejecer.
Índice
¿Qué es la midorexia?
Hay personas a las que le resulta muy difícil aceptar el paso del tiempo. Se niegan a admitir que los años pasan por ellas y que afectan a su aspecto físico. Para enfrentarse a ello, adoptan actitudes juveniles tanto en la forma de vestir como de comportarse, tratando de aparentar edades inferiores a la real. A esto se le llama midorexia.
Midorexia es una nueva palabra que proviene del término “mid”, de “middle”, en alusión a mitad de la vida o mediana edad, y el sufijo procedente del griego “orexia”, que indica “deseo” o “apetito”.
Por tanto, podemos decir que la midorexia se refiere a la crisis de la mediana edad y hace referencia al impulso que lleva a algunas personas a realizar diferentes acciones para lograr una apariencia juvenil.
La búsqueda de la eterna juventud
La midorexia es un trastorno que se relaciona con la personalidad. Se presenta en personas cuyas edades oscilan entre los 40 y los 50 años, que buscan la fuente eterna de la juventud, realizando actividades poco acordes a su edad, incluso sometiéndose a diferentes tratamientos estéticos, y sus relaciones interpersonales y afectivas suelen ser con personas más jóvenes.
A nivel cognitivo, una persona midoréxica mantiene un pensamiento distorsionado en cuanto a su edad real, no considera incorrecto mantener una relación de pareja con alguien mucho más joven y con quien no tiene muchas afinidades en cuanto a gustos y preferencias.
A nivel social, es probable que tenga problemas con la pareja o con los hijos, pues no es agradable para los adolescentes observar que su padre o madre se comportan de manera muy parecida a ellos.
💡 Quizás te interese nuestro artículo sobre cómo mantener una relación sana con la familia.
Es un trastorno que produce resistencia a envejecer, en el que la persona no admite que los años pasan y afectan a su aspecto físico. Otro factor que puede estar influyendo en este trastorno es el miedo al envejecimiento y a la implicación que conlleva de pensar en en la muerte y en el duelo.
El diagnóstico
No podemos diagnosticar la midorexia como algo patológico, ya que el término no está definido como trastorno por ningún organismo oficial ni aparece en ningún manual de salud mental.
Además, al no existir un consenso sobre este concepto, algunos profesionales lo identifican como un posible trastorno y otros, sin embargo, con una actitud que puede traer muchos beneficios para la persona.
Para diferenciar entre una actitud sana y un comportamiento obsesivo podemos describir los casos preocupantes como aquellos en los que pasa a ser una obsesión que condiciona la vida de la persona. Es decir, cuando toda la rutina y el comportamiento de la persona va encaminado a mantenerse joven, a pesar de que esto pueda provocar un deterioro en su vida social, familiar, laboral o en su salud.
ℹ️ Si crees que tú o algún familiar podéis estar presentando rasgos obsesivos relacionados con la midorexia, lo mejor será que acudáis a un profesional de la salud mental. Con nuestro seguro de salud Aegon Conecta tendréis cubiertas hasta 15 sesiones de terapia psicológica al año. Visita nuestra web para más información.
Es decir, si adoptamos los preceptos de la midorexia para aprovechar la energía de la que todavía disfrutamos sin pensar en la edad, esta actitud tendrá un impacto positivo en nuestra autoestima y favorecerá el envejecimiento activo que tanto recomiendan los expertos.
El problema llega cuando la midorexia se transforma en una obsesión, en un miedo irrefrenable al paso del tiempo y todo lo que ello conlleva. En este sentido, dicho comportamiento es un reflejo del malestar que nos genera nuestra propia edad y que, al mismo tiempo, actúa como una barrera para alcanzar la auténtica felicidad. A esto se unen sentimientos de estrés e inseguridad, así como una tendencia a descalificar todo aquello que está relacionado con la tercera edad, perjudicando gravemente la calidad de vida.
Midorexia en hombres y mujeres
Esta nueva etiqueta, midorexia, que se utiliza para las personas de mediana edad y mayores que desean parecer más jóvenes, es también la creencia de que con la edad puedes sentirte más atractivo que antes.
Esta convicción de que se puede disfrutar de una explosión tardía de belleza (probablemente afectada por el canon normativo predominante) es algo a lo que hombres y mujeres son igualmente propensos.
Tanto hombres como mujeres obsesionadas con la eterna juventud pueden recurrir a las siguientes prácticas para hacerse ver más jóvenes:
- Cirugías estéticas
- Utilizan diversidad de cremas anti-edad
- Se visten con ropa juvenil
La midorexia afecta sobre todo a hombres y mujeres entre los 40 y 60 años. Por eso, se la relaciona con la crisis de la mediana edad.
Pero puede surgir en edades más tempranas. Sobre todo, por la tendencia de la sociedad actual a juzgar a las personas por su apariencia física o a discriminar personas poco atractivas. Se trataría de personas que no quieren envejecer nunca.
Comportamientos relacionados con la midorexia en mujeres y hombres
En resumen, las personas midoréxicas pueden tener los siguientes comportamientos comunes:
- Tienen una actitud juvenil y usan un lenguaje infantil.
- Tienen elevados niveles de autoestima que pueden terminar en depresión por no lograr un ideal inalcanzable de su aspecto físico.
- Mantienen relaciones sentimentales con personas más jóvenes que ellas, sin necesidad de afinidad mutua o de tener los mismos gustos y preferencias.
- Al igual que las personas vigoréxicas, adoptan hábitos inusuales para su edad, como salir de fiesta, seguir dietas muy restrictivas o hacer ejercicio físico en exceso.
- Utilizan prendas de vestir juveniles o muy llamativas para atraer la atención de las personas de su entorno.
- Están a la vanguardia tecnológica, utilizando dispositivos electrónicos de última generación. También hacen uso de las aplicaciones móviles comunes entre la población adolescente, como TikTok, Snapchat o Tinder.
- Se someten a todo tipo de procedimientos quirúrgicos y tratamientos invasivos estéticos para ocultar los signos de la edad de la piel, como arrugas o flacidez.
El síndrome de Peter Pan
A veces podemos confundir el síndrome de Peter Pan con la midorexia, pero ambos conceptos son diferentes.
El síndrome de Peter Pan se caracteriza por una gran inmadurez emocional en personas adultas para aceptar la edad actual. Consiste en negarse a aceptar la edad. Quienes lo padecen son personas arraigadas a su infancia con miedo a crecer y a aceptar los roles que les corresponden por su edad, afectando así su desarrollo personal y sus relaciones.
En cambio, la persona midoréxica, aunque también mantiene un pensamiento distorsionado de la edad real, se caracteriza por una obsesión por su físico y estética.
Ambos trastornos afectan al desarrollo personal y las relaciones de quien lo padece, adoptando una personalidad inmadura y narcisista.
¿Qué puedo hacer?
Para superar esta crisis relacionada con el miedo a envejecer, lo primero es reconocerla y aceptarla. Y después estar realmente decidido a hacer algo al respecto.
Algunos pasos que se pueden realizar son:
- Dar prioridad a las ventajas y los beneficios que nos aporta el envejeciminento. Por ejemplo, tener más tiempo para disfrutar de tu libertad, una carrera profesional bien formada y una familia o grupo de amigos muy sólidos, en los cuales debes apoyarte para que el proceso sea mucho más ameno.
- Piensa en lo orgulloso que debes sentirte por todo aquello que has conseguido a lo largo de los años.
- Adopta todos los beneficios que te puede aportar la midorexia más saludable, es decir, redefine tu concepto de edad y acéptate tal y como eres.
- Tómate esta crisis como algo pasajero, una etapa que debes superar para estar a gusto contigo mismo.
- Mantén un buen aspecto y una vida rica en alicientes sin caer en exageraciones o conductas patológicas:
- Sigue una buena alimentación
- Haz ejercicio moderado
- Hidrátate bien
- Descansa adecuadamente
- Realiza mindfulness
- Evita las comparaciones
💙 Desde Aegon, hemos creado Cariñoterapia con sentido, un programa que nos ayuda a tomar consciencia de la importancia de cuidarnos, de forma integral, trabajando nuestros 5 sentidos para alcanzar el bienestar y una salud mental plena. No dudes en visitar nuestra web para aprender de todos los consejos que nuestros especialistas y talentos amigos nos ofrecen a través de esta iniciativa, ¡te esperamos!
Lo más saludable, en realidad, es aceptar la edad que se tiene y, a la vez, hacer lo posible por encontrarse bien física y mentalmente. Cuidar la apariencia y sentirse a gusto con nosotros mismos no tiene nada de malo, al contrario. Lo que sí conviene evitar es que la imagen se convierta en una obsesión que impida a la persona disfrutar el presente.
En conclusión, la midorexia puede ser positiva si nos estimula a cuidar más de nosotros mismos, pero también se podría pasar a ser un trastorno si nos negamos a aceptar el paso del tiempo en nuestro cuerpo.
La terapia conductual contra la fobia a envejecer
En este último caso, la terapia conductual puede ayudarnos a afrontar los comportamientos desfasados o aliviar o corregir los síntomas más comunes de la midorexia, trabajando con las distorsiones con las que se vive y los miedos que pudieran presentarse respecto a asumir la verdadera edad.
Pero, además, para combatir la fobia a envejecer es recomendable:
- Aceptar el trastorno.
- Limitar al máximo la exposición a aquellos estímulos que agravan el trastorno, por ejemplo, el uso excesivo de las redes sociales.
- Evitar relaciones familiares, laborales y sociales tóxicas o perjudiciales.
- Reemplazar las actividades obsesivas por otras actividades saludables que aporten el mismo nivel de satisfacción personal.
- Solicitar la ayuda de un entrenador personal y asesor nutricional para seguir una rutina de entrenamiento y alimentación adecuada a la persona.
La clave está en lograr un equilibrio entre cuerpo, mente y alma, aceptándose a uno mismo para sentirse pleno.